“Okavango”, “Velocirraptor” o “Kilimanjaro” pueden recordar al río africano, al temido depredador dromeusárido, o a uno de los volcanes más altos del mundo. Sin embargo, su significado va más allá. Son las denominaciones de algunos fondos de inversión que, por sus originales “bautismos”, se hacen más atractivos para pequeños y grandes inversores. Pero además, suelen indicar que su autoría presenta un plus de valor: las personas que diseñan estos productos son a las inversiones financieras lo que Ferrán Adriá a la cocina de autor. La composición de un paquete de inversiones, con su mezcla de acciones, bonos, letras… da como resultado final una rentabilidad que depende en gran medida de la pericia de quien elabora la receta. Esto ha sido así siempre aunque, históricamente, no se supiera el nombre del “cocinero”. Con los llamados fondos de autor, la trayectoria y conocimiento de quienes trabajan en gestoras y bancos diseñando los más variados fondos está pasando a un primer plano como una nueva manera de brindar prestigio y seguridad a los productos financieros que se ofertan cada día.
Auge de los fondos de autor
Los fondos de autor no son más que fondos de inversión cuya selección de inversiones es realizada por famosas personalidades de la economía mundial, aunque sus nombres no figuren necesariamente en la denominación del producto. Han hecho su aparición de la mano de las gestiones alternativas como los ‘hedge funds’ o fondos de riesgo, que buscan obtener una rentabilidad absoluta y positiva, independientemente de las fluctuaciones de los mercados, invirtiendo con mayor riesgo en un mayor número de empresas y valores.
El auge de modelos de inversión más dinámicos y con mayor diversificación y especialización ha revalorizado la figura de estos profesionales, históricamente eclipsados por el respaldo y trayectoria de las empresas gestoras. Por lo general, se trata de personas de reconocido prestigio y muy conocidos en el mundo financiero, aunque son nombres que el pequeño inversor puede desconocer.
Los mejores gestores aparecen cada año en una publicación que pueden consultar todos los inversores
Para poder determinar cuáles son los mejores gestores, todos los inversores disponen desde hace tres años del ránking que la empresa consultora especializada en fondos de inversión ‘Citywire’ publica con los mejores profesionales europeos, tomando como dato la rentabilidad media mensual conseguida por cada uno de manera bianual. Esto permite analizar el rendimiento de los «profesionales estrella» independientemente de las fluctuaciones de los mercados. La práctica de la citada consultora es un indicador del auge de la rúbrica personal en los productos financieros. De hecho, esta información es recogida después por publicaciones como el ‘Financial Times’ y tenida en cuenta en la toma de decisión y valoración de la calidad de los fondos.
Además de su «saber hacer», los gestores aportan un plus de garantía frente a la inseguridad creciente de los mercados financieros, ya que en el resultado de la inversión se juega su propio nombre, como aseguran desde una gestora española que comercializa fondos de autor especializados en mercados como el alemán o el chino, entre otros.
Fondos de autor en España
El ámbito de los fondos de autor no se limita a inversiones de riesgo; los hay tanto de renta fija mixta como variable. Hay fondos de autor especializados en determinados mercados bursátiles, como el chino, o en ciertos sectores de producción, como la biotecnología, o en compañías con determinado perfil, como aquéllas que presentan exclusivamente un elevado potencial de crecimiento. La compra por parte del inversor de estos productos o su clasificación no varía por el hecho de que lo firme un profesional de reconocida fama en el ámbito financiero.
Hay fondos de autor especializados en determinados mercados, sectores de producción o compañías
En España se comercializan fondos de autores tanto nacionales como extranjeros. El ránking de ‘Citywire’ presenta en sus filas a españoles como Ricardo Gil, de Bankinter, Francisco García Paramés y Álvaro Guzmán de Lázaro, de Bestinver, o Pere Perelló, de Gaesco. Para mencionar algunos ejemplos concretos de fondos de autor, se puede citar el UBAM-Dr. Ehrhardt German Equity Fund -del alemán Jens Ehrhardt-, especializado en renta variable alemana, o en el ámbito ibérico, el Okavango Delta, manufacturado por José Ramón Iturriaga y que ha sido calificado como uno de los fondos que mejor comportamiento ha tenido este año.
Los expertos financieros destacan que el nombre de los gestores se impone como un dato importante en la valoración de los productos de inversión, pero la mayoría coincide en afirmar que hay otros factores que priman para los consumidores en el momento de evaluar la fiabilidad de estos productos y su seguridad. E incluso hay quienes aseguran que el éxito de esta estrategia se limita sólo a las pequeñas gestoras que no cuentan con un respaldo de marca, y que tiene un efecto positivo sobre todo en inversores institucionales.
Los especialistas aclaran que la repercusión del nombre de los profesionales parece ser limitada entre los pequeños inversores, ya que genera una gran tranquilidad el saber que la propia casa gestora es la responsable de respaldar los fondos y no quien los crea. Esto puede explicarse porque para los pequeños consumidores que invierten su dinero en un fondo de inversión, el principal atractivo es su tratamiento fiscal y su rentabilidad, algo que transmiten los bancos y entidades que comercializan los fondos. Y sobre éstos, en definitiva, es sobre quienes recae la credibilidad y la atención en el momento de comprar.