En lo que al correo electrónico se refiere, la etiqueta en la Red (más conocida como ‘netiqueta’) no ha cambiado mucho en diez años: usar mayúsculas sigue siendo gritar; mandar HTML en lugar de texto sigue siendo innecesario y grosero, y cada vez más gente se molesta cuando les llega un correo masivo sin proteger su privacidad usando la copia oculta. La norma más importante, sin embargo, se va quedando obsoleta: hace diez años, enviar un mail de más de 100 Kilobytes podía acabar con las amistades más entrañables.
Hoy en día, con el aumento del ancho de banda, la capacidad de los clientes de mensajería e iniciativas como los 3 Gigabytes de almacenaje online que regala Gmail, la gente se envía hasta vídeos de la comunión de sus sobrinos del pueblo sin que corra la sangre. Ahora Pando viene a rematar la jugada moviendo hasta un ‘giga’ por Internet sin el menor problema.
Lo que cabe en un ‘giga’
Hay versiones de ‘El Señor de los Anillos’ comprimidas en un ‘giga’. No son de la mejor calidad, pero son tres películas de cuatro horas cada una. Si se reduce la ambición a ‘2001, Odisea del Espacio’ o ‘Apocalipse Now’, se puede tener una copia de calidad excelente en menos de un ‘giga’.
En todo ese espacio cabe la discografía completa de Public Enemy (el mejor grupo de hip hop de la historia) o el vídeo entero de la boda de un familiar filmada en alta definición. Un ‘giga’ es mucho sitio. Si el usuario quisiera enviar un archivo adjunto de esas proporciones por correo, lo más probable es que el mensaje rebotase antes de llegar a su destino, incluso en servicios con la manga tan ancha como Gmail.
Si el usuario quisiera enviar un archivo adjunto de un ‘giga’ por correo, lo más probable es que el mensaje rebotase antes de llegar a su destino
En estos días, la mayor parte de los usuarios deseosos de compartir archivos de peso lo hacen a través de terceros, subiendo fotos, vídeos o documentos a un servidor (por ejemplo en Flickro Picassa Web Album) y enviando a sus amigos el enlace correspondiente. Pero hasta Youtube tiene sus limitaciones (concretamente, un máximo de 100 Megabytes). La dependencia del servicio es total (puesto que los archivos estan todos en sus servidores) y el formato y la calidad del resultado final queda muy lejos del control y de los deseos del usuario.
A medida que la capacidad de almacenaje del usuario y la de sus dispositivos habituales crece imparablemente, hace falta un sistema que le permita enviar y recibir el material de manera privada y segura. Pando permite enviar documentales, discos o vídeos con la calidad original, sin colapsar el sistema y sin depender de intermediarios.
Rentabilizar el P2P
El truco está, como ocurre con All Peers, en aprovechar los sistemas de intercambio de archivos ‘Peer-to-peer’ (P2P), concretamente BitTorrent, para agilizar el envío de datos entre los usuarios de la Red. El servicio es gratuito y compatible con Windows XP y Apple OS X. Una vez instalado se pueden enviar gigantescos archivos adjuntos por cuenta del servicio (desde su propia interfaz) o desde la cuenta de correo habitual, siempre y cuando sea Yahoo! Mail, Hotmail, AOL Mail, Gmail o Outlook Express.
El truco está en aprovechar los sistemas de intercambio de archivos P2P para agilizar el envío de datos entre los usuarios
La magia de Pando consiste en convertir el paquete en un archivo mucho más pequeño de lo que contiene, como la chistera de un mago que contiene varias familias de palomas y conejos blancos. Una vez seleccionado el archivo a enviar, Pando lo recoge, lo reduce y lo envía rápidamente (más o menos dependiendo de la conexión) al destinatario, que encontrará el archivo en una carpeta llamada ‘My Pando Packages’; los de Mac, en ‘Pando Packages’.
Evidentemente, ambas partes de este intercambio tienen que haber instalado el software y tener su correspondiente nombre de usuario y contraseña personal. Pando guarda una lista de ‘recibidos’, que advierte al usuario de todos los paquetes descargados sin que éste tenga que abrir ninguna de las carpetas.