En España hay casi un millón de personas con distintos grados de sordera. De ellas, aproximadamente un 10% cuenta con certificado de discapacidad, según datos de la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE), que considera a este grupo “el más vulnerable”. Su reivindicación se centra en transmitir que “una persona sorda es mucho más que un oído enfermo”, por lo que reclama ayudas técnicas para superar las barreras a las que este grupo se enfrenta cada día y que le impiden “participar en sociedad”.
Imagen: Red Sorda
Despertadores con luz, teléfonos que vibran o videoporteros son algunos de los artilugios más demandados por las personas sordas. El objetivo no es hacer su vida más cómoda, sino equipararla a la del resto de la sociedad. Al menos, a la de esa parte de la sociedad que no presenta deficiencias auditivas. Las ayudas técnicas son esenciales para facilitar el día a día de este grupo, que asegura sentirse todavía discriminado porque, tradicionalmente, «se ha mantenido una visión muy parcial de lo que es y necesita una persona sorda».
La mayoría de las ayudas técnicas están pensadas para la vivienda y el lugar de trabajo, dos ambientes que favorecen la independencia e integración de las personas con discapacidad. Las señales luminosas son en ambos casos las grandes aliadas. Se emplean en despertadores, para avisar a la hora programada; en timbres, para activarse de manera intermitente cada vez que alguien llama a la puerta; en teléfonos e, incluso, en hornos y microondas. Los paneles luminosos en medios de transporte, hospitales o instituciones públicas son también muy prácticos para transmitir mensajes mediante texto. Otro de los dispositivos más demandados son los avisadores luminosos del llanto del bebé, que llevan incorporada una bombilla que convierte el llanto en secuencias luminosas según su intensidad.
Otro de los dispositivos más solicitados es el avisador luminoso del llanto del bebé
Por otro lado, en sustitución de las señales luminosas, algunos aparatos recurren a las señales de alta sonoridad o vibratorias, que avisan por movimiento. Además, el vídeo permite utilizar videoporteros para identificar a quien toca el timbre del portal, mientras que el fax es uno de los medios más usados. A pesar de no permitir una comunicación directa, este artilugio resulta muy práctico para enviar y recibir mensaje o documentos escritos.
Imagen: Red Sorda
Teléfonos
Las personas sordas son aquellas que padecen una pérdida auditiva «en mayor o menor grado». Además, según la CNSE, pueden acceder a la lengua oral y al habla «cada cual en función de sus habilidades». Ambas características favorecen que el teléfono sea uno de los aparatos a los que se saca mayor rendimiento, gracias también al denominado D.T.S. (Dispositivo Telefónico para Sordos), que se conecta a la línea telefónica o incorpora el auricular del teléfono en un acoplador acústico para facilitar una comunicación en texto.
La comunicación mediante D.T.S. se realiza con un visor luminoso y un teclado, que permite a la persona sorda emitir y recibir un mensaje. Puede tener otras funciones adicionales como contestador automático, alarma con voz sintética o conexión a impresora. Por su parte, también algunos teléfonos móviles facilitan la comunicación de las personas sordas, ya que ofrecen la posibilidad de enviar a través de ellos faxes o correos electrónicos, además de los tradicionales sms o mensaje de texto.
Debido a la importancia del teléfono en la comunicación entre personas sordas y oyentes, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales puso en marcha hace más de una década el Centro de intermediación telefónica para personas sordas o con discapacidad auditiva y/o de fonación. En la actualidad, este servicio está gestionado por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) y sirve para facilitar la comunicación telefónica entre personas oyentes que utilizan teléfonos convencionales y personas con discapacidades auditivas y/o en el habla, que son usuarias de teléfonos de texto, teléfonos móviles, fax o videoconferencia.
Es un servicio ininterrumpido que pone en contacto a personas oyentes con personas sordas o con discapacidad auditiva y/o de fonación
El funcionamiento de este servicio es sencillo: la persona interesada en establecer una comunicación marca el número del Centro en su terminal, un intérprete u operador del Centro recibe la llamada, informa al usuario o usuaria que ha contactado con el servicio, recoge el mensaje que quiere enviar y lo hace llegar al destinatario o destinataria. El procedimiento es el mismo, se trate de una persona con discapacidad o de una persona oyente.
El Centro de Intermediación funciona de manera ininterrumpida durante todo el año. El coste de las llamadas tiene el tratamiento de tarifa local, por lo que cuestan lo mismo independientemente del lugar desde el que se realice la llamada. Los números de contacto son:
- Oyentes 901 558 855
- Teléfono de texto DTS 901 551 010
- Teléfono de texto DTS-urgencias 900 211 112
- Teléfono de texto Amper 901 568 866
- SMS 610 444 991
- FAX 901 515 011
- Videoconferencia 913 750 498
