La conciencia ecológica de los consumidores es cada vez mayor, y los oficinistas no parecen una excepción. Según una reciente investigación del fabricante de impresoras Lexmark, un 81% de los españoles afirma tener una actitud respetuosa con el medioambiente en la oficina.
El estudio, basado en encuestas a empleados europeos, sostiene que en las oficinas se ahorra cada vez más papel, al leer por ejemplo los documentos en el ordenador antes de imprimirlos, o al utilizar las hojas por las dos caras. Los trabajadores de este sector también parecen ser conscientes de la importancia del ahorro energético, y el apagado de los aparatos o luces que no se usan es cada vez más corriente. Sin embargo, parece que todavía no se reciclan muchos cartuchos de impresora o toner: tan sólo un 48% los deposita en la papelera de reciclaje y un 17% los tira incluso directamente a la basura.
Italianos y españoles se consideran los más ecológicos, aunque son ingleses y alemanes los que tendrían una percepción más cercana a la realidadPor profesiones, los abogados parecen los más responsables con el medio ambiente: Un 88% afirma apagar sus PCs al acabar el trabajo, y un 67% recicla el papel desperdiciado, frente al por ejemplo 55% de los trabajadores de servicios financieros. El estudio concluye que italianos y españoles se consideran los más ecológicos, aunque son ingleses y alemanes los que tendrían una percepción más cercana a la realidad.
No obstante, no todo parece tan optimista. Una investigación de la organización ecologista Greenpeace denunciaba recientemente la presencia en oficinas españolas de productos papeleros fabricados por empresas chinas e indonesas implicadas en talas ilegales, destrucción de bosques y violación de derechos humanos.
El informe, denominado «Crimen forestal en la oficina» detalla las prácticas de algunas de estas empresas, y denuncia el caso concreto de la papelera APP, cuyo papel de oficina, Office Print, Paperón y Epaper son distribuidas por la empresa española IDISA. La compañía española Torras Papel también ha reconocido comprar productos papeleros de APP a través de su filial DIPSA.
Consejos para ser más ecológicosLos empresarios y empleados pueden asumir ciertos hábitos, en muchos casos muy sencillos, para contribuir a mejorar el medio ambiente, que se pueden resumir en las famosas tres erres del ecologismo: Reducir, reutilizar y reciclar, o en los criterios formulados por la Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
A la hora de comprar papel, material de oficina, muebles, etc., conviene fijarse si llevan ecoetiquetas, especialmente oficiales, y que sean reciclados siempre que sea posible. Por ejemplo, el certificado del Consejo de Administración Forestal (FSC en sus siglas inglesas) garantiza que el mobiliario de madera ha sido elaborado con criterios ecológicos, sostenibles y socialmente justos y solidarios. Por su parte, hay que tener en cuenta que bolígrafos, cartuchos de tinta, pilas, vasos de plástico, etc., contienen diversos compuestos peligrosos para el medio ambiente y la salud. Por ello, conviene ampliar su vida útil y reciclarlos convenientemente.
El ahorro energético también puede conseguirse de diversas maneras: Comprando electrodomésticos, equipos de oficina, bombillas, etc. con una elevada eficiencia energética, o apagando los ordenadores – o cuando menos la pantalla – si no se están utilizando. Asimismo, la iluminación puede suponer hasta el 30% de la factura energética del total de una oficina, por lo que es muy recomendable asumir criterios ecológicos.
En cuanto a los sistemas de climatización, es mejor utilizarlos sólo cuando sea estrictamente necesario, aprovechando antes la regulación natural de la temperatura. Por su parte, consumir sólo el agua imprescindible, y arreglar lo antes posible los goteos de grifos y cisternas rotas, que pueden despilfarrar hasta 30 y 150 litros de agua al día, respectivamente.
Asimismo, los desplazamientos del domicilio al lugar de trabajo son la causa más importante de atascos, ruidos, contaminación, etc. Por ello, la utilización de transporte colectivo, o compartir un vehículo entre varios compañeros de trabajo, son algunos consejos para reducir este impacto ambiental.
Imagen: Rodolfo ClixLa Organización Mundial de la Salud (OMS) evalúa entre un 25% y un 30% el número de trabajadores del sector servicios que padecen de alguna manera el síndrome del edificio enfermo. Por ello, diversos estudios demuestran que la mejora del ambiente de trabajo no es un coste, sino una inversión: Una oficina sostenible es capaz de conseguir un aumento de la productividad de sus ocupantes de entre el 4% y el 8%.
En este sentido, cada vez más empresas en España empiezan a ser conscientes de ello, e incorporan en sus edificios criterios sostenibles bioclimáticos y certificaciones ambientales. Por ejemplo, Mapfre ha conseguido recientemente la certificación medioambiental ISO 14001 para su sede corporativa en Majadahonda (Madrid), donde trabajan unas 1.300 personas.
Por otra parte, la certificación “LEED” (Líderes en Diseño de Energía y Medioambiente en sus siglas inglesas), otorgada por el Green Building Council de los Estados Unidos garantiza que los edificios que la obtienen son más sanos, inciden menos en el medioambiente, su operación y mantenimiento son más baratos (de un 20% a un 60%) y, en algunos casos, cuestan menos construir.
Según el Consejo Construcción Verde España (CCVE), en el mundo hay más de 1.700 edificios, la mayoría de ellos de oficinas, que están en trámite de conseguir o han conseguido esta certificación. En España, y en concreto en Madrid, dos edificios lo pueden mostrar orgullosos: Por un lado, el parque empresarial Alvento de Metrovacesa, siendo además el primero en conseguirlo en España y Europa. Por otro lado, la sede central de Sanitas, que ha sido usada por el CCVE para adaptar esta normativa al mercado español.