Amigables y longevas, perfectas en familias con niños
Si has tenido la oportunidad de ver alguna vez a una chinchilla, muy probablemente habrás experimentado un flechazo instantáneo. Estos roedores, con orejas y ojos grandes y pelaje suave y esponjoso, son absolutamente adorables. Tienen un tamaño similar al de un conejo y su longevidad se asemeja a la de un perro, ya que pueden vivir más de una década y, con los cuidados adecuados, acercarse a los dos decenios de vida.
Esta característica las convierte en mascotas perfectas para muchas familias con niños, ya que los peques pueden disfrutar de su compañía durante muchos años. Su carácter amigable también contribuye a esta elección.
Sin embargo, a pesar de su apariencia, son criaturas muy sensibles y algo tímidas (sobre todo cuando llegan a casa), por lo que requieren atención, cariño y paciencia en su manejo diario. Si el niño es demasiado pequeño o no ha aprendido todavía a controlar su fuerza, quizá será mejor considerar otras opciones como animal de compañía.
Roedor originario de los Andes
La chinchilla es originaria de la Cordillera de los Andes. Habita en libertad en el altiplano andino, desde el sur del Perú y el oeste de Bolivia, hasta el noreste de Chile y el norte de Argentina. Su hábitat de procedencia hace que sea capaz de sobrevivir en climas extremadamente fríos y secos.
La excepcional suavidad y densidad del pelaje de las chinchillas las hizo víctimas de la explotación en la industria de la confección de abrigos, una práctica que las llevó al borde de la extinción. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) estimó que la población se redujo en un 90 % en tan solo tres generaciones, es decir, en un periodo de 15 años, lo que situó a estos animales en la lista de especies amenazadas.
A finales del siglo pasado, las chinchillas comenzaron a ganar popularidad como mascotas, un cambio de rol que sirvió para proteger su vida. La chinchilla doméstica es el resultado de la hibridación entre dos especies silvestres: la Chinchilla lanigera y la Chinchilla Chinchilla.
Características de la chinchilla
La chinchilla es un roedor perteneciente a la familia chinchillidae. Alcanza una longitud máxima de 26 centímetros, incluyendo la cola. El peso varía según el género, siendo las hembras más robustas, rondando los 800 gramos, mientras que los machos suelen estar alrededor de los 600 gramos. Por su tamaño, se asemeja a un conejo y es ligeramente más grande que una cobaya.
A diferencia de otras mascotas, como los hurones, las chinchillas son muy longevas. Pueden superar con facilidad los 10 años de vida y, en ocasiones, acercarse a las dos décadas, siempre y cuando reciban los cuidados adecuados y una alimentación completa.
Físicamente, son muy características sus orejas redondeadas de notable tamaño, que les sirven para regular su temperatura corporal y detectar sonidos con gran precisión. Además, poseen ojos redondos, grandes y oscuros, que les otorgan una excelente visión nocturna.
Sus patas delanteras son cortas, mientras que las traseras, algo más largas, lo que les ayuda a trepar y moverse con agilidad. Sin duda, uno de sus atributos más distintivos lo conforma su pelaje, que puede ser gris, negro o blanco.
Las chinchillas son animales nocturnos, por lo que se muestran más activas durante la noche. Durante el día, suelen descansar en algún rincón apartado de la jaula y alejado de las miradas humanas. Respetar su rutina de sueño y vigilia es esencial ya que, de lo contrario, podrían experimentar estrés o ansiedad. Si conviven niños, es importante educarlos para que, en la medida de lo posible, no perturben al animal.
La llegada de una chinchilla a casa
Las chinchillas son animales muy tímidos y necesitan algo de tiempo para acomodarse a las rutinas del hogar. Para asegurar su bienestar, conviene proporcionarles un ambiente tranquilo y evitar manipularlas o tocarlas en exceso. La observación constante también puede resultarles muy estresante. Con el paso de los días, podemos comenzar a interactuar con la chinchilla, ofreciéndole pequeños premios, como trozos de fruta, para ganarnos su confianza.
✔️ Jaula
Debe ser amplia y espaciosa para que pueda moverse y saltar a su gusto. Las dimensiones mínimas recomendadas son 120 x 60 x 45 cm. Si es posible, opta por una que ofrezca varios niveles y tenga rampas, para que pueda jugar y ejercitarse, pero asegúrate de que también cuente con un generoso espacio horizontal para que pueda correr.
No olvides equipar la jaula con un sustrato absorbente, como virutas de madera, y un lecho higiénico de papel reciclado o maíz. Además, es esencial incluir un nido con heno, lugares donde pueda esconderse, una piedra pómez para roer, juguetes de madera, un comedero, un bebedero tipo biberón y un arenero para el baño.
Ubica la jaula en una zona tranquila de la casa, que esté bien ventilada y seca, lejos de corrientes de aire. Dado que las chinchillas provienen de climas fríos y secos, evita colocar la jaula cerca de fuentes de calor directo. La temperatura óptima para las chinchillas oscila entre 10 y 18 grados, sin superar los 25 grados en ningún caso.
✔️ Alimentación
Las chinchillas son animales herbívoros. Su alimentación debe incluir tres componentes:
- Heno, que representa aproximadamente el 75 % de su dieta, debe ser proporcionado a diario y en cantidad suficiente.
- Pienso, que supone alrededor del 20 % de la dieta, debe ser de alta calidad y específico para chinchillas.
- El 5 % restante lo componen vegetales verdes y frutas; estas últimas deben ofrecerse de manera ocasional, como un pequeño premio.