La indemnización por despido improcedente en el caso de los contratos indefinidos será de 33 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades, mientras que la del despido procedente será de 20 días por año trabajado, con un máximo de un año de salario. Es una de las medidas contempladas en la Reforma Laboral aprobada por el Gobierno y con la que persigue «facilitar la contratación, con especial atención a los jóvenes y a los parados de larga duración, potenciar los contratos indefinidos frente a los temporales y que el despido sea el último recurso de las empresas en crisis», han anunciado la vicepresidenta primera del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, y la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez.
La Reforma Laboral se ha aprobado en forma de Real-Decreto Ley, pero el Ejecutivo tiene intención de tramitarla como proyecto de Ley para lograr «el máximo consenso posible», señaló Saénz de Santamaría. Así pues, tras esta aprobación, el texto será remitido al Congreso de los Diputados para su convalidación y, a continuación, se deberá votar su tramitación como proyecto de Ley, trámite durante el que las formaciones políticas podrían introducir modificaciones.
Uno de los objetivos de la Reforma Laboral es promover la contratación indefinida, en especial en favor de los jóvenes. Para ello, se creará un contrato indefinido de apoyo a los emprendedores en empresas de menos de 50 trabajadores. Las pequeñas empresas obtendrán una deducción de 3.000 euros por trabajador menor de 30 años contratado. Además, el trabajador que sea contratado desde el desempleo, podrá seguir cobrando el 25% de su prestación, mientras que el empresario podrá deducirse el 50% de sus cuotas.
Otra de las novedades de la Reforma es que el trabajador podrá voluntariamente percibir, junto con su sueldo, el 25% de la prestación por desempleo durante el mismo periodo. Báñez ha dado mucho valor a esta medida ya que, según ha destacado, «por primera vez» se permite compatibilizar el cobro de la prestación por desempleo con un sueldo.
La nueva normativa también establece bonificaciones dirigidas a colectivos desempleados con especiales dificultades para su incorporación al mercado laboral. Para fomentar la contratación de jóvenes, que tienen una tasa de desempleo cercana al 50%, habrá una bonificación en la cuota de la Seguridad Social de hasta 3.600 euros a la contratación indefinida de jóvenes entre dieciséis y treinta años durante tres años. La bonificación se incrementa conforme aumente la antigüedad del trabajador. Se aplicarán 100 euros más al año si el trabajador es mujer en sectores donde este colectivo está poco representado. Para fomentar la contratación de parados de larga duración, se establece una bonificación de hasta 4.500 euros a la contratación indefinida de desempleados de larga duración mayores de 45 años. Cuando los contratos se concierten con mujeres en sectores donde este colectivo está poco representado, las bonificaciones indicadas se elevan a los 1.500 euros.
Contratos temporales
Por otro lado, para acabar con la dualidad, el Gobierno prohibirá encadenar contratos temporales durante más de dos años a partir del 31 de diciembre de 2012. El Gobierno anterior ya aprobó que el enlazamiento de contratos superara 24 meses, pero solo de forma temporal hasta el 1 de enero de 2013.
La nueva norma creará también una cuenta de formación para cada trabajador, potenciará la intermediación laboral de las empresas de trabajo temporal, regulará por primera vez el teletrabajo, modificará el contrato estable a tiempo parcial y el de formación y aprendizaje.
Según explicó Báñez, el contrato de formación podrá realizarse con trabajadores de hasta 30 años hasta que la tasa de paro no baje del 15%. Cuando ésta caiga por debajo de esa barrera, la edad máxima del contratado será de 25 años. Además, ha dicho la ministra, los trabajadores podrán formarse en las propias empresas, al estilo del modelo dual de formación.