Baldosas de estilo rústico

Las piezas cerámicas de gres recrean este tipo de ambientes gracias a colores ocres y acabados antideslizantes e irregulares
Por EROSKI Consumer 5 de diciembre de 2006
Img gresrustico
Imagen: M

El gres rústico es un material excelente para recrear ambientes sencillos y naturales. Sus tonalidades en color tierra, «ocre a pardo muy oscuro», según explica la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER), lo hacen idóneo para decorar baños, cocinas, fachadas, terrazas y, en general, cualquier espacio de interior y exterior, «siempre que sea resistente a la helada».

Se trata de baldosas cerámicas con una absorción de agua baja o media-baja, moldeadas por extrusión. Por lo general, igual que el gres porcelánico, estas piezas no están esmaltadas y tienen un acabado irregular. Asimismo, se pueden encontrar con formas rectangulares o cuadradas, aunque también se fabrican «hexágonos, octógonos y una gran variedad de piezas complementarias y especiales«. Estas últimas se pueden usar en peldaños, rodapiés o vierteaguas, ya que sus prestaciones mecánicas son «mayores que las del barro cocido», señala ASCER.

El gres rústico presenta una gran resistencia al rayado, a la helada y al choque térmico. Además, estas baldosas son antideslizantes e idóneas para colocar, por ejemplo, en el borde de la piscina.

Tipos

Existen varios tipos de gres rústico en función del sistema de moldeo, su diseño y acabado. La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos distingue:

  • Baldosas «quarry tiles», que se denominan así por su similitud con las baldosas del mismo nombre tradicionales en Inglaterra.

  • Baldosas dobles separables o «spaltplatten», que se moldean por extrusión simultánea de dos piezas. En concreto, el proceso consiste en unir ambas piezas por las estrías del dorso y separarlas tras la cocción mediante un golpe seco. Ese golpe es el que deja las estrías con un perfil distintivo de la rotura.

  • Baldosas de «gres salado». En este caso, sobre la cara vista de la baldosa se proyecta sal común durante la cocción, lo que confiere a las piezas una película con brillo de efecto decorativo, «pero con baja resistencia a la abrasión, por lo que se pierde rápidamente si se usa en suelos», incluso aunque estos tengan un tránsito poco intenso, asegura ASCER.

Moldeo por extrusión

La pasta de la baldosa se pasa por una matriz que da forma a la pieza

La fabricación de piezas por extrusión es un proceso sencillo que consiste en “hacer pasar una columna de pasta, en estado plástico, a través de una matriz que forma una pieza de sección constante”. Una cortadora se encarga de limitar el tamaño de cada baldosa. Posteriormente, tras el secado, se realiza la cocción que, al contrario que en el resto de las piezas, es un único paso. “Las baldosas no esmaltadas se someten a una cocción única”, recuerda ASCER. En el caso del gres, además, las piezas son tratadas hasta obtener un brillo característico.

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