Viajar con niños es, en algunos casos, un problema añadido a las preocupaciones que origina el propio viaje. Es cierto que el hecho de llevar a niños en el coche obliga a una planificación diferente, pero también es una oportunidad para dedicarles un tiempo que a diario, normalmente, no todos los padres disponen y ellos tanto necesitan.
El mundo de los niños es divertido y está lleno de sorpresas. Sólo hace falta preparación, control de la situación, buen humor y mucha paciencia para que la diversión y el descanso estén asegurados. Así lo afirman algunos expertos dedicados a la infancia. Pero las necesidades son muy diferentes según se trate de bebés o niños o adolescentes.
En el caso de los bebés es aconsejable
– Aprovechar sus horas de sueño habituales para realizar el viaje.
– Llevar una bolsa a mano con comida, agua y algunos juguetes, los que más le gusten al niño.
– Parar con frecuencia, cada dos horas aproximadamente.
Es obligatorio disponer de sillas infantiles y de cojines para personas de cualquier edad que no superen 1,35 metros de altura
– Entregar los juguetes uno a uno, para evitar que se canse rápidamente de todos.
– Si hiciera falta calentar el biberón, en algunas gasolineras disponen de calentadores.
– Mantener el coche ventilado. Abrir la ventanilla de vez en cuando para renovar el aire.
– Precaución con el aire acondicionado, no sólo por los resfriados que puede causar, sino por la diferencia brusca de temperatura al sacar el bebé del coche.
En caso de niños de 3 a 10 años
– Explicarles con antelación cómo será el viaje, lo que van a ver, etc. Los niños temen la incertidumbre.
– Recuperar los tradicionales juegos infantiles: «veo, veo», «palabras encadenadas», «piedra papel tijera», «la forma de las nubes»…
– Llevar algún juego que les guste y con el que se pueda jugar fácilmente dentro del vehículo. Importante que no sean objetos grandes ni pesados, que en caso de frenazo brusco o accidente se convierten en peligrosos proyectiles.
– El viaje es una experiencia educativa. Se pueden explicar los diferentes paisajes, ciudades, árboles, etc. que se ven por el camino.
– Aprovechar las áreas de descanso o parar en los espacios recreativos infantiles de las ciudades por las que se pase. No sólo combate el aburrimiento. También relaja a los niños y les permite soportar mejor el trayecto.
En caso de adolescentes o preadolescentes
– El propio viaje es una oportunidad para hablar con ellos, para regalarles el tiempo y el interés que a diario no es posible dedicarles por las obligaciones laborales.
– Fomentar su interés por la naturaleza, cultura, geografía, etc. Durante el viaje se pueden visitar lugares de interés, museos o monumentos de aquellos temas que más interesan al muchacho.
No hay que olvidar las sillas infantiles, que son obligatorias para niños de 0 a 12 años o hasta 36 kilos de peso. Hasta dos años o 13 kilos de peso la silla debe situarse en el sentido contrario a la marcha y preferentemente en el asiento trasero. La última reforma de la normativa obliga, asimismo, a utilizar silla o cojín a personas de cualquier edad que no superen 1,35 metros de altura. Todos los detalles en la web de seguridad de la DGT: http://www.dgt.es/enterate.
Recordando los juegos de siempre
En el reducido espacio del habitáculo del coche se puede jugar a juegos sencillos y divertidos, de adivinanzas, palabras, astucia? que fomentan el desarrollo intelectual del niño. Estas son algunas propuestas:
– Veo, veo: adivinar un objeto que está a la vista facilitando la primera y la última letra de la palabra.
– El ahorcado: adivinar una palabra. En un papel se pintan tantas rayas como letras tiene la palabra. Los niños van diciendo letras al azar y el adulto las escribe sobre la raya correspondiente. El número de fallos permitidos dependerá de la edad de los jugadores.
– Enredar la cuerda: si se viaja con dos o más niños, se trata de enredar y anudar una cuerda. Cuando el animador lo señala, hay que pasar la cuerda al jugador de la derecha. Así varias veces hasta recibir la orden de desanudar. Ganará el que más rápido desanude la cuerda que le haya tocado.
Conviene aprovechar sus horas de sueño habituales para realizar el trayecto si se trata de un bebé, mientras que si tiene más de tres años, hay que planificar el viaje para evitar su aburrimiento y cansancio
– Prohibido decir… Se prohíbe el uso de una palabra, especialmente las más comunes como «sí» o «no». Durante el viaje, se intentará mediante preguntas, conversaciones o despistes que el contrincante pronuncie alguna de las palabras prohibidas. Según avanza el viaje se pueden ir añadiendo más y más a la lista prohibida.
– Palabras encadenadas: a partir de una palabra, el primer jugador tiene que decir otra que comience con la última sílaba de la anterior y así sucesivamente hasta que alguien no se le ocurra ninguna con la sílaba que le toque.
– Múltiplos: se acuerda un número, por ejemplo el 5. Los ocupantes del coche van diciendo por turnos los números consecutivamente desde el uno. Cuando llegue un número que contiene el 5 o que es múltiplo de 5 habrá que dar una palmada. Se puede incrementar la dificultad acordando dos o tres números en lugar de uno.