¿Sube el pan? Subida en cadena
¿Has notado que con 50 euros traes cada día menos productos a casa? No es una impresión tuya; la causa es la inflación. Los datos del INE demuestran que está disparada: la tasa de variación anual del IPC del mes de junio se sitúa en el 10,2 %, un punto y medio por encima de la registrada en mayo, y la tasa anual de la inflación subyacente aumentó seis décimas, hasta el 5,5 %
¿Por qué está todo más caro? Sin duda, la actual subida de precios se está dando en una clave multifactorial, indica José Manuel de las Heras, coordinador estatal de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos. Producir cuesta más a todos, y esto se traslada al consumidor. Es una subida que afecta a toda la cadena: productores, intermediarios, transportistas, distribuidores… hasta llegar, sin remedio, a la cesta de la compra.
Principales causas de la subida de los alimentos
Producir cuesta más y, obviamente, todo se encarece. Desde el segundo semestre de 2021 «se venía apreciando un incremento en los principales costes de producción del sector agrario, como los fertilizantes o los piensos, además de otros insumos como la electricidad», admite De las Heras. Esta tendencia se ha intensificado con mayor virulencia en el contexto bélico en Ucrania. Veamos las causas una a una:
🔸 Sequía y pérdidas de cosechas
La sequía guarda relación directa con la economía. Por ejemplo, si no hay pasto, hay que comprar pienso para alimentar al ganado, lo que encarece los gastos del ganadero.
Respecto a las cosechas, si se pierde una parte de la misma, la parte que se salva se encarece, ya que hay poca oferta pero la demanda continúa. Además, si no se pueden producir determinados productos en España, es preciso recurrir a las importaciones, lo que encarece aún más el precio de venta.
Cuando estos productos llegan al supermercado, su importe se ha incrementado de manera notable. Sin embargo, como señala De las Heras, agricultores y ganaderos no tienen poder de mercado para imponer cotizaciones a sus productos por encima de sus costes.
Así, pues, el precio sube más por el camino. De hecho, el Observatorio de Precios de los Alimentos que publica el Ministerio de Agricultura marca diferencias entre el precio en origen y el precio final en una media del 130 % (en muchos casos supera el 200 %).
🔸 Precio de la luz disparado
Este año los embalses están muy por debajo de sus valores medios, y además no ha llovido. En este contexto, generar electricidad es más caro. ¿Cómo se traduce el aumento desorbitado del precio del megavatio hora en un supermercado?
Para un comercio, el coste disparado de la luz «supone un aumento brutal del gasto de mantenimiento. Así, los supermercados tienen neveras, cámaras enfriadoras… Sin olvidar la climatización del local y la iluminación», explican fuentes expertas en energía eléctrica. Según estiman:
- La mitad de la demanda energética de un súper proviene de los equipos de refrigeración; es decir, de las cámaras de frío, neveras, etc., que además están en funcionamiento las 24 horas.
- Según la zona geográfica en la que se sitúe el supermercado, la climatización puede rondar el 25 % o 35 % del consumo energético.
- Solo el 18 % de energía eléctrica se destina a la iluminación.
Obviamente, lo más caro es la refrigeración, que además es constante. En este aspecto también hay que tener en cuenta que la subida de la factura eléctrica obliga a gastar más para mantener los alimentos en las instalaciones logísticas.
🔸 Combustible más caro
Todos padecemos a diario la subida de los carburantes. Hasta llegar al supermercado, los alimentos deben ser transportados, y el coste de los trayectos es sensiblemente mayor hoy que hace un año, a pesar de las ayudas del Gobierno y la pequeña bajada de las últimas semanas (por debajo de los 2 euros el litro, según los datos actualizados a 28 de julio).
Un combustible más caro y un transporte más caro tienen su repercusión en el precio final del producto.
🔸 Guerra en Ucrania: cereales por las nubes
La guerra ha sido un elemento más (y de mucho peso) para contribuir a la subida de los precios. Ucrania es el granero de Europa, con una producción de cereal del 70 %. Además de ser necesario para alimentar a ganado como el porcino, es básico para hacer pasta, pan, galletas… Cuando la materia prima escasea, los productos suben de precio.
🔸 Crisis de suministros
La ley básica del mercado es la oferta y la demanda. Para que los precios se mantengan, debe haber equilibrio entre ambas. En el caso de cientos de productos, que al final llegan hasta el súper, la oferta está estancada.
La pandemia de covid-19 también ha jugado en ello un importante papel. La paralización de la actividad en los momentos más duros de la enfermedad ha supuesto importantes retrasos de producción. En el caso de cientos de productos, apenas hay envíos, mientras que la demanda continúa. Con las mismas o más peticiones y una escasa oferta, el precio no hace más que subir sin parar.