Si hay un producto financiero tradicional que ha sobrevivido a los tiempos, ése no es otro que la libreta de ahorros. La única alternativa financiera para poder ahorrar hace no tantos años ha quedado ahora un tanto desbancada ante la aparición de nuevos productos más agresivos y que ofrecen mayores intereses. Este tipo de depósito apenas ofrece rentabilidad y su interés proviene, especialmente, de la gratuidad de su mantenimiento, su liquidez y el hecho de que algunas entidades proporcionen al titular de una libreta acceso a créditos preferenciales, anticipo de nómina, o seguros gratis.
Una libreta de ahorro es un sinónimo de cuenta de ahorro, un tipo de depósito que se diferencia de la cuenta corriente porque se instrumenta en una cartilla y no opera con cheques, aunque puede contar con otras características distintivas, dependiendo de la entidad, como la necesidad de preaviso para su disponibilidad, la no admisión de descubiertos, mayor remuneración, etc. Todas las libretas de ahorro son muy similares entre sí, constituyendo uno de los productos financieros más homogéneos que se ofertan en el sector del ahorro. Prácticamente la totalidad de entidades financieras dispone de libreta de ahorro, todo un clásico en el sistema bancario español, y al que cada entidad ha impregnado de su propia personalidad, añadiéndole rasgos diferenciadores. Algunas entidades, incluso, ofrecen varios tipos de libretas con el objetivo de captar a distintos sectores de la sociedad: jóvenes, inmigrantes, mayores…
Mínima retribución
Las condiciones de retribución no son tan atractivas como las que ofrecen otros productos financieros, ya que el tipo de interés que reporta su suscripción no suele pasar del 0,1%. Lo habitual es que las entidades abonen únicamente el 0,01%, aunque en algunas, como la de La Caixa, el titular de la libreta puede obtener una rentabilidad sensiblemente mayor, del 3% nominal anual sobre cada una de las aportaciones que se realicen, a partir de 30 euros al mes y en el plazo que se elija.
En las libretas de ahorro no se cobran comisiones por la consulta de saldos, movimientos y apuntes contables, ni por la emisión de talonarios de cheques o pagarés
A pesar de esta excepción, la elección de una libreta no suele venir dada por la remuneración que reporta, sino por otros valores, como la liquidez de que se dispone. También, porque en muchos casos lleva aparejada la contratación de un seguro de accidentes, hogar o de asistencia en viaje totalmente gratuito, servicio con el que determinadas cajas y bancos premian a quien suscribe este producto. Además, contar con una de estas libretas puede suponer también la posibilidad de acceder a un «Préstamo Nómina» con un tipo de interés preferente, un anticipo de nómina sin interés, o la posibilidad de cobrar la pensión el día 25 de cada mes. Disponer de este producto financiero también da derecho, en ocasiones, a una serie de descuentos que pueden llegar hasta el 25% en las entradas a conciertos y otros espectáculos, a lo que hay que sumar que no se cobran comisiones por la consulta de saldos, movimientos y apuntes contables, ni tampoco por la emisión de un talonario de cheques o pagarés.
Amplia oferta
La libreta es un producto muy extendido en el panorama bancario español, por lo que la principal novedad que ofrecen algunos bancos y cajas para diferenciarse de la competencia es la posibilidad de elegir entre varias libretas, enfocadas a diferentes sectores sociales, o de diferente estructura financiera. Bancaja es una de estas entidades, ya que por un lado permite la contratación de la «Libreta Servicio», cuya aportación más notoria radica en que la domiciliación de la nómina permite el acceso a todas las ventajas de su servicio de nómina, así como la exención de comisiones para sus principales operaciones. Por otro lado, la caja valenciana posee otra cuenta de diferentes connotaciones, la «Libreta 3», que posibilita obtener remuneración según tramos, en función del saldo medio de cada período de liquidación. El Banco Santander, precursor en este tipo de servicios, dispone en el mercado de varias opciones, como la «Superlibreta» o la «Superlibreta 20», esta última destinada a los menores de 26 años.
Es un producto de ahorro seguro, homogéneo y exento de gastos, pero carente de atractivo para los ahorradores que desean obtener un plus por su dinero
Caja Canarias, aparte de la tradicional libreta que permite controlar de forma sencilla todos los movimientos efectuados, ofrece la «Libreta Esmeralda», cuya remuneración se va incrementando en función de los saldos y que está destinada a clientes que desean obtener una mayor rentabilidad de sus ahorros, pero con una total liquidez. En cualquiera de los casos se trata de un producto de ahorro seguro, homogéneo y exento de gastos, pero carente de atractivo para aquellos ahorradores que desean obtener un plus por depositar su dinero en el banco.
No se nos olvida mencionar una derivación de este producto: el «Libretón BBVA». Su principal valor añadido es la posibilidad de domiciliar la nómina o la pensión del cliente, a lo que se añade el hecho de que su titular puede acceder a miles de regalos, aunque esta última estrategia no cubra las expectativas de los clientes y suponga únicamente una fórmula destinada a conseguir más clientes para este tipo de libretas.
A pesar de ser un producto tradicional, las libretas se adaptan a los nuevos tiempos. Así, el mercado financiero ofrece dos que llaman especialmente la atención. La primera de ellas es la “Libreta Universal” que ha lanzado recientemente Caja Segovia y que, aparte de sus prestaciones básicas, permite realizar giros al país de origen del titular, domiciliar recibos o la nómina, y la retirada de efectivo. Su particularidad viene dada porque está diseñada exclusivamente para clientes con tarjeta de residente.
La otra tarjeta, diseñada por el Banco Santander bajo el llamativo nombre de Libreta “El Movimiento Coca Cola”, es un producto destinado a los más jóvenes. Su principal característica radica en que es una libreta exenta de comisiones de administración y mantenimiento, y que posibilita cualquier domiciliación, así como la suscripción de una tarjeta 4B totalmente gratuita, aunque para ello los menores de 14 años necesiten de la autorización expresa de sus padres o tutores.