En ocasiones, las paredes y techos no presentan buen estado. El paso del tiempo, la humedad o una fisura mal sellada favorecen la aparición de grietas que afean la superficie en la que se localizan. Sin embargo, eliminar estos desperfectos no es difícil. Se pueden ocultar con una masa especial y recubrirlos después con el revestimiento más adecuado, ya sea papel, pintura u otros materiales como el corcho.
Las grietas en paredes y techos pueden aparecer por diferentes motivos. Por ello, cuando se detecta una fisura es importante descubrir su origen. El paso de los años o el propio asentamiento de las paredes pueden dar lugar a la aparición de grietas, aunque en ocasiones se pueden formar debido a averías mayores, como un escape de agua.
Las pinturas oscuras camuflan muy bien los arreglos, pero hacen más visibles las grietas
Algunas técnicas de aplicación de la pintura permiten disimular estas imperfecciones. El primer paso es limpiar la propia grieta de cualquier resto anterior de pintura. Posteriormente, se rellena con yeso o una masilla especial, se deja secar, se alisa la superficie y se aplica sobre ella la pintura nueva.
Hay que tener en cuenta que los colores oscuros dejan ver mejor las grietas cuando aparecen, pero dificultan la visibilidad de cualquier arreglo. Por su parte, los colores claros camuflan correctamente la masilla, pero puede ser necesario aplicar más capas hasta ocultarla por completo.
Esponja, trapos o rodillo
En cuanto a las técnicas, se puede pintar con esponja, trapos o rodillos rugosos para conseguir un acabado texturizado o un efecto estuco. Si se emplea una esponja, la pared adquiere dibujos tipo «nube» o que imitan el granito. Además, el uso de esponjas naturales permite difuminar los colores y aclarar los tonos más oscuros.
Las esponjas naturales consiguen efectos que imitan el granito y permiten difuminar los colores
Por su parte, la técnica del trapeado resulta muy sencilla, ya que basta con empapar los paños en pintura y aplicar sobre la pared a la vez que se les da vueltas. Si existen agujeros, lo ideal es aplicar un producto que los cubra -preferiblemente en polvo o yeso- y, posteriormente, aplicar la pintura.
También se suele emplear la técnica del gotelé para disimular las imperfecciones. El tamaño del grano, que se consigue con una máquina denominada tirolesa -utilizada para aplicar de forma rápida y fácil esta técnica decorativa-, deberá tener un tamaño proporcional al de las imperfecciones que se quieren disimular.
La técnica del marmoleado es también muy útil para hacer menos visibles las grietas. Consiste en aplicar una masilla hasta dejar la pared completamente lisa. Para ello, se puede emplear una espátula o una llana. Posteriormente, la imitación del mármol se consigue pintando vetas, que se pueden difuminar con una espátula, o mezclando tonos diferentes sobre la pared.
El marmoleado se consigue pintando vetas en un tono más oscuro o mezclando varios colores sobre la pared
Si se prefiere, se puede aplicar un color en el fondo y aplicar un segundo color con una esponja. Las vetas de mármol se pueden pintar de este mismo color o recurrir, incluso, a un tercer tono más oscuro. Es preferible pintar las vetas con un pincel para conseguir un efecto más real.