La venta de activos inmobiliarios terciarios con descuentos por parte de entidades financieras que se los adjudicaron en los últimos años podría provocar un «efecto contagio» de dichas reducciones de precio al resto del mercado de este tipo de inmuebles, al igual que el que está previsto en el residencial.
Lo recoge así un informe sectorial de BNP Parias Real Estate, que considera que dicho «efecto contagio» se registraría principalmente en «activos cuya valoración ha estado durante la crisis por encima de lo que los inversores están dispuestos a pagar». La firma estima que todo ello desembocará en último término en un aumento de la rentabilidad de este tipo de activos en comparación con los de otras plazas europeas «competidoras», con el correspondiente atractivo para inversores institucionales.
Estos son algunos de los factores que, según BNP Paribas Real Estate, condicionarán en 2012 el mercado inmobiliario terciario, en el que se mantendrá el protagonismo de los inversores locales y las desinversiones corporativas. Pese a todo ello, la consultora prevé un ejercicio «de nuevo en condiciones difíciles», similar al de 2011. Según sus datos, el pasado año la compraventa de edificios de oficinas cayó un 35%, hasta suponer un volumen de 900 millones de euros.
De igual forma, las transacciones de activos comerciales retrocedieron un 61%, hasta totalizar 834 millones de euros, mientras que la inversión en el segmento de hoteles descendió un 6%.