Pequeños hábitos, como reducir el gasto en el clásico café de la mañana o prestar más atención a aquellas suscripciones que se han contratado pero no se utilizan, pueden ser el punto de partida para un cambio definitivo en la gestión de las finanzas. Y la mejor manera de dar este primer paso es crear un presupuesto.
La clave está en el presupuesto
Aunque estamos ante una práctica conocida, el presupuesto sigue siendo la piedra angular de una gestión financiera exitosa. En este plan financiero u hoja de cálculo se cuantifican los ingresos y los gastos estimados que se tendrán durante un periodo de tiempo determinado, que en general ronda el mes. El objetivo del presupuesto es entender en qué se está gastando el dinero y aprender, de este modo, a administrarlo mejor.
Pero no solo consiste en hacer un registro de los ingresos y los gastos, sino también en determinar a conciencia cuánto dinero se destinará a cada gasto cada mes. Se podrían dedicar, por ejemplo, 500 euros al alquiler, 250 a los gastos de supermercado y 100 euros al ocio. De esta manera, se evita la tensión de no llegar a fin de mes por haber gastado de más. Además, esta clasificación de los gastos permite identificar la capacidad de ahorro.
Cómo crear el hábito del ahorro
Después de determinar cuánto se puede ahorrar, resulta más fácil avanzar con la construcción de este hábito. Para poder sostenerlo a largo plazo, eso sí, es conveniente que este suponga una cantidad realista y alcanzable. De nada sirve proponerse ahorrar 200 euros al mes, si después de analizar los gastos se descubre que el ahorro mensual máximo podría ser de 50 euros.
Tampoco importa, si lo que se puede ahorrar ahora parece una cantidad demasiado pequeña. Lo realmente importante es comenzar a crear el hábito, de tal forma que cuando aumenten los ingresos, se incremente también el dinero que se guarda mes a mes. Y eso sí, para no caer en la tentación de gastar de más, es crucial separar el ahorro tan pronto como se recibe la nómina y, preferentemente, guardarlo en una cuenta específica que dé remuneración.
Dos opciones seguras para multiplicar los ahorros
No importa si se dispone de una pequeña o de una gran suma de dinero. Existen múltiples opciones que permiten multiplicar los ahorros o protegerlos de la desvalorización que produce la inflación.
Las cuentas remuneradas, por ejemplo, dan rendimientos de hasta un 4 % anual a los ahorristas; mientras que otros productos de bajo riesgo como los depósitos bancarios dan rendimientos de en torno al 4,2 %.
Al enfrentar la cuesta de enero, es crucial no solo sobrevivir el mes, sino también aprender lecciones valiosas que beneficien las finanzas en el futuro. Adoptar hábitos financieros saludables, implementar estrategias de presupuesto efectivas y explorar oportunidades de inversión son pasos fundamentales para construir una base sólida. Así, el próximo año no será necesario hablar de cuesta de enero, porque se habrán presupuestado los gastos extra de diciembre con anticipación y se evitarán así los sobresaltos financieros.