Los vehículos híbridos están siendo fabricados en la actualidad con bastante éxito por varias empresas de automoción; uno de los más populares es el modelo Prius de Toyota. Se basan en la combinación de dos sistemas: generador de energía eléctrica y motor de gasolina. Es decir, es la suma de un motor convencional y un motor eléctrico. Ambos entran en funcionamiento automáticamente según la velocidad y potencia requerida.
El motor eléctrico funciona en el arranque, que es el momento en el que se consume más gasolina. Cuando las baterías del motor eléctrico se agotan o es necesaria mayor potencia entra en funcionamiento el motor convencional.
Presenta las siguientes ventajas:
– Ahorro energético, debido a que los picos de potencia los proporcional el motor eléctrico. La eficiencia del combustible se incrementa notablemente y también recupera energía en las deceleraciones.
– Menor emisión de contaminantes atmosféricos que un motor convencional.
– Menor emisión de contaminantes acústicos que un motor convencional.
– Mayor autonomía que un motor eléctrico. Pueden repostar en cualquier gasolinera.
– En recorridos cortos no se utiliza el motor convencional, por lo que éste no trabaja en frío y mejora su envejecimiento.
– Mayor suavidad y facilidad de uso que un motor convencional.
Y las siguientes desventajas:
– Mayor peso que un coche convencional (debido sobre todo al peso de las baterías), aunque pesa menos que un coche eléctrico.
– Existe más posibilidad de averías, por el simple hecho de tener dos motores.
– Los vehículos híbridos son más caros que los convencionales.