El aislamiento de la vivienda es fundamental para evitar fugas de calor durante la época invernal. En muchas ocasiones, una gran parte de la energía consumida en calefacción se pierde innecesariamente debido a un mal aislamiento térmico de los hogares, a pérdidas de calor importantes por un mal cierre de puertas y ventanas, etc.
De cualquier manera, todos deseamos mantener una temperatura confortable en el hogar y si es posible reducir el gasto en calefacción. Para conseguir esto únicamente hay que seguir una serie de consejos que detallamos a continuación:
–La forma más sencilla de mantener el calor en el hogar consiste en facilitar la entrada del mismo durante las horas de sol del día subiendo las persianas y abriendo los visillos. De esta forma aprovechamos el calor de la luz natural. En cambio, al anochecer debemos cerrar cortinas y persianas para evitar la pérdida de calor por los cristales.
–Otra medida básica que reduce las necesidades de calor es ventilar la vivienda el tiempo justo. En condiciones normales, diez minutos son suficientes para lograr que el aire de la habitación se renueve totalmente. Tener las ventanas abiertas más tiempo no resulta más higiénico, sino que lo que conseguimos es perder más calor y reducir la temperatura de la vivienda.
–El aislamiento en fachadas, ventanas, techos y suelos es nuestro principal aliado. La fugas de calor al exterior se producen por paredes, ventanas y persianas, principalmente, por lo que si aislamos bien estos elementos podremos ahorrar hasta un 40% en el gasto de calefacción.
·Paredes que dan al exterior. Es conveniente proteger perfectamente con materiales aislantes las paredes ya sean huecas o macizas. Existen diversidad de materiales para reforzar las paredes como son las placas de madera, el poliestireno o las más sofisticadas láminas de aluminio chapado.
·Ventanas. En el caso de ventanas sencillas las pérdidas de calor pueden ser hasta cuatro veces mayores que si se poseen dobles ventanas. Aún más eficaz es el doble acristalamiento con cámara de aire en su interior que evita escapes de hasta un 40% del calor. En cualquier caso, si no opta por el doble acristalamiento y las ventanas no cierran herméticamente debe instalar burletes adhesivos o bandas de espuma sintética o de goma, al igual que fijar los cristales con masilla o silicona. Con la instalación de estos burletes puede ahorrar entre un 5 y un 10% de energía.
·Persianas. La caja donde se enrolla la persiana es otro punto de fuga del calor. Para poder evitar pérdidas puede aislarse con paneles de corcho la estructura de la cara interior de la caja, además de sellar las rejillas con masilla o silicona.
·Puertas. En las puertas que dan al exterior pueden instalarse también juntas o burletes y utilizar para la parte inferior de las mismas perfiles especiales que no permiten la entrada de aire del exterior.
·Techos. Los últimos pisos de los edificios suelen ser los más fríos en invierno ya que la mayor cantidad de calor se desprende por el tejado. Para evitar la falta de aislamiento los inquilinos pueden instalar un falso techo de placas de yeso laminado o cubiertas a dos aguas que evitan la pérdida de calor al formar una cámara de aire. Asimismo en los desvanes y trasteros pueden colocarse fieltros en las vigas o utilizar aislantes granulados.