1. No se puede echar al inquilino
La ley establece que no se puede echar al inquilino de la vivienda hasta que no haya vencido su contrato de alquiler. Cabe recordar que la duración de un contrato de arrendamiento es de cinco años, si el propietario es una persona física, y de siete, si se trata de una persona jurídica.
Entonces, ¿cómo proceder para vender la vivienda alquilada? Existen dos caminos posibles.
- El primero implica negociar con el inquilino para que abandone el inmueble, aunque no esté obligado a irse. Por eso, lo habitual es ofrecerle una indemnización económica. Una vez que la vivienda está libre, se puede proceder con la venta en condiciones normales.
- La segunda posibilidad consiste en vender la casa a un inversor que busca cobrar una renta desde el primer momento. En este caso, el contrato de alquiler se mantiene vigente, pero se cambia la titularidad a nombre del nuevo propietario.
2. Debes notificar al inquilino la venta
Otro de los puntos claves para vender un piso alquilado consiste en la obligación de notificar al inquilino que se procederá a vender la vivienda. Y es que, según la LAU, el inquilino tiene derecho de adquisición preferente. Esto significa que si el propietario decide vender su casa a un precio determinado, el inquilino tiene prioridad para comprarlo por ese valor.
En este punto, sin embargo, cabe hacer una aclaración. Algunos contratos de alquiler especifican que el inquilino renuncia a su derecho de adquisición preferente. Asimismo, la regulación de los contratos anteriores a 2019 están sujetos a otra legislación, por lo que siempre conviene revisar este documento antes de proceder con la venta.
3. El inquilino puede negarse a recibir visitas
El tercer punto más importante es que el inquilino puede negarse a recibir visitas en la vivienda. Y es que, al firmar un contrato de arrendamiento, el inquilino asume el derecho de uso del inmueble. Por tanto, el propietario necesita sí o sí de su consentimiento para entrar en la casa.
¿Qué se puede hacer si el inquilino se niega a recibir visitas? La venta será difícil en estos casos, por lo que conviene siempre conversar con el inquilino, adaptarse siempre a sus horarios para que las visitas no le resulten una molestia y mantener buenas relaciones en todo momento.
Existe también la opción de ofrecer una indemnización para que la vivienda quede libre y el propietario pueda vender la propiedad sin mayores inconvenientes.