Las distracciones al volante suponen la primera causa de mortalidad en las vías españolas, con 649 fallecidos en carretera en 2011 (a 24 horas sin datos de Cataluña), y uno de los principales problemas de Seguridad Vial en todo el mundo. La conducción distraída o desatenta provoca un riesgo, ya que el conductor no es capaz de detectar un problema en la vía y reaccionar a tiempo, comete errores en la conducción y ralentiza la toma de decisiones. La advertencia la ha lanzado el Real Automóvil Club de España (RACE) en la presentación de un informe sobre las distracciones al volante realizado en colaboración con Windows Phone.
Según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) recogidos en este estudio, durante 2010 las distracciones causaron en España casi 33.000 accidentes con víctimas. El mayor número de accidentes por distracciones se produce en las carreteras convencionales, así como el mayor número de accidentes mortales. Si se tiene en cuenta el ratio entre accidentes con víctimas y accidentalidad mortal por distracciones, la vía convencional es la que obtiene el dato más alto, y en segundo lugar la autopista.
Por tipo de siniestro, la distracción provoca salidas de vía, seguido de choque con vehículo y atropello. También existen diferencias estadísticas por accidentes por distracciones en las comunidades autónomas. Los accidentes mortales por distracción subieron en seis autonomías: Andalucía, Cantabria, Extremadura, Madrid, Comunidad Valenciana y País Vasco.
El informe destaca que pese a que los conductores dicen ser conscientes de la peligrosidad que implica el uso del teléfono móvil, son todavía numerosos los que aún lo utilizan mientras van al volante. Según datos provisionales, durante el año 2011 los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil impusieron 125.964 denuncias por utilizar el teléfono mientras conducían.
En 2009, más de 260 conductores fueron denunciados con tres o más sanciones de teléfono, y en 2010 fueron 380 usuarios. En estos años, 141 conductores perdieron su permiso sólo por denuncias por hablar por el teléfono móvil. La evolución de las sanciones por telefonía móvil en las comunidades autónomas ha llegado a multiplicarse hasta en un 2000% en los últimos seis años, resalta el estudio. La mayor evolución se produjo en Madrid y Andalucía, al pasar de unas 1.500 sanciones a más de 27.000 en este periodo.
El informe realizado por el RACE y Windows Phone se ha basado en una encuesta realizada a 1.400 conductores, a los que se les preguntó sobre cuestiones como el uso del teléfono mientras conduce, el envío de mensajes o correos al volante, o la percepción del riesgo de determinados comportamientos. Los resultados obtenidos en la encuesta indican que un 15% de los conductores reconoce haber sufrido una situación de riesgo y un 16% admite haber enviado SMS o correos mientras conducía.
Para evitar esos riesgos y conducir con seguridad, el RACE ha lanzado algunos consejos, entre los que se incluye no hablar por teléfono mientras se conduce, a no ser con manos libres, evitar las llamadas, así como escribir correos o utilizar el móvil para capturar imágenes o grabar vídeos. Además, recuerda que la sanción por hablar por el móvil sin manos libres, llevar auriculares o manipular un dispositivo es de 200 euros y retirada de tres puntos del permiso de conducción.