Qué hacer si encontramos un pájaro herido

Para los pájaros las ciudades son entornos más hostiles que el campo, de ahí que sea más sencillo topar con un ave caída en el suelo. Las urbes están repletas de edificaciones (muchas de ellas cubiertas de cristales), infraestructuras viarias (como marquesinas, columpios infantiles y cableado) y decoraciones efímeras (las luces de navidad, por ejemplo). Para las aves, la probabilidad de chocar con uno de estos obstáculos es realmente alta. 

En el ámbito urbano los pájaros también deben sortear la circulación de todo tipo de vehículos. Coches, autobuses, furgonetas, tranvías, patinetes y bicicletas suponen una amenaza para su integridad física.

La presencia de perros y gatos sueltos, a los que dar caza a cualquier animal alado les puede resultar un entretenimiento fantástico (o un suculento manjar), malhiere o acaba con la vida de bastantes aves en la ciudad. 

Ante este panorama es bastante fácil que, en cualquier paseo por la ciudad, encontremos un pájaro en el suelo malherido. La manera en la que actuemos es determinante para que el ave sobreviva y vuelva pronto a la libertad. Sigue estas pautas:

Muy probablemente nuestra primera reacción al ver a un pájaro herido será cogerle. Debemos mantener la calma y actuar con precaución. Antes de aventurarnos debemos observar al animal con el fin de comprobar si tiene o no alguna lesión externa. Si lo manipulamos con prisas o de forma inadecua, podemos asustarle y agravar el daño que sufra.

Una vez estemos seguros de que no vamos a empeorar el estado del pájaro, podemos intentar cogerle. En ese momento lo más seguro es que el animal se resista y trate de defenderse utilizando el pico y las patas. Proteger nuestras manos con unos guantes o valernos de un trapo evitará que nos haga daño.

Después, debemos sujetarlo con cuidado, sin ejercer demasiada presión sobre su cuerpo, pero, al mismo tiempo, impidiendo que se escape.

Los pájaros son animales cuyo manejo no es sencillo, tampoco es fácil su supervivencia en cautividad. Lo mejor es contactar con un centro de recuperación de fauna silvestre: hay uno en cada provincia, en el teléfono 112 nos pueden indicar el teléfono.

Si no podemos trasladarnos hasta allí, es vital acudir a un veterinario para que diagnostique y cure al animal o nos diga cómo podemos hacerlo.

¿Cómo ayudar a un pájaro herido en casa? Como última opción, y siempre que se trate de heridas visibles en las patas o alas, podemos probar a curar al animal en casa bajo la supervisión de un veterinario. Esta solución debe ser temporal: el fin no debe ser otro que ganar algo de tiempo hasta que contactemos con un centro de recuperación o veamos que el pájaro es capaz de valerse por sí mismo. Carecer de conocimientos ornitológicos hace que las posibilidades de agravar las lesiones del animal e, incluso, de provocarle la muerte sean muy elevadas. 

A la hora de acomodar al pájaro en casa lo mejor es optar por una caja de cartón lo suficientemente grande como para que el animal esté cómodo y lo bastante pequeña para que el ave no se mueva demasiado y se lastime. El fondo debe forrarse con papel de cocina para que absorba los excrementos. También es importante instalar la caja en una zona tranquila, templada y lo más alejada de las corrientes de aire.

Cuando son pequeños, los pájaros pueden caerse del nido con facilidad. De hecho, en primavera y verano es cuando hay más pollos en el suelo. La competencia entre hermanos, la presencia de depredadores, las inclemencias meteorológicas (incluido el calor) o un error de cálculo en las primeras maniobras de inicio al vuelo pueden terminar con el polluelo en tierra firme. 

Para rescatar a un pájaro pequeño debemos actuar de distinta manera a como lo haríamos si fuese un ejemplar sénior. Lo primero es calcular su edad.

Que tenga los ojos cerrados y el cuerpo cubierto de plumón indica que se trata de un recién nacido.

• En este caso, la mejor alternativa es localizar el nido y llevarlo de vuelta a él.
• Si no es posible, hay que poner al polluelo en una caja de cartón encima de un trapo o de un papel de cocina para que se conserve caliente. Después, hay que dejar la caja junto al lugar donde le hemos encontrado, pero en una posición elevada, a salvo de la mirada de perros o gatos.

Si el pájaro que encuentras en el suelo es pequeño, pero tiene los ojos abiertos y todo su plumaje (y no presenta heridas externas), lo más normal es que sea un volantón: un pollo que está realizando sus primeras prácticas aéreas. En estas incursiones en el mundo adulto, las aves primerizas no saben remontar el vuelo cuando aterrizan y caminan y aletean en el suelo, dando la sensación de necesitar nuestra ayuda.

• Nunca debemos coger un volantón y llevarlo a casa, ya que son los padres del pájaro los que se encargarán de cuidarlo y enseñarle a regresar al nido.
• Nuestra labor debe limitarse a colocarle sobre una rama de un árbol o un seto, lo más alto posible, para que su familia lo localice y lo alimente.