La memoria RAM (Random Access Memory o Memoria de Acceso Aleatorio) es la responsable de la fluidez en el rendimiento de un ordenador. Representa el guardia urbano que regula el tráfico de órdenes que van y vienen desde el procesador al usuario y viceversa. Por lo tanto, conviene optimizar su funcionamiento para evitar atascos que ralenticen los procesos, ya sea al comprar aparatos con memorias RAM de gran capacidad o bien mediante sistemas que le ayuden en su trabajo.
Cuando se ejecuta un programa en el ordenador, este utiliza parte de la RAM en una cantidad que varía según el tipo de software
La memoria RAM almacena temporalmente los datos que utilizan las aplicaciones para funcionar. Es un acceso aleatorio porque no sigue un orden de lectura prefijado y se lee con la misma rapidez, aunque la información no se sitúe de forma contigua. Además, se caracteriza por su volatilidad. Una vez que se apaga el ordenador, se pierde la información almacenada. Sus características son opuestas a las del disco duro, que resulta más lento, pero conserva los datos en todo momento.
Cuando se ejecuta un programa en el ordenador, este utiliza parte de la RAM en una cantidad que varía según el tipo de software. Por lo general, cuanta más complejidad registre (como ocurre con las aplicaciones de vídeo o los juegos), mayor cantidad de memoria requerirá. En los navegadores, el consumo se incrementa cuando se abren un gran número de pestañas o de ventanas. Por esta razón, contar con varios Gigabytes de RAM permite trabajar en Windows con diversos programas a la vez, sin que su velocidad se resienta.
A través del «Administrador de Tareas» de cada sistema operativo se puede acceder al dato de cuánta memoria emplean en ese instante. A menudo, cuando se ralentiza el funcionamiento, la causa radica en que una aplicación que se ejecuta consume demasiada memoria RAM.
Minimem
Minimemes un programa gratuito para Windows que ha innovado porque permite al usuario seleccionar los componentes que se optimizarán para que el ordenador trabaje con más eficacia. De esta manera, borra la máxima información posible para que un determinado software funcione, siempre que esta sea innecesaria.
El sistema operativo de Microsoft también realiza esta operación de forma automática, pero no en el momento en que el usuario quiere ni en las aplicaciones seleccionadas por él. Para utilizarlo, el único requisito consiste en haber instalado previamente el Microsoft .NET Framework 3.5.
El autor, que se parapeta bajo el seudónimo de Kerkia, lo diseñó en un principio para reducir el exagerado consumo de Firefox, aunque luego expandió su utilidad para abarcar todos los procesos del ordenador. Este informático explica en su web que la mayoría del software ocupa más memoria RAM de la debida, por causa de una deficiente programación, y que, además, tiende a ocupar mayor cantidad cuando se utiliza durante periodos prolongados.
Estas opciones ayudan a conseguir buenos resultados con software que se caracteriza por derrochar RAM, como los navegadores y las suites ofimáticas
El diseño de Minimem es minimalista. En una pequeña ventana, se despliegan los procesos activos en la columna de la derecha. Los procesos que se quieran optimizar se deben pasar a la columna de la izquierda, que en un principio está en blanco. Por defecto, oculta los programas que acaparen menos de 15 megabytes de memoria.
Una característica interesante de Minimem radica en que permite experimentar. En su última versión, la reducción de RAM solo se aplica por defecto cuando el consumo es demasiado alto. Si la memoria disponible es mayor de 300 megabytes, el programa no actúa. Este valor se puede personalizar y también suspender la restricción, a gusto del usuario, que puede probar hasta hallar la configuración más cómoda.
Ahora bien, esta posibilidad elimina uno de los posibles inconvenientes de su uso: que se limiten aplicaciones que ya están optimizadas o cuando no resulta necesario porque sobra memoria. Además, por defecto, establece que nunca recorte el consumo de la aplicación que se use en ese momento en el escritorio.
Pc Brother Memory Optimization
De manera parecida trabaja el programa Pc Brother Memory Optimization, aunque realiza una limpieza automática de procesos. Cada vez que notemos que el ordenador funciona más lento de lo normal, bastará con darle al botón «Free now», instalado en nuestro escritorio, para que este libere procesos latentes de la memoria RAM. Para eliminarlos, se basa en el volumen de memoria que ocupan y el tiempo que llevan en funcionamiento sin que hayamos acudido a ellos. Tiene una versión gratuita y otra «Pro» para empresas, a un coste de 19,95 euros. Otro programa similar y también interesante, porque pesa poco y tiene un uso muy intuitivo, es Mz Ram Booster.
El cierre automático de estos procesos puede conllevar la pérdida de algún dato sensible e importante o la parada de algún proceso de descarga e instalación, por lo que se debe pensar antes si hay algún programa que queremos guardar de manera ordenada. Por otro lado, la ventaja de la liberación automática es que evita tener que clicar ventana a ventana para comprobar si hay muchos programas abiertos. En Windows, este sistema es algo incómodo, si bien en Mac OS X se ejecuta desde el comando «Finder», para forzar la salida de los programas en latencia.
Un usuario de un ordenador con varios años de antigüedad puede trabajar con el último Ubuntu sin que se le colapse la memoria RAM
Durante los últimos años, cada actualización del sistema operativo Windows ha precisado de máquinas más potentes y, por lo tanto, de más cantidad de RAM. Windows 98, lanzado en el año que le dio nombre, necesitaba 64 megabytes para funcionar con agilidad. Windows XP, cuya primera versión salió al mercado en 2001, precisaba de 256 megabytes para cumplir con la misma eficiencia.
El gran salto en cuanto a recursos lo dio el fallido Vista, la anterior versión del sistema operativo de Microsoft, que precisaba de un mínimo de un gigabyte de Ram, aunque muchos expertos recomendaban partir de los dos gigabytes. Debido a esta exigencia de mayores capacidades técnicas, los usuarios se veían prácticamente obligados a renovar sus equipos informáticos si querían actualizar el sistema operativo. En versiones posteriores de Windows la exigencia se ha reducido, aunque es todavía alta. Estos requerimientos contrastan con lo que ocurre en el mundo de los sistemas operativos basados en Linux y también en los equipos con Mac Os X.