Imagen: Patrick Swan
Medio millar de sastrerías artesanales se dedican en España a la confección a medida. Varones de clase media-alta o alta, con profesiones como políticos, altos directivos o abogados, son los mejores clientes de este oficio exclusivo. Cada traje es único y para cortarlo, probarlo y coserlo son necesarias 50 horas de esmerado trabajo. Lo más curioso es que estas sastrerías siguen confeccionando, como hace medio sigo, trajes exclusivamente para hombres, más allá de que las mujeres cada vez los utilicen más.
Los principales clientes de las sastrerías son personas con un poder adquisitivo medio -alto. Y es que a diferencia de cualquier otra boutique, un establecimiento de trajes a medida permite a los usuarios escoger entre las telas de mayor calidad y los cortes más exquisitos, en los que hasta los más mínimos detalles son de vital importancia. Además de poder encargar telas específicas de Italia, Alemania, etc.
En la actualidad son aproximadamente 500.000 los hombres que visten de traje a medida en España
Una de las ventajas más importantes de comprarse un traje a medida es que el cliente, asesorado normalmente por un equipo de profesionales, podrá elegir entre muchas opciones hasta llegar a vestir un traje único. Así, será él mismo quien decida si prefiere una americana con dos o tres botones, con aberturas, cremallera o botonadura. Decidirá también si desea ojales abiertos en la bocamanga, bolsillos con cartera o sin ella, bolsillo interior y determinará la confección de pantalones con pinzas, el tipo de bajos (con vuelta o sin ella), etc.
En cuanto a los tejidos, los establecimientos de sastrería trabajan con materiales de alta calidad, tales como lana 100%, alpaca para vestuario de verano y entretiempo, ya que aísla tanto del frío como del calor, cachemir para abrigos, seda natural o poliéster. En cuanto a las camisas, podrá disponer de diferentes tipos de cuello, y puños rectos, redondos o dobles de vestir. Asimismo, decidirá si quiere bolsillos de pecho e incluso sus iniciales bordadas en ellos.
Además de la satisfacción que se puede sentir al vestir un traje hecho en exclusiva para una persona, hay otra ventaja cada vez más valorada por los clientes habituales de estos establecimientos tan artesanales: la posibilidad de modificar el diseño de una prenda a lo largo de los años en función de las diferentes modas y de la nueva talla del cliente. Se utilizan telas de gran calidad, lo que significa que no se van a romper o a desgastar a los dos o tres años. Pueden permanecer en el armario ropero durante décadas, por eso muchos clientes acuden a los cinco o seis años de haber comprado un abrigo, una chaqueta… para que les quiten esos bolsillos tan grandes que ya no están de moda o les ensanchen la cintura del pantalón porque los años y los kilos se empiezan a notar en el abdomen. En estos casos, sólo se pagará una cantidad estimativa correspondiente únicamente al arreglo.
Tiempo de confección
El tiempo medio para confeccionar un traje a medida suele oscilar entre los 15 y 30 días. «No obstante, depende en buena medida de cómo sea el cliente. Hay personas más conformistas y que se dejan asesorar y otros que a veces piden imposibles», asegura Eduardo Archaga, responsable de una de las sastrerías más antiguas de Madrid.
De este modo, el cliente realiza al menos tres visitas a la sastrería antes de poder vestir su traje confeccionado. La primera vez que acude a una de estas casas escoge la tela que desea donde se le tomarán las primeras medidas. Se realiza una prueba sencilla en la que se miden los largos y los anchos. En la segunda visita se prueba la prenda ya cortada, y se realizan los ajustes necesarios. Finalmente, la tercera visita se destina a últimos detalles. «En esta prueba se preparan los arreglos finales, hasta que quede a gusto del cliente. A veces, puede ser una arruguita o un retoque de última hora», afirma el sastre.
Un traje elaborado a mano requiere aproximadamente de 50 horas de trabajo para concluirlo
Los clientes
En la actualidad son aproximadamente 500.000 los hombres que visten de traje a medida en España. El perfil medio del cliente de una sastrería es un varón mayor de 35 años, de clase media-alta o alta con importantes ingresos económicos y profesiones liberales. «Los usuarios de este servicio se decantan por los trajes a medida frente a otro tipo de establecimientos por la calidad de las telas, porque se cuidan al máximo los detalles, y por el buen trato que reciben cuando van a comprarlo», explica Archaga.
Precio
El precio medio de un traje a medida oscila entre los 400 y los 600 euros. Las camisas se aproximan a los 55 – 65 euros y los abrigos a medida rondan los 490 euros. El precio más elevado se debe a que el trabajo es más laborioso que en otro tipo de establecimientos, y el resultado es más exclusivo porque cada prenda es única. No hay que olvidar que un traje elaborado a mano requiere aproximadamente de 50 horas de trabajo para concluirlo.
En la actualidad hay en España unas 500 sastrerías artesanales especializadas en la confección a medida. El 98% de los establecimientos de calidad se encuentran en Madrid. Así, algunas de las casas más representativas de la capital son Larrainzar, Jaime Gallo o los hermanos Collado. En Barcelona destaca José María Blasi y en Valencia Antonio Puebla. En estos casos, los precios de los trajes están en torno a los 1.200 euros.
Por su parte, la sastrería italiana Brioni es considerada una de las mejores del mundo, hasta el punto de que les conoce como los ‘Ferrari’ de los trajes a medida. Famosos de la talla de Gary Cooper, Clark Gable o el James Bond interpretado por Pierce Brosnan se han vestido de Brioni. Un capricho de estas características puede superar los 6.000 euros. La especialidad de la casa es el traje de lana fría, cuya principal ventaja es que se puede llevar todo el año. Se trata de lanas suaves que parecen telas de camisa, pero que no se arrugan. La calidad de cada traje es tal que cada pieza se somete a más de 100 procesos manuales distintos, incluidos 40 planchados.
La tradición inglesa no podía ser menos. La máxima expresión de su elegancia corre de la mano de los sastres de Savile Row. El corte clásico de esta casa consta de chaqueta sin cruzar con dos botones y aberturas posteriores, corte algo entallado y hombros marcados. El precio de sus confecciones oscila entre los 1.500 y los 3.000 euros.