Imagen: Michael Bretherton
Fomentar la solidaridad a través del intercambio. Éste es el objetivo de «El juego del trueque», una iniciativa impulsada por Infancia Solidaria, con la que se pretende realizar los canjes necesarios hasta conseguir 20 billetes de avión. El lugar de origen de cada uno de estos billetes será el Kurdistán iraquí. El destino, Madrid. «Queremos traer a 10 niños, y sus acompañantes, con cardiopatías congénitas que necesitan tratamiento quirúrgico y que no pueden ser atendidos en su lugar de origen», explica el presidente de la ONG, Pepo Díaz.
La iniciativa se planteó hace apenas dos meses y, hasta el momento, ya se han realizado algunos cambios importantes. El primero fue el canje de una camiseta de la organización firmada por los propios voluntarios y voluntarias, que fue sustituida por un mantel bordado a mano en Marruecos, obra de un grupo de mujeres de escasos recursos que participan en un taller ocupacional. Poco después, el mantel fue recogido a cambio de un cuadro al óleo, que es el artículo más reciente pendiente de trueque.
Se pretende realizar los canjes necesarios para conseguir 20 billetes de avión y traer desde Kurdistán a 10 menores que necesitan ser operados
El funcionamiento del juego es sencillo: Infancia Solidaria ofrece un objeto y, quien esté interesado en él, hace una oferta para canjearlo por otro artículo de valor económico similar o superior. De esta forma, se pretende que los objetos intercambiados sean cada vez más importantes, así hasta conseguir los billetes de avión. «No queremos que nadie ponga dinero, sino cambiar unos objetos por otros», asevera Díaz.
Las personas que deseen cambiar el objeto ofrecido en cada momento por uno nuevo, deben enviar su petición por correo electrónico a la dirección de la ONG: is@infanciasolidaria.org. Posteriormente, se hace una selección entre las ofertas recibidas y se entrega el artículo a su nuevo dueño o dueña. Es una operación rápida, «muy apropiada para conseguir un buen regalo en las fechas en las que estamos», añade Díaz.
Hospitales pediátricos gratuitos
Por otro lado, Infancia Solidaria ha iniciado una campaña de recogida de firmas para la construcción de un hospital pediátrico gratuito en cada país en vías de desarrollo. La meta es reunir un mínimo de 100.000 firmas para presentarlas ante la Organización Mundial de la Salud y abrir un debate en torno a esta cuestión. «Si no construimos hospitales donde no los hay, es difícil curar a las personas», subraya el presidente de la ONG.
«Hay millones de niños sin papeles a los que es imposible sacar de su país y, si no hay un hospital cerca en el que puedan ser atendidos, se mueren»
El cuarto de los Objetivos de Desarrollo del Milenio aprobados por la ONU para el periodo 1990-2015 aboga por reducir en dos terceras partes la mortalidad de todos los niños menores de 5 años. Con esta intención se plantea la campaña, para ayudar a la consecución de los ODM y evitar la muerte tanto de aquellos niños y niñas a los que no se puede diagnosticar la enfermedad que padecen y mueren sin ser atendidos, como de quienes son atendidos, pero no reciben el tratamiento adecuado.
El interés se centra en conseguir «el peso moral suficiente para que esta iniciativa se concrete en realidades», destacan los impulsores de la campaña. La prioridad son los menores con problemas graves de salud, que no pueden ser tratados quirúrgicamente en sus países de origen o no disponen de los recursos económicos necesarios para cubrir una operación. «Además -prosigue Díaz-, hay millones de niños sin papeles a los que es imposible sacar de su país y, si no hay un hospital cerca en el que puedan ser atendidos, se mueren».
Las principales enfermedades que padecen los niños y niñas atendidos por Infancia Solidaria están relacionadas con problemas de huesos, corazón o falta de visión. En concreto, algunos pequeños han sido operados de cataratas, cojeras que padecían desde hacía años e, incluso, se ha intervenido en algún caso de hidrocefalia.
Durante su estancia en España, los menores son tratados en los hospitales con los que la ONG tiene acuerdos de colaboración y conviven con familias voluntarias que les acogen desde el postoperatorio hasta el alta definitiva. Por otro lado, para agilizar los trámites se intenta trabajar con organizaciones locales del país de origen de los niños, que en ocasiones no tienen cobertura médica.