El spam o correo basura empieza a ser tan indigesto como el fiambre de lata del mismo nombre, y tan pesado como la canción de Monty Python que hizo famosa la palabra. Hoy que el correo electrónico es cosa común, muchos conocen la sensación de tener el buzón lleno de ofertas de consolidación de deudas, medicinas para las erecciones o, simplemente, intentos de estafa. La solución habitual es instalar en el PC un programa antispam, pero hay una alternativa: bloquear los mensajes antes de que lleguen.
Antispam de PC o antispam de servidor
Los programas antispam para PC son efectivos pero, al igual que los antivirus, tienen que actualizarse. El problema es que los spammers aprenden a saltarse las barreras y filtros que interponen estos programas: cambian de servidor cada poco tiempo para que no se les pueda identificar y, además, introducen faltas en las palabras del asunto, con lo que los spam no son detectados automáticamente. También emplean otros muchos trucos. Casi podría decirse que es una batalla perdida.
Los spammers pueden saltarse los filtros del escritorio cambiando de servidor o poniendo faltas en el asunto del mensaje
Antes de que un mensaje se descargue a la bandeja de entrada, llega a un servidor de correo electrónico. Por lo general se trata del servidor POP3, una máquina conectada a Internet permanentemente cuyo trabajo consiste en almacenar los mensajes de los usuarios a la espera de que éstos pulsen el botón ‘Enviar y recibir’. Pues bien, se puede filtrar el spam en el propio servidor POP3, antes de que llegue al usuario.
Esto no se puede hacer instalando un programa en el PC del usuario. Por el contrario, se trata de que el servicio antispam esté instalado en el propio servidor de correo. Aquí es donde entra en escena el administrador de red, si se trata de una empresa que proporciona correo a sus empleados, o, si se conectan desde casa, el proveedor del servicio de acceso a Internet por ADSL, por ejemplo.
A este respecto, la mayoría de los usuarios no tienen por qué saber cómo se configuran los filtros antispam desde el servidor, puesto que el mismo no está bajo su control y, por tanto, no tienen atribuciones para hacerlo. Sin embargo, conviene mirar a la hora de contratar un proveedor de Internet, o servicio de correo web (Yahoo! Messenger, MSN Messenger, Gmail…), si entre los servicios que ofrece está el filtrado de spam para los correos.
Hay soluciones para bloquear el spam en el servidor basadas en software libre. La más famosa y utilizada es Spam Assassin, que se puede activar en los servidores de Internet Apache, los más usados en la web en todo el mundo. También hay otras soluciones comerciales, como las de Symantec o Kaspersky, dedicadas a las redes corporativas y que realizan este mismo trabajo.
Los servicios antispam externos
Todavía hay otra opción para los sufridos receptores de correo basura: contratar un servicio de filtrado externo. En este caso una empresa se encarga de recibir todos los mensajes de correo de un usuario en sus propias máquinas, filtrarlos, y hacerle llegar sólo los mensajes relevantes. El usuario no tiene que instalar ningún programa y, en el caso de las empresas, tampoco es necesario configurar aplicaciones dentro de la red corporativa. Además, como el correo se filtra previamente, da igual que se reciba en el PC o en el teléfono móvil, por ejemplo.
Compañías como SPAM Fighter ofrecen el alquiler del filtrado de correo como servicio externo, además de vender sus otros productos antispam para particulares y empresas. El precio del antispam externalizado durante un año es de 205 euros para una empresa con cinco usuarios, y 16 euros por usuario adicional. Se ofrecen 30 días de prueba gratuita.
La empresa española Spamina ofrece su propio sistema de protección antispam externo. Para configurarlo basta con introducir el nombre del servidor de correo electrónico y las contraseñas de la cuenta que se desea proteger. Ha dos opciones de filtrado. El filtrado garantizado requiere que el usuario configure el filtro, pues se basa en una lista negra de mensajes no deseados y una lista blanca de mensajes que se autorizan siempre. El filtrado automático usa hasta 600 reglas para descubrir si un mensaje es spam. Spamina cuesta 49 euros al año para una sola cuenta, y también dispone de una demostración gratuita durante 30 días.
Además de las soluciones ‘software’, es decir, mediante programas, también es posible prevenir el correo basura con aparatos dedicados específicamente a ello. Es el caso de los cortafuegos físicos, dispositivos que se conectan a la entrada de la red de ordenadores. Algunos de estos modelos, como los de Barracuda, protegen además contra virus y programas espía. Estos dispositivos se actualizan automáticamente y soportan grandes cantidades de mensajes de correo.
