Más de 20 razas de hámster, pero no todas son mascotas
El nombre científico del hámster es cricetino (cricetinae). Pertenece a la familia de los roedores múridos y su hábitat natural en libertad son las estepas, dunas de arena y los desiertos. Esta es la teoría, porque en la práctica se distribuyen por todo el planeta a excepción de la Antártida, por sus bajas temperaturas.
Hay más de una veintena de razas de hámster diferentes y no todas son domesticables. Aunque hay teorías que sostienen que los hámsteres se han tenido como mascotas desde el siglo XVIII, la Asociación Médica Veterinaria de Louisiana asegura que no fue hasta su llegada a Estados Unidos en 1936 cuando fueron domesticados. En la actualidad, son cinco las razas que se pueden tener como animal de compañía: Ruso, Sirio o Dorado, Roborovski, Chino y Campbell.
Qué necesita un hámster
Aunque suelen adaptarse sin problemas y dan pocos quehaceres, es imprescindible buscarles una jaula con espacio suficiente para que puedan moverse y jugar sin impedimentos. También hay que cuidar la dieta evitando comidas que puedan provocarles problemas de salud: sí, sintiéndolo mucho, el queso (y otras tantas cosas humanas) está prohibido. Respetar sus horas de descanso, instalarlo en zonas poco ruidosas y no someterlo a estrés son otras recomendaciones para garantizar el bienestar de los pequeños hámsteres.
🐹 Jaula
El pequeño tamaño de estos animales puede hacer pensar que necesitan poco espacio, cuando es justo al contrario. Son muy activos, adoran corretear y esconderse. Por ello, la jaula debe ser amplia (puede tener dos pisos, pero la altura no debe ser excesiva) y acorde a la talla del hámster cuando alcance la edad adulta.
- Para las razas más pequeñas, lo idóneo es que mida 70 x 45 centímetros.
- Los animales de razas grandes necesitan unos 80 x 45 centímetros.
La jaula debe tener barrotes metálicos y, si es posible, apertura lateral para poder coger al roedor con facilidad y sin causarle demasiado estrés. Hay que evitar las paredes de plástico puesto que impiden una correcta ventilación, imprescindible durante el verano.
Es aconsejable limpiar la jaula, al menos, una vez a la semana: basta con un poco de agua y jabón para dejarla como nueva.
🐹 Suelo y lecho
Recubrir el suelo de la jaula con el material adecuado es vital para que el hámster pueda mantener su entorno limpio y conservar la temperatura que necesita. Hay muchos sustratos vegetales para elegir, desde virutas de madera, papel prensado, mazorca de maíz o arenas. Lo mejor es ir probando hasta descubrir cuál se ajusta mejor a las necesidades de la mascota. Sobre el sustrato hay que colocar algo de lecho, como heno o paja, para que el animal descanse con comodidad.
🐹 Bebedero y casita
La hidratación es muy importante. El bebedero, mejor de botella para colgarlo en los barrotes, siempre debe contar con agua, que debe ser repuesta a diario.
A los hámsteres les gusta resguardarse para dormir, por lo que necesitan un espacio adaptado a su tamaño que les proporcione el cobijo necesario. Estas “casitas” pueden ser de madera, coco o barro, pero nunca de plástico.
🐹 Alimentación adecuada
Los hámsteres comen semillas, granos, nueces, maíz, frutas y vegetales. En libertad también se alimentan de insectos, otros animales pequeños y plantas.
Los piensos preparados resultan fantásticos para proporcionar al animal las vitaminas, minerales y proteínas que necesita. Podemos completar la dieta con pequeñas porciones de frutas (sin pepitas) y verduras frescas, además de frutos secos (avellanas, castañas y nueces).
En cuanto a la cantidad de comida, unos 10-15 gramos al día (varía en función del tamaño y la especie) es más que suficiente. Por lo general son animales muy activos, pero algunos tienen al sedentarismo y cogen peso con facilidad.
🐹 Accesorios
Uno de los mayores atractivos de estos roedores es que son muy juguetones. Les encanta explorar, subir y bajar rampas, colgarse de los barrotes o esconderse. Para satisfacer estas ansias de juego, hay muchos accesorios donde escoger: ruedas (son fundamentales), puentes, hamacas, tubos, juguetes de madera para masticar… Conviene comprarlos en establecimientos especializados para asegurarse de que no están fabricados con materiales tóxicos.
Conductas que debes evitar con un hámster
Muchas veces, llevados por el entusiasmo, pasamos por alto que los animales necesitan que respetemos su espacio y sus ritmos vitales. Es importante evitar ciertas conductas que, aunque puedan parecer inocuas, repercuten en el bienestar de esta mascota.
❌ Despertarlos cuando duermen
El hámster es un animal nocturno. Su ciclo de mayor actividad es inverso al nuestro. Por la noche juega, come, rasca el suelo y corretea. No es que sea excesivamente ruidoso, pero sin duda sabrás que está despierto. A cambio, de día, echará largas cabezadas. Durante esas horas conviene dejarle descansar y no interrumpir su sueño.
❌ Colocarlos junto a una ventana
Tener la jaula junto a una ventana sometida a una corriente de aire o expuesta al sol no es buena idea. Tampoco hay que ubicarla bajo el aire acondicionado (sea de frío o de calor) o próxima a un radiador. Son animales algo delicados y pueden enfermar. Es mejor buscar un sitio ventilado, donde la temperatura media sea de 20-22 grados.
❌ Poner la jaula en un sitio ajetreado
Aunque no pare quieto, el hámster necesita paz y serenidad. Someterlo a mucho estrés puede afectar a su salud. En casa, instala la jaula en un lugar tranquilo, no demasiado expuesto al ruido o a la luz. Procura que los niños no le incomoden constantemente.
❌ Tener varios en la misma jaula
El hámster es un animal bastante territorial, por lo que no conviene buscarle otro congénere para que comparta jaula. El Sirio, en concreto, es bastante especial y puede llegar a agredir fatalmente a su compañero.