Las peores contraseñas
NordPass, uno de los gestores de contraseñas más conocidos, publica cada año un listado con las contraseñas más comunes. Estas claves, por supuesto, coinciden con las peores, pues la creatividad de los usuarios para construirlas es mínima y la facilidad para descifrarlas, enorme.
En el ranking mundial de las contraseñas de 2022, que reúne a millones de claves de usuarios de 30 países, figuran combinaciones tan poco originales como:
- secuencias sencillas de números: 123456, 123123, 11111, 00000…
- series muy simples de letras de teclado: qwerty, asdasd, asdfghj, zxcvbnm…
- palabras comunes: password, dragon, monkey, guest, vip, princess…
- deportes y nombres propios relacionados con ellos: football, baseball, soccer, basketball, Jordan, Juventus…
- expresiones muy utilizadas, como iloveyou.
- nombres propios y personajes de ficción: Superman, Naruto, Batman, Starwars, Matrix, Danny, Pokemon…
🔴 Las claves más usadas en España
Y en nuestro país, además de estas contraseñas, se cuelan nombres como España, Barcelona, Alejandro, Carlos, Realmadrid, Gemeliers, Cristina o Andrea, expresiones como tequiero o teamo y otras palabras como swing, patata, estrella, chocolate o gratis.
Consejos para crear la contraseña perfecta
La inmensa mayoría de los servicios online cuentan ya con funciones que nos dirán si estamos utilizando una contraseña débil o fuerte. Pero no está de más conocer los factores que determinan su seguridad.
▶️ Fortaleza y longitud
Hay que crear claves que contengan mayúsculas, minúsculas, números y símbolos especiales. Además, deben ser lo más largas posibles con un mínimo de 12 caracteres.
▶️ Caducidad
Tenemos que ser conscientes de que no podemos usar las mismas para siempre. Hay que cambiarlas, al menos, cada año.
▶️ No repetir las claves
No deberíamos tener dos o tres contraseñas e ir cambiándolas.
▶️ No usar términos relacionados con nuestros datos
Tampoco hay que utilizar patrones reconocibles como pueden ser nombres familiares, la calle de nuestra dirección, el año de nacimiento… Esto hace que, por simple combinatoria, si se filtran esos datos (o los publicamos en las redes sociales), puedan llegar a dar con nuestras claves.
▶️ No confiar solo en ellas
Existen sistemas de autenticación de múltiples factores (AFM) que permiten que, aunque tengamos la contraseña perfecta, si nos la roban no la puedan utilizar.