Senderismo, excursionismo o trekking son palabras, tal vez no sinónimas, pero sí que expresan un significado parecido. Así, la Federación Española de Montañismo y Escalada (FEDME) define el senderismo como «la actividad deportiva no competitiva, que se realiza sobre caminos balizados, preferentemente tradicionales, ubicados en el medio natural; busca acercar la persona al medio natural (…)».
Está recomendado y es apto para todos los públicos, desde los más jóvenes hasta los mayores. Aunque, el estado de forma física de cada uno determinará los itinerarios más o menos dificultosos que se afronten por cada decidido senderista. El grado de dificultad y la distancia que se vaya a superar irán estrechamente relacionados con el aumento de las capacidades y aptitudes de cada individuo. Es por ello que el senderismo tiene como principio básico mejorar las condiciones tanto físicas como psíquicas de sus practicantes. Además, en segundo plano, también aparece la recuperación y el reencuentro de la persona con el medio natural y el propio paisaje, regresando a ciertos aspectos de la vida tradicional.
Beneficios de su práctica
La práctica del senderismo o del excursionismo lleva implícitos una serie de retos y satisfacciones personales. Entre muchas de sus ventajas sobresalen:
– Permite un íntimo conocimiento de la naturaleza, lo que se refleja en un mayor respeto por la misma. Se obtiene un mayor acercamiento a las regiones y a las poblaciones por las que se transita, aparte de ampliar el saber sobre la fauna y la flora de cada lugar.
– Desarrolla una sana convivencia entre familiares y amigos de cualquier edad, por lo que se incrementa el espíritu de apoyo y compañerismo entre sus aficionados.
– Supone un excelente ejercicio cardiovascular.
– Su práctica se lleva a cabo lejos de la ciudad, por lo que no existe ningún tipo de contaminación urbana.
Recomendaciones básicas
Además de sus ventajas, como se apunta de la Asociación alpinista Panyagolosa de Castellón, a la hora de prepararse para realizar una ruta también conviene tener en cuenta algunos cuantos consejos prácticos para disfrutar en mayor media del entorno natural por el que se desarrolla esta saludable actividad física.
– En todo momento hay que mostrar un respeto absoluto a la naturaleza y al propio entorno.
– La planificación de la excursión resulta fundamental. También es recomendable realizar cálculos aproximados sobre el horario y la duración del itinerario. Hay que tener en cuenta que toda ruta tiene un recorrido de vuelta, por lo que es aconsejable no sobrestimarse y guardar fuerzas.
Es recomendable preparar la ruta para disfrutar en mayor media del entorno natural
– Otro aspecto que no debe pasar desapercibido consiste en recabar información sobre la meteorología. Hay que saber que en la montaña el tiempo es muy variable y puede experimentar cambios bruscos en un corto espacio de tiempo.
– Disponer del equipo adecuado es un requisito imprescindible. Mientras que en invierno es esencial ir bien abrigado, y vestido por capas para facilitar el quita y pon de la ropa, en verano es muy conveniente llevar protección solar, gafas de sol y una visera o similar para evitar insolaciones. En cualquier época del año nunca está de más llevar alguna prenda impermeable para protegerse de la lluvia y contar con un calzado idóneo para el terreno.
– Aprovechando los avances tecnológicos, el móvil puede ser un accesorio de gran ayuda y utilidad en momentos puntuales ante situaciones de máximo riesgo. Y también es importante recordar, e incluso tener en memoria, el número de emergencia: 112.
– La alimentación es otro punto que hay que considerar. El agua y la comida nunca deben faltar. También es recomendable prestar atención a los manantiales, y sólo fiarse de aquellos que estén señalizados con el letrero de agua potable.
– Para respetar el entorno y la naturaleza del lugar es realmente necesario llevarse la basura generada para mantener limpio el monte.