La neoregelia es una planta muy decorativa cuyo principal atractivo, sus brácteas de color rojo, se mantiene en perfecto estado casi a lo largo de todo el año, sin necesidad de aportarle demasiados cuidados. Sus hojas verdes tienen forma de cinta y sus bordes son dentados.
Se trata de un ejemplar de pequeño tamaño, de 20 a 40 centímetros de altura, oriundo de Brasil y perteneciente a la familia de las bromeliáceas, del que se conocen más de 70 variedades diferentes.
La mejor ubicación para este bello ejemplar es un sitio con suficiente iluminación y en el que pueda recibir los rayos solares incluso a lo largo del invierno. En esta época deberá proporcionársele una temperatura mínima de 18 ºC, por lo que es un ejemplar perfecto para interiores calefactados.
Sólo se puede regar la neoregelia con agua blanda, ya que la cal es muy dañina para ella. A la hora de regarla evite mojar sus rojizas brácteas. Asimismo debe de pulverizarla a menudo de manera indirecta, colocando por ejemplo un papel entre la planta y el pulverizador, para evitar que el agua recaiga directamente sobre sus grandes hojas, para lograr de esta forma aumentar la humedad ambiental.
Asimismo deberá abonarla en dosis bajas cada 14 días y siempre que se encuentre en periodo de crecimiento. Es recomendable emplear abonos líquidos, que se adentran mejor en el sustrato.
Al ser un ejemplar de poco crecimiento no suele ser necesario transplantarlo, debido a que sus raíces apenas se desarrollan, pero en el caso en el que lo requiera es mejor realizarlo a lo largo de la primavera.