Descenso de cañones, espeleología, navegación por aguas bravas, rafting, kayak o hidrospeed… El incremento de la oferta de deportes de riesgo y el aumento de los participantes en este tipo de aventuras acrecienta también las posibilidades de que se produzcan lesiones, contusiones o heridas durante el disfrute de este tipo de actividades, máxime si no se observan unas normas mínimas de seguridad.
La mayoría de los accidentes que se producen en la práctica deportiva no revisten demasiada gravedad, pero podrían derivar en algo más grave si a estas personas no se las atiende a tiempo. Así, un sangrado por la nariz o una astilla clavada en el pie pueden llegar a convertirse en problemas clínicos.Los monitores deben cumplir unos requisitos de seguridad y formación, y hay que asegurarse de ello.
No obstante, siempre es muy útil tener alguna noción de primeros auxilios: la asistencia en los primeros minutos del accidente puede ser decisiva. Hay que ser conscientes también que, prácticamente en todos los casos, será recomendable dirigirse los servicios médicos lo antes posible.
¿Pero qué se puede hacer de forma inmediata ante un percance? En primer lugar, siempre hay que limpiarse bien las manos antes y después de tratar a una persona herida, igualmente es aconsejable lavar con agua el área afectada. Aquí se exponen otros consejos:
–Cortes y rasguños:. se debe lavar el área del corte y cubrirlo con una venda esterilizada. En caso de hemorragia, se debe sentar o tumbar al herido y realizar una leve presión sobre la herida con un vendaje para detenerla.
–Contusiones: una bolsa de hielo es efectiva para reducir el dolor y la hinchazón pero es aconsejable, como en el resto de los supuestos, consultar posteriormente a un médico.
–Sangrado por la nariz: para detener la hemorragia hay que sentarse sin moverse mucho, con la cabeza inclinada hacia la espalda. Si la sangre continúa manando convendrá taponar el orificio durante un tiempo.
–Clavado de astilla: si la espina no está alojada en un lugar demasiado profundo debe extraerse con unas las pinzas y/o aguja esterilizadas. Si está muy adentro convendrá acudir a un profesional.
–Desmayos: se debe tratar de colocar a la persona desmayada de espaldas al suelo, con la cabeza en un nivel más bajo que el resto del cuerpo para que la sangre irrigue más fácilmente y aflójarle la ropa.
–Quemaduras solares: si la quemadura es grave el afectado debe ver a un médico inmediatamente. En caso de quemaduras leves bastará con aplicarles una solución calmante, como por ejemplo aceite para bebés o vaselina. En todos los casos, la persona afectada debe beber mucho líquido.
–Insolación: dirigirse a un área de sombra, mojar al afectado con agua fresca en la cabeza, cuello y muñecas. Conviene darle de beber abundante agua y, si es posible, avisar a un médico.
–Agotamiento: el afectado debe ser atendido rápidamente, es necesario que se recueste y se afloje la ropa, pero que se cubra para conseguir un ambiente tibio. En cualquier caso, debe ver a su médico para descartar otros problemas.
–Picaduras de insecto: si se llega a ver el aguijón clavado en la piel se debe extraer, desinfectar la zona y cubrir la herida.