Hace más de una década SOS Racismo viene analizando y denunciando las violaciones de los derechos humanos en la Frontera Sur. Una frontera que, a consecuencia de las políticas migratorias que se desarrollan en España y en la Unión Europea, se ha ido extendiendo más hacia el sur. Así, en el informe que esta ONG acaba de publicar bajo el título ‘Informe Frontera Sur 1995-2006: 10 años de violación de los derechos humanos’, se recogen importantes testimonios obtenidos el pasado año en los campamentos autogestionados por los propios ciudadanos provenientes del África subsahariana, además de un total de 379 devoluciones irregulares, documentadas. Devoluciones que pretenden «invisibilizar» la historia de cada una de estas personas y negarles los derechos y garantías reconocidos en la Ley de extranjería, tales como asistencia letrada, asistencia médica e intérprete, aplicable desde el momento en que pisan territorio español.
El año pasado las vallas de Ceuta y Melilla fueron un escenario dramático en el que perdieron la vida catorce personas ,
El año pasado las vallas de Ceuta y Melilla fueron un escenario dramático en el que perdieron la vida catorce personasonce de ellas asesinadas a tiros por la policía cuando intentaban cruzar la frontera desde territorio marroquí. A estas muertes se suman, al menos, las de 24 personas que fallecieron en el desierto del Sahara cuando fueron abandonadas por el gobierno de Marruecos, tras ser expulsadas desde territorio español. Además de las vulneraciones y abusos que sufrieron miles de personas que esperaban la oportunidad de pasar al otro lado de la valla, muchas de ellas solicitantes de asilo.
«Este año la tragedia ha trasladado su escenario a las aguas del Atlántico, donde han perdido la vida cientos de personas, no sabemos cuántas, que partían desde las costas de Mauritania hacia Canarias», aseguran desde Sos Racismo.
SOS Racismo explica que la grave situación requiere de unas medidas a corto y otras a medio plazo, entre las que destaca las siguientes:
- Resolver la situación de precariedad de los cientos de personas internadas en los centros de canarias dotando de recursos y de dignidad estas instalaciones.
- La revocación de las órdenes de repatriación de aquellos desplazados a la península como medida necesaria para dejar de abocar a la exclusión a estas personas.
- Garantizar los derechos contemplados en la propia ley de extranjería de asistencia letrada e intérpretes.
- Abrir vías legales de entrada para los ciudadanos africanos, exención de visados, visado de búsqueda de empleo, extensión real y efectiva de la acción diplomática entre otras cuestiones.
- Estructurar un nuevo discurso alternativo no basado en utilizar la inmigración como arma electoral sino en la pedagogía social y en la lucha contra el racismo y la xenofobia.