Golden retriever: todo lo que debes saber sobre esta raza

La belleza de la raza va más allá de sus características físicas. En ella también destacan su movimiento poderoso al caminar y una expresión amable y tierna.

El golden tiene un tamaño mediano y un cuerpo bien proporcionado. Es un perro musculoso y robusto, pero sin dar una imagen de pesadez, de pecho profundo y extremidades fuertes. Su cabeza es armónica en relación al cuerpo.

Los machos suelen medir entre 56 y 61 cm a la cruz (desde la base del cuello al suelo) y pesan de 29 a 34 kg. Las hembras tienen una estatura de 51 a 56 cm, y un peso entre 25 y 29 kg.

Sus vivos ojos suelen ser de color marrón oscuro. Son ovalados y están bien separados.

Las orejas tienen un tamaño medio y están colocadas a los lados de la cabeza. De forma triangular y con las puntas redondeadas, caen hacia adelante, descansando cerca de las mejillas.

La cola es larga y fuerte, bien cubierta de flecos. Está insertada a la altura del dorso y la lleva en un movimiento alegre. Los golden retriever generalmente viven entre 10 y 12 años.

Su manto es doble. La capa externa puede ser lisa o ligeramente ondulada, y moderadamente larga, con flecos. La capa interna es más densa y resistente al agua, y le proporciona una excelente protección contra el clima frío y la humedad.

El pelaje tiene un distintivo color dorado, que puede variar desde un tono crema más claro, hasta tonos oro más oscuros.

Su historia comienza en Reino Unido en el siglo XIX, y, más concretamente, en las Highlands de Escocia, en una época donde la caza de aves estaba muy de moda entre los aristócratas.

El origen de la raza está estrechamente vinculado a un hombre llamado Sir Dudley Marjoribanks, más conocido como Lord Tweedmouth. Este noble dedicó años de su vida a los cruces y la cría en su finca Guisachan Estate, en el condado de Inverness-Shire. Su objetivo era conseguir un perro de caza perfecto, que pudiera recuperar aves acuáticas con eficacia y delicadeza, adaptándose al entorno difícil y al clima adverso escocés.

Lord Tweedmouth comenzó la cría selectiva en la década de 1860, cruzando un wavy coated retriever amarillo con una hembra de la raza tweed water spaniel (ya extinta). El resultado de este cruce fue una camada de cachorros que poseían las características deseadas: unas habilidades de recuperación excepcionales, un temperamento dócil y un bonito manto dorado. Estos primeros perros  sentarían las bases de la raza que se conoce hoy en día.

Este aristócrata continuó refinando la línea de cría hasta 1890, incorporando cuidadosamente otras razas como el setter irlandés y posiblemente el bloodhound.

El golden retriever fue visto por primera vez en un exposición canina en Reino Unido en 1908, y fue oficialmente reconocido como raza por elKennel Club británico en 1913. El American Kennel Club (AKC) lo hizo en 1925 y la Federación Cinológica Internacional (FCI) en 1954.

Además de su indudable atractivo, el otro punto fuerte de la raza es su maravillosa y entrañable forma de ser.

El golden retriever tiene un temperamento equilibrado, sereno y seguro de sí mismo. Es un perro bondadoso, afable y muy cariñoso, que tiende a establecer lazos muy fuertes con su familia.

Extrovertido, simpático y con unas ganas constantes de jugar, el golden estará feliz y encantado de hacer planes y actividades con sus seres queridos.

Su naturaleza amistosa y confiada le lleva a ser sociable con todo el mundo y le incapacita para ser un buen perro guardián. No suelen mostrar ningún recelo ante personas extrañas.

Educar un golden es una tarea muy sencilla, porque es obediente, muy dócil e inteligente. Es conveniente saber que también tiene un lado bastante sensible. Este rasgo de su personalidad hace necesario que los métodos usados al trabajar con él sean amables. Para no herirle y que se muestre receptivo, es fundamental evitar las palabras duras, usar un tono autoritario o los castigos. La educación en positivo debe comenzar desde cachorro.

Son perros activos y algo revoltosos que necesitan ejercitarse a diario. Por eso, si no se desahogan lo suficiente, pueden cambiar su conducta. Inquietos o ansiosos, es habitual que calmen su frustración causando algún destrozo en casa. Aunque esto es algo que se puede controlar y corregir con educación.

La raza es enormemente versátil y con grandes aptitudes para el trabajo. Despiertos y brillantes, desarrollan con gran éxito todas las funciones para las que se los enseña y prepara.

Aún conservan muchas de las cualidades que los hacían destacar en la caza como cobradores. Tienen un olfato sobresaliente y son muy buenos rastreadores. Bien entrenados, se utilizan en labores de búsqueda y rescate de personas en catástrofes naturales y como perros policía detectando minas, explosivos y drogas.

Es muy frecuente verles como perros guía de personas invidentes. También como perros de terapia y de apoyo emocional para tratar con personas de todas las edades con algún tipo de problema, como ancianos con alzheimer o menores con autismo.

El golden retriever posee una forma de ser abierta, afable y juguetona que hace imposible que pueda llevarse mal con los niños, con otros animales domésticos o con su congéneres.

Fiable y jovial, es considerado una de las razas de perros niñera por excelencia, y, como tal, será un gran compañero de juegos y aventuras para los más pequeños de la casa. Aunque, por su tamaño, su fuerza y su comportamiento revoltoso, se recomienda prestar atención cuando jueguen porque, emocionado, puede derribarles o hacerles daño sin querer.

A pesar de su disposición para establecer relaciones buenas y sanas, también debe aprender códigos de conducta y a comportarse con personas y animales, en distintas situaciones y entornos. Tanto la educación como la socialización deben comenzar cuando aún es un cachorro.

La raza no requiere de cuidados especiales en su higiene y mantenimiento general. Una atención regular bastará para preservar su salud y su bienestar a largo plazo.

El golden muda bastante todo el año y es aconsejable cepillarlo dos o tres veces por semana para eliminar el pelo muerto y evitar posibles enredos. En las épocas de muda puede ser necesario aumentar la frecuencia a un cepillado diario.

El baño se debe realizar cada mes y medio o dos meses, utilizando un champú suave indicado para perros que no irrite su piel y conserve su manto sano y brillante.

Es importante asegurarse de secar completamente su pelaje después, para prevenir problemas cutáneos.

Al tener las orejas caídas existen más posibilidades de que se acumulen restos de cera y que esto provoque infecciones en los oídos. Por eso, conviene examinarlas y limpiarlas con regularidad con un líquido auricular y una gasa o un paño suave.

Los ojos también deben estar siempre limpios para impedir que se irriten y surjan complicaciones oculares. Se puede usar un suero fisiológico y una gasa, limpiando con cuidado todo el contorno, los párpados y los lagrimales.

La higiene dental es importante para prevenir la acumulación de placa bacteriana y otros problemas orales. Los dientes tienen que cepillarse dos o tres veces a la semana con una pasta y un cepillo para perros.

Las uñas largas son molestas y pueden causar dolor y daño al caminar. La revisión periódica es fundamental para cortarlas siempre que sea necesario.

Los golden retriever adoran el agua. Con los ejemplares que puedan disfrutar de ella, independientemente de la época del año, hay que ser más cuidadosos con su piel. La aparición de eczemas o dermatitis puede ser una consecuencia de la humedad. Como prevención, es necesario secarlos muy bien cuando salgan de bañarse o acaben de jugar con su manto mojado.

También es conveniente que sean revisados con frecuencia para detectar pulgas y garrapatas, y se recomienda usar pipetas y otros productos antiparasitarios para combatirlas.

Es un perro muy dinámico, al que le gusta jugar y mantenerse activo. Para preservar su buena forma física y estimular su mente, necesita liberar energía a diario, pasando tiempo al aire libre.

Dentro de su rutina hay que incluir paseos, caminatas por el campo o rutas de senderismo, que le permitan estirar bien las patas y explorar su entorno. Le encanta correr y siempre será una buena opción para que se desfogue, ya sea a su aire o haciendo canicross junto a su dueño.  

Entre sus actividades preferidas estará pasar tiempo en el agua. Cuando sea posible se le debe permitir nadar y jugar en lugares que sean seguros, como lagos, ríos, piscinas o playas.

También disfrutará mucho usando su olfato para rastrear y localizar premios escondidos, y con los juegos de lanzamiento de una pelota o un frisbee, que impliquen correr y recuperar el objeto, y pueden realizarse tanto en tierra firme como en el agua.

Los golden retrievers son inteligentes y ágiles, y están muy dotados para realizar deportes caninos como el agility, una disciplina que consiste en completar un circuito con distintos obstáculos (túneles, saltos y pasarelas), cronometrando el tiempo. Se pueden planificar sesiones de entrenamiento en un jardín o en un patio, o incluso llevarles a participar en competiciones. El entrenamiento de obediencia, le servirá para estimular su capacidad mental y su gran inteligencia, mientras aprende órdenes y trucos. Además, le ayudará a fomentar la concentración y a estrechar aún más el vínculo con su dueño.

A la raza le apasiona comer y su glotonería, a menudo, les hace padecer sobrepeso. Si se les deja o no se les controla, son perros que siempre tendrán algo en la boca.

Las golosinas les fascinan, pero es necesario limitarlas. Si se utilizan como premio al educarles, hay que tener en cuenta que son un arma de doble filo. Suelen tener muchas calorías y su ingesta se tiene que compensar con el resto de comida que perciban a lo largo del día.

Con este punto de partida, vigilar que la alimentación sea equilibrada y que esté perfectamente adaptada al peso, a la edad y el nivel de actividad es fundamental.

La dieta puede estar constituida por pienso comercial de alta calidad para razas medianas y activas. Y se puede complementar con comida natural, a base de alimentos crudos o cocidos en casa. Es recomendable seguir las indicaciones de los fabricantes y las del veterinario, que siempre ofrecerá pautas específicas en torno al alimento más adecuado, la frecuencia de las comidas y la cantidad recomendada, en función de la salud y las necesidades concretas de cada perro.

Por lo general, los golden pueden alimentarse con dos comidas al día, una por la mañana y otra por la noche. Esta frecuencia suele ser la idónea para mantener los niveles de energía estables y evitar que se sientan hambrientos entre comidas. A los cachorros suele ser más conveniente repartírselas más, en tres o cuatro raciones.

Los golden retriever son perros saludables, pero no están libres de sufrir algunas enfermedades o problemas que están más asociados a la raza.

Las más destacadas son la displasia de cadera y de codo, que afectan a estas articulaciones haciendo que se degeneren o que no se formen correctamente. Los síntomas más comunes en los ejemplares que las padecen son dolor, rigidez, cojera y problemas de movilidad cuando suben y bajan escaleras o al levantarse del suelo.

El golden también puede tener problemas hereditarios en sus ojos, como la atrofia progresiva de la retina, que en un estado avanzado llega a causar una ceguera total, y las cataratas, que pueden dificultar la visión y empeorar la salud ocular.

Además, la raza es propensa a desarrollar enfermedades del corazón. Son habituales la cardiomiopatía dilatada o la estenosis aórtica, que pueden afectar la función cardíaca y la calidad de vida del perro.

El nombre golden retriever significa “perro cobrador dorado” en referencia al color del bonito y sedoso pelaje que tiene la raza.

Es una de las 5 razas de perro más inteligentes y también está entre las más populares del mundo.

A los golden les cuesta madurar. Es normal ver ejemplares adultos que siguen igual de juguetones y revoltosos que cuando eran cachorros.

Son extremadamente delicados cobrando para los cazadores (recuperando presas). No dañan, ni marcan con sus dientes las aves que cogen con la boca.

El golden, como otros perros de agua, tiene las patas palmeadas. Sus dedos están conectados entre sí con una especie de membrana que hace que se impulsen mejor al nadar y lo hagan más rápido. Como si llevarán aletas.

Aunque hay personas a las que les cuesta distinguir el golden retriever del labrador retriever, son razas distintas. Los golden suelen ser más altos, su pelaje es más largo y de colores entre crema y oro. El labrador tiene el manto corto y de color negro, chocolate o amarillo (de más claro a más rojizo).

Es un perro fantástico para todo tipo de personas y, en especial, para familias con niños. Una estupenda elección como primera mascota canina aunque no se tenga experiencia, que brindará grandes momentos y alegrará la convivencia.

Si se le cuida y atiende como merece y hace ejercicio a diario, su carácter será tranquilo y podrá adaptarse sin problemas a vivir en distintos entornos, incluido en un piso en la ciudad.

Bonachón y dulce como un terrón de azúcar en tamaño grande, el golden retriever es un perro único. Posee tantas cualidades, y tan positivas y hermosas como su apariencia, que es imposible mirarle sin quererle y sin caer rendido ante su encanto.