Los insectos, arácnidos, hongos y bacterias pueden echar a perder toda la cosecha de un huerto. Unos atacan a las hojas y otros a los tallos, a los frutos o a los brotes. Los hay que sólo provocan manchas o que se comen la planta entera. Para evitar su acción dañina hay que conocerlos y combatirlos, ya sea con remedios industriales o caseros.
Plagas de los frutales
Los pulgones atacan con frecuencia en gran número y lo hacen acompañados de hormigas. Mientras los pequeños homópteros chupan la savia de las plantas y las debilitan, las hormigas se alimentan de la sustancia azucarada (melaza) que segregan generada por estos. Este ataque afecta sobre todo a árboles frutales como el peral, el manzano, el ciruelo o las vides. Una forma de ahuyentar a estas plagas es plantar hisopos junto a los árboles y demás plantas.
Otro gran enemigo de las vides es el altica de la vid. Este escarabajo, que se puede capturar de forma manual, se alimenta de las hojas de esta planta.
Otros enemigos de los frutales son las orugas y los barrenillos. Las primeras se alimentan de las hojas y los frutos, en los que excavan galerías. Respecto a los barrenillos, estos excavan túneles en la corteza de manzanos, almendros y olivos. Para evitar que su dañina acción se propague, se deben eliminar las partes afectadas del árbol.
Otros parásitos del huerto
Judías, pepinos, pimientos, lechugas, zanahorias y demás hortalizas, sufren los ataques de chinches, gorgojos, limacos, caracoles, arañas, nematodos, pulgones, escarabajos y moscas.
Pulgones y chinches se alimentan de la savia de plantas como la judía, el tomate o la col
Pulgones y chinches se alimentan de la savia de plantas como la judía, el tomate o la col. Para eliminarlos, basta con un chorro de agua a presión.
Los gorgojos y escarabajos pulguilla atacan a los brotes tiernos de los repollos, coliflores y otras crucíferas. Se pueden eliminar de forma manual.
Las hojas y tallos de patatas, espárragos y demás hortalizas sirven de comida de caracoles, limacos y algunos tipos de escarabajos, como el criocero o el de la patata.
Las enfermedades de frutales y hortalizas están ocasionadas por hongos, bacterias y agentes víricos.
Algunas leguminosas, como las judías y los guisantes, son atacadas por la antracnosis y la roya. Estos hongos provocan hendiduras de color oscuro en las vainas y costras con partículas pulverulentas, respectivamente.
Otro hongo, el mildiu, ocasiona manchas verdosas en las hojas, brotes, tallos y frutos de patatas, tomates y vides.
Si las hortalizas se cubren por una sustancia pulverulenta de color negruzco, se debe a un ataque por la negrilla, mientras que si las hojas están cubiertas de un polvo blanquecino, la causa hay que buscarla en el oídio.
El mildiu ocasiona manchas verdosas en las hojas, brotes, tallos y frutos de patatas, tomates y vides
Algunas bacterias atacan a los tubérculos. Es el caso de la podredumbre húmeda, que les ocasiona una consistencia pastosa y un olor putrefacto. Los olivos sufren, en ocasiones, la denominada tuberculosis del olivo. Esta enfermedad se manifiesta en forma de protuberancias, que en principio son de aspecto blando y, después, se tornan sólidas y se abren.
El virus Y provoca que los nervios de las hojas de las patatas, los tomates y los pimientos adquieran un tono negruzco, un hecho que afecta de forma negativa al crecimiento de las patatas. Tomates y pimientos también son pasto del virus del mosaico. En este caso, las manchas de las hojas son verdes.