El continente africano guarda secretos, motivos para la esperanza que a menudo quedan relegados a un segundo plano por la magnitud de las cifras que hablan de desastres. África acumula pobreza, enfermedades, hambrunas y conflictos armados. Pero no sólo eso. Las estadísticas que dan como resultado estos “números rojos” no son las únicas disponibles. El Banco Mundial ha analizado más de 450 indicadores que trazan el dibujo de la verdadera África.
Imagen: Manos Unidas
África festeja un año más su Día. El 25 de mayo se conmemora la creación de la Organización para la Unidad Africana (OUA), relevada por la Unión Africana (UA). El marco de la celebración está condicionado por la crisis financiera, pero se buscará espacio para el brindis. «La demanda de productos básicos, como diamantes, café o caucho, está bajando, lo que implica un incremento en el desempleo y una considerable disminución de los ingresos por remesas», lamenta Manos Unidas.
Los avances conseguidos por África en los últimos años quedan relegados a un segundo plano ante estos datos. Sin embargo, es momento de reconocerlos. Desde 1996 a 2007, el continente aumentó la tasa media de crecimiento anual del 3,7% al 6,3%, mientras que la inflación se redujo del 18,8% al 8,2% durante el mismo período.
«50 cosas que no sabías de África»
El Banco Mundial ha sido pionero en el análisis de la situación real del continente. Ha recurrido a más de 450 indicadores de desarrollo (Africa Development Indicators, ADI) para comparar los avances y retrocesos en otros tantos ámbitos. El periodo de estudio abarca desde 1965 a 2006, aunque algunos datos se refieren también a 2007-2009.
Los indicadores se fijan en la balanza de pagos, la inflación, el estado de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y la Declaración de París, el sector privado, el desarrollo humano y rural, los efectos del cambio climático y las consecuencias de enfermedades como el sida o la malaria, entre otras cosas. A partir de ellos, el Banco Mundial ha elaborado un informe completo sobre la realidad africana, además de un listado con medio centenar de datos curiosos: «50 cosas que no sabías de África».
La lista de revelaciones es dispar. Destaca tanto las posibilidades de crecimiento del continente, que han pasado del 21% al 46% en la última década analizada, como la media de teléfonos móviles en Sudáfrica: 84 por cada 100 habitantes. Pero sobre todo saca a la luz los contrastes:
- El avance de los países exportadores de petróleo es hasta tres veces más rápido con respecto a los que no exportan.
- La agricultura en Guinea Bissau supone el 60,3% del PIB, mientras que en Botswana apenas alcanza el 1,7%.
- La esperanza de vida en Mauritania es de 73,2 años y en Swazilandia, de 40,8 años.
- En Liberia hay un profesor de primaria por cada 19 estudiantes. En Mozambique, la media es de un maestro por cada 67 alumnos.
- En Sierra Leona, por cada 100.000 partos fallecen 2.000 mujeres. En Mauricio apenas mueren 15 mujeres por la misma causa.
- El 36% de los estudiantes que empiezan el colegio llegan a quinto grado en Madagascar. En Mauritania, la cifra asciende al 99%.
- De 2000 a 2006, el consumo eléctrico per capita en Sudáfrica fue de 4,847 Kw y en Etiopía, de 34,4.
- La República de Seychelles, formada por diversas islas, es la zona menos poblada de África (0,1 millones de habitantes) y con menor índice de fertilidad (dos hijos por mujer).
Romper la espiral de pobreza en África requiere una gran inversión. Afecta a cerca de 400 millones de personas. “De los 177 países que estudia el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), los 24 con el índice de desarrollo humano más bajo son africanos”, recuerda Manos Unidas.
Los 24 países con el índice de desarrollo humano más bajo son africanos
Esta organización desarrolla numerosos proyectos en el continente. Las iniciativas se centran la educación, la sanidad y la seguridad alimentaria. La población rural, los niños, los jóvenes y las mujeres son grupos de atención preferente.
En la misma línea, el nuevo Plan África 2009-2012, que se presentará en breve como continuación del Plan 2006-2008, tratará de ayudar al desarrollo económico del continente, la construcción de paz y seguridad, la protección de los derechos humanos, la igualdad de género, la sostenibilidad medioambiental y la adaptación al cambio climático.