Crisis de competencias
Se estima que para 2030 unos 880 millones de niños y niñas en todo el mundo no estarán en camino de desarrollar las habilidades que necesitan para tener éxito en el mercado laboral y hacer una transición exitosa hacia la edad adulta.
Esta crisis de competencias se agudiza todavía más en niñas y mujeres. Ellas tienen mayores dificultades de acceso a las nuevas tecnologías y a oportunidades de aprendizaje de calidad en ciencia, ingeniería y matemáticas, temas tradicionalmente atribuidos y dominados por niños y hombres.
Por ello, con la celebración del Día Internacional de las niñas en las Tecnologías de la Información y la Comunicación a finales de abril, UNICEF hace un llamamiento a los gobiernos y aliados para cerrar esa brecha de género y garantizar que las niñas dispongan de la oportunidad de tener éxito en el mundo digital.
Brecha digital de género
En la actualidad, las niñas son las que menos oportunidades tienen de desarrollar las habilidades necesarias para el aprendizaje y el empleo del siglo XXI. De hecho, a nivel global, se estima que alrededor de mil millones de niñas y mujeres carecen de dichas habilidades.
En la actualidad, una de cada cuatro niñas de 15 a 19 años no tiene empleo ni recibe educación o capacitación en comparación con 1 de cada 10 niños de la misma edad. Asimismo, las mujeres representan solo el 35 % de los graduados en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas en niveles superiores a la secundaria.
Pero más allá del acceso a la educación, las niñas y adolescentes se ven muy limitadas en el entorno digital. Según el informe ‘Cerrando la brecha digital: desafíos y un llamamiento urgente a la acción para el desarrollo equitativo de habilidades digitales ‘, que UNICEF hizo público en 2023, las niñas tienen un 35 % menos de probabilidades que sus homólogos varones de tener habilidades digitales, incluidas actividades simples como copiar o pegar archivos o carpetas, enviar correos electrónicos o transferir archivos.
Además, las desigualdades se agudizan si ponemos el foco en los países de ingresos más bajos, donde el 90 % de las adolescentes y las mujeres jóvenes directamente no usan Internet, mientras que sus homólogos masculinos tienen el doble de probabilidades de estar en línea.
Un problema más profundo que la falta de acceso a Internet
Los hallazgos sugieren que los entornos educativos y familiares juegan un papel fundamental en la brecha digital de género. Incluso dentro del mismo hogar, las niñas tienen muchas menos probabilidades que los niños de acceder y hacer un uso completo de Internet y las tecnologías digitales. Además, resulta mucho más probable que los hogares proporcionen teléfonos móviles a los niños que a las niñas.
Las barreras para acceder a oportunidades de educación superior y al mercado laboral, las normas y estereotipos de género discriminatorios generalizados y las preocupaciones sobre la seguridad en línea pueden restringir aún más la inclusión digital y el desarrollo de habilidades de las niñas.
Más allá del género, estamos ante una brecha digital que divide la mayor generación de jóvenes en todo el mundo
La brecha digital
Además de la brecha de género en cuanto al acceso a la tecnología y a la educación, existe también una brecha digital que divide a la mayor generación de jóvenes que ha tenido el mundo. En los países desarrollados, el 94 % de los jóvenes de 15 a 24 años usa Internet en comparación con el 67 % en los países en desarrollo y solo el 30 % de los países con un desarrollo más lento.
Por ello, en una era en la que los avances tecnológicos marcan el ritmo del planeta, adquirir los conocimientos necesarios para desenvolverse en el mundo digital es crucial para que la juventud pueda labrarse un futuro y tratar de superar las desigualdades entre países. Ya que se estima que, en la actualidad, más del 90 % de los trabajos en todo el mundo tienen un componente digital.
Pero las opciones siguen siendo limitadas para las y los jóvenes de los países menos desarrollados, y son inexistentes si ponemos el foco solamente en las niñas, especialmente las adolescentes, que se encuentran con un sinfín de limitaciones para acceder a estos campos dominados por niños y hombres.
Por ello, desde UNICEF recalcamos la importancia de facilitar el acceso a la tecnología y a los conocimientos necesarios para desenvolverse en el entorno digital con un enfoque de género. Todo ello para tratar de superar las limitaciones sociales y culturales que sufren las niñas y ofrecerles la oportunidad de formarse en materias de ciencia y tecnología, oportunidad que marcará su educación y trayectoria vital, y que tendrá un impacto directo en el desarrollo de sus comunidades.