Fox terrier: todo lo que debes saber sobre esta raza

El fox terrier tiene un porte elegante y una apariencia bastante curiosa en la que destacan su singular cabeza y su hocico.

Los fox terrier son perros de tamaño pequeño a mediano. De proporciones equilibradas, estructura robusta y compacta, pero ágil. Poseen una característica cabeza plana y estrecha y un hocico largo. Puede costar distinguir donde acaba una y empieza el otro.

Según el estándar de la raza, los machos tienen una altura de 35 a 39 cm a la cruz (desde la base del cuello al suelo), y las hembras de 33 a 35 cm. El peso ideal varía entre los 6 y los 9 kg.

Los ojos son pequeños, oscuros, y expresan inteligencia y curiosidad. Las orejas son también pequeñas, en forma de “V”, y caen dobladas hacia delante. Su cola es de implantación alta y llevada en posición vertical; tradicionalmente se acortaba.

Estos enérgicos perros pueden disfrutar de una vida de 12 a 15 años.

El fox terrier de pelo alambre presenta un pelaje duro, corto, denso y bastante áspero al tacto. El del fox terrier de pelo liso es duro, corto, denso y abundante.

El color es blanco, o predominantemente blanco, con manchas negras, marrones o tostadas, o tricolor.

Su historia comienza en Inglaterra y está totalmente ligada al mundo de la caza.

A mediados del siglo XIX, en pleno auge de la caza del zorro en Gran Bretaña, se buscaba un perro compacto, valiente y hábil que pudiera desempeñarse eficazmente en las cacerías en terrenos variados.

La raza se desarrolló a partir de cruces entre terriers locales y otras razas populares de la época, como el bull terrier y el terrier negro y tostado (black and tan terrier). La finalidad era crear un perro lo suficientemente intrépido para rastrear y desalojar a los zorros de sus madrigueras, pero lo bastante ágil y resistente para seguir el ritmo de la caza a caballo.

El fox terrier en sus dos variedades de pelo de alambre y liso, ganó popularidad rápidamente tanto en el ámbito de las cacerías como en el de las exposiciones caninas, gracias a su versatilidad, su inteligencia y su apariencia distintiva.

En Inglaterra se estableció la diferenciación entre las dos razas fox terrier (de pelo alambre y de pelo liso), a finales del siglo XIX. Sin embargo, la Federación Cinológica Internacional (FCI) reconoció oficialmente primero al de pelo duro en 1955, y al de pelo liso en 1963. El American Kennel Club (AKC) todavía tardó un poco más en hacer la distinción como razas separadas, no fue hasta 1985.

Las dos palabras que mejor definen al fox terrier son entusiasmo y vitalidad, aunque también posee una gran personalidad y mucho carácter.

El fox terrier es vivaracho, sociable, extrovertido y afectuoso. Está constantemente listo para jugar o disfrutar de cualquier actividad en familia.

Aunque le gusta tener cerca a los suyos, su apego no será exagerado porque tiene un lado independiente. Este rasgo de su carácter hace que pueda tolerar mejor la soledad, siempre y cuando se le acostumbre desde cachorro, esté bien ejercitado y tenga entretenimiento en casa para que el aburrimiento no le lleve a ladrar y portarse mal.

De su pasado como perro cazador, que tenía que enfrentarse a zorros, conserva su gran valentía, su tenacidad y su arrojo. No es miedoso, ni se achanta ante el peligro, llegando a ser incluso un poco temerario. Muy inteligente, astuto, curioso, rápido e intrépido. Está siempre alerta, preparado para la acción.

Es un perro noble, seguro de sí mismo, pero, fiel al fuerte temperamento de los terrier, también testarudo, dominante e inquieto, y esto puede complicar algo su adiestramiento. Aunque el éxito está asegurado si se hace con firmeza, cariño y constancia.

Aunque su papel como perro de caza ha disminuido mucho y ahora sobre todo es un extraordinario animal de compañía, conserva su fuerte instinto cazador. Los ejemplares que siguen participando en cacerías son perseverantes e incansables cuando siguen un rastro.

El pequeño fox terrier puede ser un buen guardián. Continuamente pendiente de su entorno, actuará como un gran perro alerta si percibe cualquier amenaza, avisando con sus ladridos a sus seres queridos.

Son auténticos perros de exposición. Una raza campeona, muy laureada, presente en concursos y exposiciones caninas de todo el mundo desde hace muchos años.

También destacan en el mundo del agility, gracias a su portentosa agilidad, velocidad, inteligencia y destreza.

El fox terrier es un perro que se llevará genial con los niños. Su energía y sus continuas ganas de jugar pueden ser una fuente de diversión para toda la familia. Sin embargo, su impetuosa naturaleza puede resultar abrumadora a los niños más pequeños, por eso es esencial supervisar las interacciones con estos.

Su fuerte temperamento, dominante y controlador, puede ser problemático en sus relaciones con otros animales domésticos y con otros perros, a los que puede llegar a enfrentarse sin temor y sin importarle el tamaño que tengan.

El adiestramiento y la socialización temprana son claves para mantener a raya su comportamiento, que aprenda códigos de conducta y dónde están los límites.

Si existe una regularidad en la higiene general, mantener en buen estado al fox terrier no es complicado.

Aunque es una raza que muda poco, en el cuidado del manto hay que hacer distinción entre la variedad de pelo alambre y la de pelo liso.

El fox terrier de pelo alambre va a necesitar un mantenimiento más frecuente y costoso que el de pelo liso, y ser cepillado dos o tres veces por semana para prevenir enredos y eliminar el pelo suelto. Además, por sus características, será preciso visitar a un peluquero canino para que pueda cortarlo y arreglarlo varias veces al año. La técnica que se utiliza con pelajes duros es el stripping.

El fox terrier de pelo liso, sin embargo, lucirá un pelaje sano y bonito con un simple cepillado semanal.

Los fox terrier solo necesitan bañarse ocasionalmente, cada dos meses, o cuando se ensucian. El uso de un champú suave para perros ayudará a conservar su pelaje y su piel en buenas condiciones.

Las orejas deben revisarse una vez a la semana para evitar que se deposite en ellas cera, humedad o suciedad que pueda generar infecciones. Para la limpieza de los oídos debe usarse una gasa y un limpiador auricular prescrito por el veterinario.

Los ojos del fox terrier pueden acumular legañas o secreciones, por eso tienen que limpiarse a menudo, delicadamente, con una solución oftálmica y un paño suave o una gasa.

El cuidado dental es fundamental para que no afecte a  la salud general. Se recomienda cepillar los dientes varias veces por semana usando un cepillo de cerdas suaves y una pasta específica para perros, que ayude a prevenir la acumulación de placa y otros problemas dentales.

Como el fox terrier es un perro que no para quieto, es probable que sus uñas se desgasten de manera natural con la actividad realizada en el día a día. Si no es así, hay que evitar que crezcan y cortarlas cuando sea necesario.

Los fox terrier son perros muy deportistas y activos, de energía incombustible. Necesitan estímulos continuos y estar ocupados o entretenidos para mantener un comportamiento equilibrado y sentirse bien a nivel físico y mental.

Son una raza afectuosa que disfruta de la compañía humana, ya sea paseando, jugando, realizando algún deporte o cualquier actividad. Todo lo que se les proponga en familia les parecerá un buen plan.

En su rutina no pueden faltar los paseos diarios y las caminatas. Si se realizan en áreas naturales, como parques o senderos, mejor, porque además de hacer ejercicio podrán satisfacer su necesidad de exploración y olfateo.

Los fox terrier tienen un fuerte instinto de caza y, si ya no cumplen funciones cazando, los juegos de rastreo y búsqueda serán perfectos para complacer su instinto natural. Se pueden esconder juguetes o premios en el jardín o en el interior de casa para que los encuentren.

Son perros que adoran los juegos de perseguir y atrapar objetos o pelotas en movimiento, el lanzamiento de frisbee, los juguetes para morder y las cuerdas para tirar.

Si se dispone de un jardín o patio amplio, otra manera de quemar energía y poner a prueba su coordinación y agilidad es crear un circuito de agility con obstáculos, túneles, saltos y aros. En esta disciplina demuestran tener un talento especial y, bien entrenados, pueden competir con resultados excelentes.

El fox terrier es inteligente y también se le pueden plantear desafíos a través de puzzles, rompecabezas y juguetes interactivos, y entrenarle en obediencia para enseñarle comandos básicos y trucos.

Los fox terrier deben tener una alimentación adecuada al peso, la edad y el nivel de actividad de cada ejemplar.

La dieta tiene que ser de alta calidad y constar de una proporción equilibrada de nutrientes esenciales. Se puede optar por pienso seco (croquetas), alimento húmedo (latas) o incorporar alguna receta casera. La cantidad de las porciones y la frecuencia de las comidas del alimento comercial puede consultarse en los envases de cada fabricante. Las recetas caseras se pueden establecer con ayuda del veterinario o de un nutricionista canino.

Por lo general, a los cachorros les beneficia repartirles la comida en varias raciones al día, en cantidades más pequeñas, mientras que a los adultos se les pueden reducir a dos.

Al fox terrier le gusta comer y tiene tendencia a subir de peso. Si se le dan snacks o premios como recompensa durante un entrenamiento o el adiestramiento, hay que controlar que no sean excesivos y que no contengan muchas calorías.

Los fox terrier son una raza sana y fuerte, pero también pueden sufrir alguna complicación habitual a nivel de salud.

• Problemas dermatológicos: la aparición de alergias, infecciones y dermatitis atópica es frecuente en la raza. Los cuidados regulares del pelaje y la piel, junto con una dieta equilibrada, pueden ayudar a prevenir estos problemas.
• Luxación de rótula: se produce cuando la rótula se desplaza de su posición normal. Puede causar cojera y molestias en la pata afectada.
• Problemas oculares: algunos fox terrier pueden padecer diversas afecciones en sus ojos. Las más comunes son las cataratas, el glaucoma o la luxación del cristalino.

Su nombre “fox” significa zorro en inglés, y se les otorgó por su función como perros de caza rastreando zorros.

Los fox terrier son participantes habituales y destacados en importantes exposiciones caninas, como la Westminster Kennel Club Bests in Show, una de las más famosas del mundo, organizada por el Westminster Kennel Club (WKC), donde han sido premiados en innumerables ocasiones como “Mejor ejemplar en exposición” por su elegancia y conformación.

Milú, el leal compañero canino del personaje de cómic Tintín, es un fox terrier blanco. La serie de cómics «Las aventuras de Tintín», creada por Hergé en 1929 para lectores de todas las edades, convirtió a Milú en un icono en la cultura popular.

Eduardo VII, rey del Reino Unido, fue un gran amante de los perros, y especialmente de un fox terrier llamado «César», su favorito. Cuando el rey falleció, César ocupó el lugar de honor en el cortejo fúnebre, caminando justo detrás del féretro y delante de miembros de todas las casas reales y personalidades de otros países del mundo. A los pies del monumento funerario donde descansan los reyes Eduardo VII y Alejandra de Dinamarca en el Castillo de Windsor, se colocó una pequeña estatua de César, en su memoria.

Su tamaño manejable y su carácter vital hacen que se adapte sin problemas a distintos entornos. Puede vivir igual de feliz en un piso que en una casa grande que disponga de jardín, en la ciudad o en el campo.

Como buenos perros alerta, cualquier ruido puede hacer que ladren bastante, y esto puede ser problemático si se vive en una comunidad con vecinos.

Entusiasta del ejercicio y de las actividades dinámicas, su dueño o su familia deben tener las mismas inquietudes que él y estar a la altura de sus necesidades en este sentido. No es una raza indicada para personas sedentarias.

Es importante no dejarse engañar por las apariencias. El dominante y terco fox terrier necesita aprender límites y ser educado con firmeza y paciencia y, para lograrlo, quizás sea recomendable tener experiencia previa. Son perros con un temperamento fuerte, pero no tienen mal carácter. A menudo tienden a confundirse ambas cosas, y no hay que olvidarlo.

El fox terrier posee un encanto especial. Como compañero perruno es familiar, alegre y cariñoso, y puede ser un cómplice de aventuras perfecto para aquellos a los que no les importe su intenso carácter y sepan como llevarle.