Llevar la ‘G’ de Google en el nombre implica muchas cosas, algunas muy buenas y otras no tanto. Para empezar, un proyecto con tal apellido tiene muchas posibilidades de éxito; pero Google también es señal de ambigüedad, rumoreo e incertidubre. El buscador primero lanza sus proyectos a la Red y una vez constata que funcionan, los adopta, pero no antes. Así hizo con Gmail, su servicio de correo. Sin embargo, en muchos países llegó un poco tarde: a la hora de ir al registro de dominios se encontró con que la marca ‘Gmail’ ya tenía otros dueños.
Las implicaciones de esta ‘ciberocupación’ no son pocas. Para empezar, los usuarios del servicio en estos países (y por extensión en todos los dominos a nivel de país salvo el ‘.com’) no pueden teclear cómodamente en la caja de su navegador ‘http://www.gmail.es’ (en España) o ‘http://www.gmail.de’ (en Alemania) ni ‘http://www.gmail.co.uk’ (en Inglaterra); tampoco lo pueden hacer propiamente con su propio dominio en Polonia, Rusia o China entre otros muchos.
A lo sumo, como mayor atajo para acceder a la web de su correo online, pueden escribir sólo ‘gmail’ en la caja del navegador y esperar a que éste (si es Internet Explorer 7 o Firefox) identifique la marca con el país de origen de la conexión y ofrezca directamente la página nacional del servicio de Google.
Al teclear en la caja del navegador la dirección ‘gmail.país’, la página correspondiente no existe, pertenece a una empresa sin ningún tipo de actividad o el destino final es un servicio privado de correo
La alternativa más larga, sin embargo, es la que toman la mayoría de los usarios, que desconocen las maneras de exprimir a fondo las posibilidades de su navegador. Es decir, escriben ‘gmail’ en la caja del buscador (ya sea Google, Windows Live Search o Yahoo!) para que éste devuelva como resultado la url de la página de Gmail.
Como última opción, y ya sumamente incómoda, se puede escribir en el navegador ‘http://mail.google.com/‘, que es la dirección url de Gmail y en la que, si se observa, no aparece la expresión ‘gmail’ por ningún sitio. Por algo es propiedad de otros, los llamados ‘ciberokupas‘, que le sacan mayor o menor partido al hecho de haberse adelantado a Google en sus respectivos países a la hora de comprar el dominio nacional para ‘Gmail’.
Otra consecuencia no menos incómoda para el usuario, y sangrante en cuanto a tráfico para Google, es que al teclear en la caja del navegador la dirección ‘gmail.país’, la página correspondiente no existe, pertenece a una empresa sin ningún tipo de actividad o, en algunos casos, el destino final es un servicio privado de correo diferente al de Google, que se aprovecha de los usuarios ignorantes o despistados para anunciarse y captar clientes.
‘Ciberokupas’, ¿malos chicos o simplemente listos?
Google anda de cabeza, principalmente en Europa, con los ‘ciberokupas’, usuarios avezados que compran el derecho al uso de un dominio antes que la misma empresa a la que simboliza. En España fue paradigmático el caso del periódico económico Cinco Días cuando su versión online fue lanzada en 1998 sin poder llevar el dominio ‘5dias.com’ como dirección url, porque un grupo sueco de activistas se les había adelantado.
Se trata de usuarios avezados que compran el derecho al uso de un dominio antes que la misma empresa a la que simboliza
En aquel caso no había detrás pretensiones económicas, sino más bien un afán de notoriedad y una llamada de atención a los medios de comunicación españoles sobre la importancia de Internet, y el dominio fue cedido finalmente al periódico.
Pero en muchas ocasiones los ‘ciberokupas’ tienen intenciones mercantiles claras. En algunos casos la persona o empresa que adquiere el derecho de uso de un dominio no lo explota directamente, sino que espera a que la empresa que se supone legítimamente representada por el mismo les haga una oferta de compra.
En España, cuando se liberaron a venta los dominios ‘.es’ en noviembre de 2005,el dominio ‘gmail.es’ fue adquirido por un usuario originario de Hamburgo que anteriormente ya había comprado en Alemania el dominio ‘gmail.de’.
En Alemania los usuarios de Gmail ni siquiera pueden usar para sus cuentas de correo el sufijo ‘@gmail.com’
De este modo, el ciudadano alemán, que registró el dominio a nombre de la empresa radicada en Madrid ‘Gmail Solutions SL’,consiguió bloquear el uso por parte de Google de las direcciones Gmail para su servicio de correo en España. Lo mismo ocurre en Alemania, donde los usuarios de Gmail ni siquiera pueden usar para las direcciones de sus cuentas de correo electrónico el sufijo ‘@gmail.com’ y tienen que emplear la alternativa ‘@googlemail.com’.
Algo parecido sucede con el dominio para el Reino Unido, y también en Polonia, donde el registro del dominio ‘gmail.pl’ está a nombre del ‘Grupa Mlodych Artystow i Literatow‘ (Grupo de Jóvenes Artistas y Escritores), asociación que asegura no tener ningún afán de extorsión.
Google ha batallado en los tribunales europeos y en la Oficina Europea de Patentes y Marcas por su derecho a usar un dominio que supuestamente representa a un producto que ha creado, pero dicha oficina ha fallado que por encima del derecho de la empresa prima el de los ciudadanos adquirir un producto que se pone a pública venta, por lo que Google ha perdido su batalla legal y se ha dado por vencida.
A diferencia de lo que, de momento, está ocurriendo en España con Gmail Solutions SL., que tiene una página en supuesta y permanente construcción en la direcciónhttp://www.gmail.es, en Alemaniahttp://www.gmail.de lleva a una empresa que vende servicios de comunicaciones electrónicas privadas y seguras. Probablemente muchos usuarios alemanes caigan en esta página buscando el servicio webmail de Google.
Casos parecidos son los de http://www.gmail.cn(en China) y http://www.gmail.ru(en Rusia), donde los ‘ciberokupas’ han aprovechado la marca para obtener réditos en sendos servicios de correo privado. Google también ha batallado en estos países por su derecho al dominio, pero la justicia no le ha sido más favorable que en la Unión Europea.