La tasa de paro de España alcanzará el año que viene el 25,3%, lo que implicaría un incremento de ocho décimas con respecto a la previsión del 24,5% contemplada para este ejercicio por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y volvería a situar a España como la economía desarrollada con mayor nivel de desempleo, según recoge el informe «Perspectivas para el empleo 2012», publicado este martes 10 de julio.
La organización expresa su especial preocupación por los «persistentes niveles de elevado desempleo entre los jóvenes», que en países como España o Grecia superan el 50%, frente al 16% registrado en mayo de 2012 para el conjunto de la OCDE. En el corto plazo, la institución con sede en París reconoce que una mejora en las condiciones del mercado laboral «depende en gran media de la recuperación económica, por lo que está determinada por factores que los gobiernos no pueden controlar directamente». De este modo, la OCDE insta a las autoridades a adoptar las medidas pertinentes tanto a nivel macroeconómico como para estabilizar el sistema bancario en Europa, así como para relajar el ritmo de la consolidación fiscal en aquellos países que cuenten con margen para ello.
No obstante, el informe de la institución subraya la importancia de que los gobiernos diseñen políticas laborales adecuadas que puedan minimizar los costes a largo plazo del elevado desempleo y poner los cimientos de una vuelta sostenible a elevadas tasas de ocupación. A este respecto, la OCDE destaca las medidas adoptadas por España y otros países para reducir la dualidad en el mercado laboral entre trabajadores temporales e indefinidos, aunque señala que el impacto de estas reformas puede verse impulsado con la adopción de reformas que estimulen la competencia en sectores en los que existe potencial para generar empleo, como los servicios.
La tasa de paro de la OCDE en mayo de 2012 se situó en el 7,9%, lo que supone que unos 48 millones de personas carecían de empleo en los países que componen la organización, que considera que serían necesarios unos 14 millones de nuevos empleos para regresar a la situación anterior a la crisis. «Para devolver las tasas de empleo a niveles previos a la crisis, se necesitarían crear unos 14 millones de empleos en la OCDE», destaca el informe, que apunta que los jóvenes y los trabajadores menos cualificados son los más afectados por la crisis.
La OCDE constata que la creación de empleo registrada en los dos últimos años de débil recuperación se ha concentrado en contratos temporales, ya que muchas empresas no están dispuestas a contratar de manera indefinida en la actual situación de incertidumbre económica. «El reciente deterioro de las perspectivas económicas supone una muy mala noticia para el mercado laboral», reconoció el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, durante la presentación del informe en París, donde subrayó la necesidad «imperiosa» de que los gobiernos hagan todo lo posible para ayudar a los demandantes de empleos, especialmente a los más jóvenes, para lo que reclamó la eliminación de las barreras a la creación de empleo, así como la inversión en mejorar su educación y capacidades.