La construcción sostenible es un objetivo prioritario. Los esfuerzos se centran en obtener materiales ecológicos que protejan el medio ambiente y combinen diseño y funcionalidad con sostenibilidad. En este intento, la investigación ha dado con el composite, un compuesto de madera y plástico que pretende erigirse como alternativa al uso de aluminio y PVC en la fabricación de lamas para persianas.
El aluminio y el PVC son los materiales más demandados en la construcción de persianas. El primero se caracteriza por una gran durabilidad, pero un bajo aislamiento térmico, mientras que el segundo consigue productos económicos, con una vida media inferior. En contraposición a ambos materiales, los nuevos compuestos de madera y plástico (composites) consiguen «un material económico, duradero y con buenas propiedades aislante», explica Míriam García, investigadora del Departamento de Materiales de la Fundación Cidemco.
Especializado en los sectores de la construcción, química y madera-mueble, este centro investiga las ventajas de los composites para reducir el impacto ambiental. El hecho de fijarse en las persianas responde a que son un elemento constructivo «indispensable» en los edificios. Sus principales funciones son aislar del exterior, proteger de la luz solar y preservar la intimidad del hogar, pero cada vez se presta más atención a la construcción sostenible. Surge la necesidad de buscar nuevos materiales que protejan eficazmente el medio ambiente.
Los refuerzos de los composites provienen de recursos renovables, lo que facilita su degradación
Los composites madera-plástico, de gran tradición en Estados Unidos, son materiales relativamente nuevos en el mercado europeo. Constituyen una alternativa más ecológica, «ya que los refuerzos -precisa García- provienen de recursos renovables». Esta característica facilita la degradación de los composites y contribuye a la sostenibilidad. Por ello, además de emplearse en los sectores de la construcción y el mobiliario, se emplean también en la automoción.
Lo mejor de la madera y del plástico
La madera es un material natural muy apreciado que, sin embargo, apenas se usa hoy en día. Su mantenimiento exige más cuidados que otros productos, por lo que se opta por materiales más «fáciles», que son a la vez más económicos. Según recuerda Miriam García, en la mayoría de los casos, las persianas se encuentran directamente en contacto con el exterior, por lo que «el problema de la durabilidad y su mantenimiento puede ser una desventaja fundamental frente a persianas fabricadas con otras materias primas». Otra de las desventajas, a su juicio, es su diámetro de enrollamiento: muy superior al del resto y que impide utilizar sistemas compactos.
El resultado son persianas con las mismas prestaciones y propiedades finales que la madera y el plástico
Como solución, los composites ofrecen una combinación de madera y termoplástico. Un compuesto que aúna lo mejor de ambos materiales. El resultado son persianas con las mismas prestaciones de la madera y del plástico por separado, y las mismas propiedades finales. Pueden ser confeccionadas a medida, en función del tipo de madera, la naturaleza del termoplástico o la incorporación de aditivos específicos. «Tanto los nuevos desarrollos en el campo de los aditivos, como el avance en el sector de los plásticos está permitiendo el continuo y rápido desarrollo del producto», concluyen desde Cidemco.