¿Podría ocurrir un huracán en España?
A finales de agosto, Mario Picazo dio la voz de alarma: en las próximas semanas un huracán podría causar graves alteraciones en la meteorología española. El aumento de la temperatura del mar, que ronda los 28 grados, generaría las condiciones atmosféricas propicias para su formación.
Muy activo en las redes sociales, Mario Picazo comentó en concreto lo siguiente en X (antes Twitter): «El Mediterráneo un punto rojo del planeta que bate récords de temperatura y aporta una cantidad tremenda de vapor de agua a la atmósfera de la región. La anomalía histórica del mar en conjunto roza ya los +3C con un valor que ronda los 28C de media. Suficiente para que con las condiciones de dinámica atmosférica ideales (como las que caracterizan los huracanes del Atlántico) se pasee por las aguas un huracán hecho y derecho. Será interesante ver qué tipo de escenario nos encontramos en la recta final del verano con las primeras incursiones de aire frío».
Si fuese como dice el popular meteorólogo, sería la primera vez que algo así ocurriera. Hasta el momento, lo único que se ha observado son tormentas más cerca de latitudes septentrionales.
🌬️ Una alerta recurrente
Pero no es la primera vez que se especula con la posibilidad de que un huracán alcance la Península Ibérica. El año pasado, por las mismas fechas, hubo una alerta por el mismo motivo.
En ese momento desde la AEMET aseguraron que la posibilidad de que este fenómeno meteorológico afectase a nuestro país es muy baja. “Las probabilidades de que los vientos asociados a este sistema tropical afecten a la Península Ibérica, son inferiores al 10 %”, declaró Rubén del Campo, portavoz de la Agencia.
Los expertos del portal meteorológico Eltiempo.es compartían la misma opinión: «La península Ibérica se ubica en la región templada del globo, una condición geográfica que disminuye significativamente las posibilidades de que se produzcan huracanes en España. Nuestras aguas son frías y no propicias para el desarrollo de estos fenómenos», declararon.
🌬️ Huracanes cercanos
Ningún huracán ha alcanzado las costas españolas hasta la fecha. Sin embargo, el cambio climático ha impulsado el desplazamiento hacia el norte de las tormentas tropicales, que son fenómenos ciclónicos asociados a vientos sostenidos de cierta intensidad. Esto se debe al incremento de la temperatura del agua en esas regiones, entre dos y tres grados.
De acuerdo con Eltiempo.es, han sido tres los huracanes que estuvieron cerca de afectar a España.
- En 2005 Vince fue el primero, llegó a tocar el sur de Portugal y Huelva.
- Al año siguiente, Gordon rozó la península por Galicia, donde se registraron ráfagas de viento de hasta 150 km/h.
- Leslie, en 2018, impactó en áreas de Portugal, España y Francia. En nuestro país, los vestigios del huracán dejaron fuertes ráfagas de viento en Castilla y León.
¿Qué es un huracán?
Un huracán es un tipo de ciclón tropical que se distingue por vientos de gran intensidad, acompañados de tormentas eléctricas y precipitaciones persistentes y abundantes. Los más característicos ocurren en las áreas de la cuenca noreste del Océano Pacífico y la del Atlántico Norte, que engloba el Mar Caribe y el Golfo de México.
La génesis de los huracanes tiene lugar en los océanos, en regiones de aguas cálidas con temperaturas que oscilan entre los 26 y 16 grados. El proceso se inicia con el ascenso del aire caliente y húmedo desde la superficie del océano, el cual es reemplazado por corrientes de aire más fresco. A medida que este aire caliente se eleva, se enfría y condensa, liberando calor y energía, lo que alimenta la formación del huracán.
La rotación de la Tierra desvía el aire en ascenso, creando así una región de baja presión. A medida que más aire caliente y húmedo es succionado hacia arriba, se establece un ciclo de retroalimentación positiva que impulsa el crecimiento y la intensificación del huracán. En este punto, la velocidad del viento supera los 119 km/h.
¿Cómo se clasifican los huracanes?
Los huracanes se categorizan en cinco niveles por la intensidad de sus vientos, el efecto de sus olas y su capacidad para provocar inundaciones. Esta clasificación sigue la Escala Saffir-Simpson:
🌀 Categoría 1
Los vientos alcanzan velocidades que oscilan entre 119 y 153 km/h y las olas elevarse hasta 1,5 metros por encima de lo habitual. Un huracán de esta categoría tiende a provocar daños en las estructuras no ancladas y desplaza árboles. Además, puede generar inundaciones en las carreteras costeras y ocasionar destrozos menores en los muelles.
🌀 Categoría 2
Con vientos de entre 154 y 177 km/h y olas de hasta 2,4 metros de alto. Ocasiona importantes daños en las estructuras de los edificios. Techos, puertas y ventanas quedan destrozados. Además, puede arrancar arbustos y árboles de pequeño tamaño.
🌀 Categoría 3
Los vientos pueden alcanzar velocidades de hasta 209 km/h y las olas tener una altitud de 3,6 metros. Los huracanes de esta categoría tienen el potencial de causar daños estructurales en edificaciones de pequeño tamaño.
🌀 Categoría 4
Son considerados muy fuertes, pueden mantener su intensidad durante un tiempo prolongado. Los vientos oscilan entre 210 y 249 km/h, acompañados de olas que pueden superar los 5 metros de altura. Pueden causar inundaciones extensas en zonas costeras.
🌀 Categoría 5
Desatan vientos superiores a los 250 km/h. Las olas pueden elevarse por encima de los 6 metros. Los vientos pueden arrancar árboles de gran tamaño y desplazar viviendas enteras. Las zonas costeras sufren inundaciones masivas. El impacto en las comunidades afectadas es devastador.
Los huracanes del Atlántico
En el Atlántico, las tormentas más potentes se empiezan a formar cerca de las costas de Cabo Verde. Empujadas por los alisios, adquieren entidad en el Caribe y el Golfo de México. Estas zonas registran unas condiciones óptimas: la temperatura del mar es elevada y hay mucha humedad en el ambiente. Desde allí, los huracanes suelen seguir la corriente del Golfo, escalar por la costa este de Estados Unidos y virar hacia Europa.
La temporada oficial de huracanes en el Atlántico se extiende desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre. La responsabilidad de realizar los pronósticos anuales recae en la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), que emite dos evaluaciones: una a finales de mayo y otra a principios de agosto.
En la última predicción, el NOAA ha anunciado que la probabilidad de una temporada de huracanes estará «por encima de lo normal». Este pronóstico se fundamenta en las elevadas temperaturas del mar, lo que podría dar lugar a la formación de entre 14 y 21 tormentas tropicales; de estas, entre 6 y 11 podrían evolucionar hasta convertirse en huracanes.
¿Qué es un medicane y qué tiene que ver con un huracán?
La palabra «medicane» tiene su origen en el término en inglés mediterranean hurricane, que se traduce como huracán del Mediterráneo. Aunque un medicane no encaja totalmente en la definición de un huracán, comparte numerosas similitudes.
Las precipitaciones intensas y torrenciales, los vientos de gran magnitud y la formación de olas de considerable tamaño son algunas de sus características más destacadas. El otoño es la estación del año más propensa a la formación de estos fenómenos naturales. Los medicanes ejercen un impacto devastador en las áreas donde se desarrollan. Destruyen infraestructuras, provocan deterioros en la producción agrícola y, lamentablemente, generan grandes pérdidas humanas.
La reciente tormenta Daniel, que ha azotado Grecia y Libia, ha sido clasificada como un fenómeno DANA y medicane. En Grecia, ha desencadenado inundaciones generalizadas, mientras que en Libia, ya catalogada como ciclón, ha provocado el colapso de presas y sumido ciudades enteras bajo el agua, causando la muerte de miles de personas.