Intermón Oxfam asegura que el 70% de la ropa de bajo coste se hace en países donde no hay garantías de que se respeten los derechos básicos de los trabajadores y trabajadoras que la realizan. Sometidos a jornadas interminables, se les prohíbe asociarse para defender sus derechos y, además, ganan salarios muy bajos. En este sentido, la ONG ha denunciado que «la patronal del textil se ha desentendido de estas cuestiones y ha hecho oídos sordos a las demandas de las organizaciones que exigen responsabilidad social a las empresas».
Por esta razón y con el eslogan «Tira del hilo», como parte de la campaña ‘Comercio con justicia’, Intermón ha puesto a disposición en su página web un formulario para exigir a la Federación Española de Empresa de la Confección (Fedecon) que facilite a las empresas textiles formación, criterios y procedimientos que garanticen que la ropa se realice en condiciones dignas.
Algunas empresas españolas de confección han comenzado a tomar medidas para controlar las condiciones de precariedad
Algunas empresas españolas de confección han comenzado a tomar medidas para controlar las condiciones de precariedaden que se producen sus prendas. «Pero su esfuerzo será insuficiente si el conjunto de la industria española no es consciente de esta situación y toma medidas para remediarlo», asegura la ONG. «Hoy por hoy no podemos tener garantías de que la ropa de marca española que vestimos se realiza de manera digna», añade.
La mujer es la principal víctima de esta situación, ya que representa entre el 75% y el 90% de la fuerza de trabajo que corta y cose la ropa que nosotros- los países del primer mundo- vestimos. Tres de cada cinco trabajadoras de la confección, al menos 15 millones de mujeres, trabajan sin contrato ni cobertura social de ningún tipo
Al menos 15 millones de mujeres trabajan sin contrato ni cobertura social de ningún tipo. Cobran 10 céntimos por hora en Bangladesh, 30 céntimos en China y Bulgaria, y 70 céntimos en Marruecos. La carrera” de las empresas por abaratar costes parece no tener límites y contribuye a agravar esta situación”
Intermón recuerda que durante el Mundial de fútbol de Alemania las grandes marcas deportivas gastaron millones de dólares en publicidad mientras ahorraban costes al producir muchos artículos en zonas francas de exportación de países asiáticos donde no se respetan los derechos laborales internacionales.