Uno de cada dos españoles tiene coche, lo que se traduce en un mal aprovechamiento de su capacidad, una saturación de la circulación, y sobre todo, en contaminación: hoy en día, el automóvil es el principal generador de polución en las ciudades, causante hasta en un 80% de los malos humos urbanos. En este sentido, Greenpeace estima que en España la mala calidad del aire genera más de 16.000 muertes prematuras anuales. Una manera de disminuir este problema es compartir vehículo y garaje.
Andar, ir en bici o utilizar el transporte público son las principales maneras de un transporte sostenible y ecológico en las ciudades. Sin embargo, no siempre se puede o se quiere hacer uso de ellos, y se acude al vehículo privado. De esta manera, el embotellamiento de coches, en gran parte conducidos por una única persona, la falta de espacio para aparcar, la contaminación, el ruido y el estrés son ya parte cotidiana de las ciudades.
Sin embargo, si, en vez de un único usuario, son cuatro o cinco personas las que viajan en el vehículo se reduciría su impacto. Por ello, diversos ayuntamientos e iniciativas privadas ofrecen servicios para compartir coche y garaje, y son cada vez más los usuarios que se animan a ello.
Imagen: Nick Cowie
Según la empresa Compartir, gestora de una red de 69 municipios y entidades locales y empresas que ofrecen este servicio en Internet, en 2007 más de 20.000 personas en España compartieron coche a diario u ocasionalmente con otras que recorrían un trayecto similar. Gracias a ello, se evitó la circulación de más de 7.000 vehículos, se ahorró casi 1.500 euros por persona y se redujo una emisión de dióxido de carbono (CO2) equivalente al generado por más de 3.000 hogares en un año. Cataluña, País Vasco y Madrid, en este orden, son las comunidades que más utilizaron este servicio.
Las posibilidades de uso son muy diversas, no obstante se recomienda especialmente para ir al trabajo, la universidad o incluso para viajar. Asimismo, cabe diferenciar entre las dos principales modalidades al poner en común un coche. Por un lado, se practica el «carsharing», que consiste en que varios usuarios tienen en propiedad un mismo vehículo. De esta manera, se reduce el espacio y el coste que supone mantener un automóvil. Por otro lado, se ha extendido el «carpooling», modalidad mediante la cual varios usuarios comparten un mismo vehículo para ir al mismo sitio, aunque puedan disponer cada uno del suyo.
Uno de cada dos españoles tiene coche, lo que se traduce en un mal aprovechamiento de su capacidad, una saturación de la circulación y, sobre todo, en contaminaciónInternet es una buena herramienta para este sistema. Normalmente, suele tratarse de webs en las que varias personas se inscriben detallando sus preferencias, si disponen o no de coche, motivo del viaje, punto de partida y destino, y otros datos que puedan facilitar el encuentro. Posteriormente, se ofrece algún sistema de comunicación, como el correo electrónico, para poner en contacto a los interesados.
Así, la citada Compartir ofrece una variada lista de ciudades e instituciones que hacen uso de su sistema; en Compartir.org son cada vez más los municipios que ofrecen el servicio de coche compartido; en Comparteviaje.es proponen no sólo compartir vehículo, sino también viaje; BusVao.com para desplazamientos diarios en toda España; o Shareling que invita hasta a participar en viajes internacionales.
Por otra parte, las nuevas posibilidades comunicativas de Internet, la llamada web 2.0., permite otras formas de contactar y compartir el coche. Asimismo, algunas iniciativas incluso pretenden ser doblemente ecológicas, como en París, donde proponen un servicio para compartir vehículos eléctricos.
Compartir garaje
En muchas ciudades, especialmente en las zonas más transitadas, aparcar se convierte en una odisea. Por ello, los garajes y los parkings llegan a alcanzar precios desorbitados. Este problema también podría reducirse compartiendo garaje o parking. Además, puede ser el complemento ideal para los que comparten vehículo.
Imagen: Jeff OsbornPor ejemplo, las personas que dejan libre una plaza de garaje para ir al trabajo, a estudiar o de viaje la pueden intercambiar con alguien que venga a su lugar de residencia. Internet también facilita compartir, no sólo alquilar o vender plazas de garaje.
El funcionamiento suele ser parecido al de compartir coche, e incluso algunos ofrecen ambos servicios, como en Compartir.com. La web dispone de una red de ciudades y entidades que fomentan este servicio con bases de datos de personas que desean compartir parking en la modalidad de intercambio y alquiler por horas.
Otras webs interesantes son Buscogaraje.com, también en modalidad de intercambio y alquiler por franjas horarias; Aparcalia.com, donde las plazas publicadas se encuentran geo-referenciadas para ayudar a su búsqueda; Parksharing, una franquicia cuya web gestiona el alquiler entre particulares, cobrando las plazas a 80 céntimos la hora; Plazas-garaje.com; o Parkingparacompartir.com.
A pesar de las ventajas económicas y medioambientales de estos sistemas, su generalización crece pero no acaba de despegar, como reconocen sus propios impulsores. Las razones de ello son diversas. En algunos casos, la escasa flexibilidad de estos sistemas puede provocar que finalmente venza la comodidad de usar el vehículo de forma privada. La falta de confianza que puede suponer tener un vehículo en propiedad con otra persona es el obstáculo principal en caso del “carsharing”. Tampoco hay que olvidar los recelos que pueden surgir al entablar una relación con otras personas con la que se va a compartir el vehículo.
En este sentido, como explican desde el Observatorio de la Movilidad de Aparcalia, el informe final del proyecto Tecapsy, para implementar el coche compartido en varias ciudades europeas, reconocía que, para que sea ampliamente adoptado y de forma organizada, debe ser promovido por la Administración, formar parte de una política integral de movilidad y acompañarse de incentivos.