Un grupo ciudadano ha denunciado la existencia de elevados niveles de radiación en más de 20 centros educativos de la ciudad de Koriyama, situada a 60 kilómetros de la central nuclear de Fukushima. Advierten de que la concentración de radiación anual podría sobrepasar en algunos puntos los 20 milisievert, cuando el límite establecido por la Comisión Internacional de Protección Radiológica se halla en 1 milisievert.
La junta educativa municipal de Koriyama ordenó efectuar mediciones en las instalaciones de los centros educativos de la ciudad durante el mes de abril. Los resultados han revelado la existencia de altas concentraciones de radiación en cunetas, setos y sumideros de, al menos, 14 colegios de primaria, siete centros de secundaria y cinco guarderías de la ciudad japonesa.
Las mediciones regulares que se efectúan en patios y aulas de colegios habían llevado a las autoridades japonesas a impedir que los niños jugaran durante más de tres horas diarias en los patios de los centros de Koriyama. Sin embargo, esta restricción se levantó el pasado mes de abril. Ahora, tras las últimas mediciones, el grupo ciudadano denunciante ha solicitado el restablecimiento de esta medida para preservar la seguridad de los escolares.
Tras el accidente de la central de Fukushima, las escuelas de la provincia en la que se encuentra la planta ejecutaron planes especiales de limpieza con el objetivo de limitar la exposición de los estudiantes a niveles elevados de radiación. Entre otras medidas, retiraron capas de arena de varios centímetros de espesor y la sustituyeron por tierra no contaminada.
La catástrofe nuclear de Fukushima se ha convertido en el accidente más grave de este tipo tras el acaecido en Chernóbil en 1986. Un año después del siniestro, casi 80.000 personas que residían en un radio de 20 kilómetros alrededor de la central continúan evacuadas por los elevados niveles de radioactividad que se registran en la zona.