¿Es hoy por hoy el MP3 la única forma para compartir música online? Se trata de un formato que si bien comprime bastante los archivos de audio, en este proceso pierde calidad. La realidad es que existen alternativas para reducir el espacio que ocupan los archivos pero sin perder nada de fidelidad, con el fin de obtener el mismo sonido que en el disco original, y una de ellas es FLAC. El progresivo aumento del ancho de banda y la mayor capacidad de los discos duros podrían jugar a su favor.
Si se emplea FLAC, al descomprimir se obtienen todos los datos del original, con el mismo sonido del disco genuino
FLACes el acrónimo en inglés de un formato de compresión sin pérdida cuyas siglas corresponden a ‘Free Lossless Audio Codec’. La gran baza de este tipo de formatos de compresión respecto al popular MP3o los extendidos en tiendas que venden descargas de canciones (AAC o WMA) consiste en que logran reducir el tamaño del archivo sin que se pierda absolutamente nada de calidad, como si se tratara de un ZIP o un RAR especialmente ideado para la música.
Es decir, si se emplea FLAC, después se obtienen todos los datos del original, con el mismo sonido del disco genuino. De esta manera, el usuario se olvida de la pérdida de calidad (casi imperceptible para oídos no entrenados, en caso de que se codifique bien) que conllevan el MP3 y sus sucesores.
Varios grupos musicales han apostado por este formato como una alternativa para distribuir sus trabajos, como por ejemplo Pearl Jam o MetallicaFLAC (que es software libre) se encuentra cada vez más presente en las redes de intercambio P2P y en los foros especializados en música. Al mismo tiempo, varios grupos musicales han apostado por este formato como una alternativa para distribuir sus trabajos. Por ejemplo Pearl Jam oMetallica, que graba todos sus conciertos para luego venderlos por la web.
Incluso, sitios como Archive.orgo algunas radios en Internet, ponen diverso material sonoro a disposición de sus usuarios de forma gratuita en formato FLAC.
Un formato de mucho peso
Por supuesto, el principal inconveniente del uso del FLAC radica en el espacio que ocupa un archivo en este formato. A pesar de que sus creadores defiendan que en tareas de compresión y descompresión de los archivos es el más rápido de su categoría, y a que, según sus datos, consiga una reducción de alrededor del 50% del espacio de la canción original, el resultado ‘pesa’ bastante más que los MP3.
El principal inconveniente del uso del FLAC radica en el espacio que ocupa un archivo en este formato
Así, sí se toma como referencia una canción comprimida en MP3 de 5 minutos, su tamaño variará entre los 4,6 Megabytes y los 11,5 Megabytes, en función de la tasa de kilobits por segundo (lo que se conoce como ‘bit rate’) con la que se codifique (entre 128 kilobits por segundo, el mínimo para conseguir un sonido similar al CD, y 320 kbps, el máximo de calidad de este formato). Sin embargo, el mismo archivo comprimido en FLAC supera los 35 Megabytes.
Calidad o compresión
Por esta razón, cada usuario debe calibrar si apuesta por la compresión del MP3 y derivados o por la calidad del FLAC. Por un lado, si se usa MP3 el usuario podrá almacenar un número mayor de canciones en su disco duro y al mismo tiempo garantizarse la portabilidad, porque la mayor parte de los reproductores portátiles permiten el uso de música comprimida.
Todavía no se trata un formato estándar para los reproductores portátiles
Por el otro lado, el formato FLAC asegura una escucha idéntica al disco original, para alegría de los melómanos más exigentes, y también una forma de realizar una copia de seguridad completamente idéntica, útil si el disco se daña.
Ahora bien, todo ello a cambio de reducir la capacidad de almacenamiento del disco duro y con una movilidad de los archivos mucho menor, porque todavía no se trata un formato estándar para los reproductores portátiles.
Para escuchar un archivo FLAC en el ordenador se debe añadir un complemento a los reproductores multimedia habituales (Windows Media Player) o decantarse por aquellos que son capaces de leerlo de forma nativa, como por ejemplo VLC Media Player o Winamp.
Si se desea escuchar el formato en dispositivos portátiles, en el mercado ya existen reproductores que lo admiten, como el Rio Karma o el Cowon iAudio, por citar dos de una veintena de aparatos capaces. Incluso los más avanzados pueden instalar un firmwareque permite que los iPod puedan reproducirlo, aunque a riesgo de perder la garantía de Apple sobre el aparato.
Así mismo, también existen equipos de sonido ideados para el hogar e, incluso, equipos para el coche que aceptan FLAC, por lo que es previsible que por tratarse de un formato de software libre, se implemente pronto en otros dispositivos.
Algunos equipos de sonido ideados para el hogar, e incluso para el coche, aceptan FLAC
Por otra parte, se debe tener en cuenta que FLAC se puede encontrar también dentro del contenedor de archivos Ogg, un formato de código libre, que como FLAC, también desarrolla y apoya la Fundación Xiph, una entidad sin ánimo de lucro que promueve la adopción del software libre en el multimedia.
Ogg FLAC está más orientado a la edición de audio y vídeo, por lo que los archivos ocupan más espacio que en el FLAC estándar. En el caso de que se quieran convertir las canciones de los discos compactos a FLAC, existen diversos programas que lo realizan automáticamente.