El empleo de azulejos alargados consigue ampliar visualmente la altura o anchura de la estancia en la que los hayamos colocado, aunque la utilización de azulejos de un solo color hace que el resultado decorativo final sea demasiado uniforme, algo no muy acertado, sobre todo en los cuartos de baño en los que, salvo que se empleen elementos (bañeras, lavabos e inodoros) de colores y conjugar los azulejos y baldosas con ellos, la decoración no suele ser demasiado vistosa.
Para evitarlo suelen emplearse cenefas de diversos tamaños, por ejemplo una fina línea para marcar una separación entre azulejos, que pueden ser de diferentes colores en la parte superior e inferior, o incluso separar material cerámico de pintura, que suele utilizarse para la parte superior.
Asimismo otras opciones pasan por emplear una cenefa de gran tamaño, idéntica al de un azulejo. Si quiere que se aprecie la cenefa, sobre todo si su diseño es vistoso, es recomendable que su tamaño sea mayor. Podemos optar en éste caso por una cenefa decorada o simplemente pintar un azulejo de otro color, de forma que ejerza de elemento separador entre la parte inferior y superior del alicatado, incluso puede pintarse una banda a ras de suelo y techo o alternar los colores para cada línea de azulejos, aunque en éste caso el resultado quedaría demasiado recargado.