La teoría de la Larga Cola fue expuesta por primera vez Chris Anderson, redactor jefe de la revista Wired, a raíz de un ensayo de uno de sus más prestigiosos redactores, Clay Shirky. Dicha teoría se basa en el modelo ecológico de la ‘dinámica de los desastres’, según el cuál los pequeños desastres resultan casi cotidianos en la naturaleza mientras que las grandes hecatombes (inundaciones, terremotos…) sólo acontecen de vez en cuando. De hecho, cuanto más grande es el desastre, menor es su frecuencia.
Esto se refleja de modo gráfico con una función exponencial donde unos pocos acontecimientos desastrosos son capaces de hacer la mayor parte del daño, mientras que cuanto más pequeña es la tragedia más frecuente resulta, pero menos dañina. La cantidad de daño realizada por los grandes desastres forma en el gráfico una larga cola que tiende al infinito, de ahí el nombre de la teoría.
Este modelo también es aplicable, por ejemplo, a la distribución de riquezas en las sociedades humanas poco desarrolladas, donde unos centenares de miembros poseen la mayor parte del capital y el resto de la población vive en la miseria.
En la Red lo minoritario es popular
Shirky trasladó este modelo a Internet para estudiar el comportamiento de la ‘blogosfera’ (el ámbito de los blogs) y también los usos de consumo en el comercio electrónico. En el primer caso encontró una relación de tipo exponencial entre el número de bitácoras y la cantidad de internautas que las citaban en sus páginas (una medida de su popularidad en la Red). En otras palabras: los blogs más populares (los que eran enlazados más veces) eran una pequeña minoría mientras que la gran mayoría de bitácoras apenas era citadas.
Curiosamente estos pocos blogs ‘populares’ se caracterizan por su peculiaridad y huyen de los patrones de éxito estándar tal como se entienden en el mundo offline. Es decir, cuanto más personal es un blog mayor interés suscita entre los internautas. Por el contrario, los blogs más estandarizados apenas si son citados.
En el comercio electrónico, Shirky constató un comportamiento parecido. De nuevo se daba la paradoja de que el mayor volumen de compras no se daba entre los objetos más populares en el mundo offline, sino en la suma de muchos objetos de culto, precisamente aquellos que fuera de la Red resultaban minoritarios.
Es decir que los discos y libros ‘superventas’ fuera de la Red, apenas son comprados online en comparación al dinero que genera lo minoritario. Las obras de culto y olvidadas son muy populares y se venden muy bien.
Cuanto más personal es un blog mayor interés suscita entre los internautas
La frase de un empleado del portal Amazon lo resume con claridad: «Hoy vendemos más libros que no vendíamos en absoluto ayer, que libros que también vendíamos ayer».
Sobre este modelo se han asentado proyectos comerciales que buscan poner al internauta en contacto con productos minoritarios y difíciles de conocer. Uno de ellos es MusicStrands, un programa que se instala en el ordenador y aparece cada vez que el usuario activa su reproductor de música, con una frase del estilo: «Si te gusta esto, también te gustará…». Así se va entrando en la larga cola de canciones inicialmente desconocidas que tanto gustan a los internautas.
La paradoja de Wikipedia
Wikipedia es, con su millón y medio de artículos sobre los más variados temas, probablemente la idea más grande y revolucionaria que se ha llevado a cabo en Internet. Se trata de una enciclopedia online en la que los artículos no son introducidos por académicos de prestigiosas universidades, sino por los mismos usuarios que la utilizan como método de consulta. Wikipedia es un portal del saber participativo donde cualquier internauta puede escribir lo que le plazca y sobre lo que le plazca; el sistema lo acepta todo.
¿Cómo puede existir una enciclopedia participativa en Internet si se constata que la Red funciona como un club de minorías con gustos elitistas?
También son estos mismos usuarios los que tienen potestad para editar los artículos que leen, decidir su validez y corregir aquellos aspectos que consideren parciales o erróneos. La teoría en la que se basa Wikipedia es que los sitios web donde los internautas participan masivamente adquieren un cierto carácter autorregulador, propio de los grandes grupos sociales.
Es así como las pautas organizativas que, según las teorías de la Transmisión de la Información de Margalef, surgen espontáneamente en la realidad offline, se trasladarían a la Red de manera natural. En consecuencia, la afluencia masiva de lectores-editores a Wikipedia mantendría los artículos en permanente revisión y actualización, remediando la falta de control por parte de una élite académica.
Sin embargo, un artículo titulado La larga Cola de Wikipedia, que el Filósofo David Weinberger colgó en su blog, pone de manifiesto una contradicción intrínseca del portal: ¿Cómo puede existir una enciclopedia participativa en Internet si se constata que la Red funciona como un club de minorías con gustos elitistas? Weinberger aplica el modelo de la Larga Cola al comportamiento de los usuarios en Wikipedia y deduce que según el mismo, una minoría de artículos muy concretos atraerían la atención de la mayoría de los internautas mientras que otros temas más prosaicos apenas tendrían atención. En consecuencia, la revisión y actualización continua en que se basa Wikipedia sólo se daría en una mínima porción de sus contenidos.
A este respecto Jimmy Wales, cofundador de la enciclopedia, calculó hacia finales de 2004 que el 2,5 % de los usuarios hacen más o menos la mitad de las ediciones. Es lógico imaginar que dichos usuarios-editores tienen sus temas favoritos y que por tanto estos temas serían los más revisados y editados, confirmando así que Wikipedia responde al modelo de la Larga Cola. Y si es así: ¿qué ha pasado con la filosofía antielitista del portal?
el 2,5 % de los usuarios hacen más o menos la mitad de las ediciones
Larry Sanger, otro de los fundadores del portal, explicó en un artículo las razones por las que creía que Wikipedia debía abandonar su antielitismo, y precisamente una de ellas era que su filosofía hacía a la enciclopedia excesivamente elitista. Por otro lado, en la página que el portal dedica a las quejas, puede leerse que una de las más extendidas es su excesivo sesgo hacia los temas favoritos de los aficionados a la tecnología (geeks). De este modo, habría materias muy desarrolladas y revisadas (Ciencia Ficción, Informática, Tecnología, Internet…) y otras sin apenas actualización (Historia de los países del Tercer Mundo, Folclore…).
¿Un estadio intermedio?
En Ecología el modelo de la Larga Cola se corresponde a ecosistemas inmaduros, que son aquellos donde las especies minoritarias son las que mayor volumen de alimento consumen. Así es, por ejemplo, la sabana africana, donde las grandes fieras son minoritarias respecto a los rumiantes (ñues, búfalos y otros) pero se los comen. Es decir que minorías de la cadena alimenticia devoran a las mayorías siguiendo un modelo gráfico de curva exponencial.
En Ecología el modelo de la Larga Cola se corresponde a ecosistemas inmaduros
Sin embargo, y según las teorías de Margalef, a medida que el ecosistema va implementando la información adquirida a través de las sucesivas alteraciones del medio aprende a defenderse, por lo puede mantener cada vez más individuos vivos en los diversos estratos de la cadena de alimentación. Ésta es la situación propia de un ecosistema maduro y rico en biodiversidad. La curva exponencial se desdobla entonces sobre sí misma hasta conformar una Campana de Gauss, donde impera una amplia mayoría y las minorías quedan relegadas a los extremos. El modelo pasaría entonces a obedecer la Ley Débil de los Grandes Números. Este modelo es, por ejemplo, el que rige la distribución de riquezas en los países occidentales.
Traducido a Internet, esto significaría que la progresiva apertura y simplificación de las tecnologías de acceso (menos precio, más usabilidad, mayor formación…) propiciarán la entrada de nuevos usuarios a la Red, lo cual supondrá un aumento de la ‘biodiversidad’ y una ‘maduración’ en las sociedades que la rigen. Esto se traducirá en una ‘normalización’ de su comportamiento estadístico. En definitiva, que los gustos y preferencias que mandan fuera de ella pasarían a ser los que marcarían la pauta online. De este modo Wikipedia podría sobrevivir a sus contradicciones, pues los artículos que ahora son mayoritarios pasarían a ser menos populares, y aquellos a los que apenas se les presta atención encontrarían entre los nuevos internautas a sus fieles editores.