La titulación deportiva de patrón de embarcación de recreo (PER) es una de las más demandadas por los españoles. El dato no resulta extraño si se tiene en cuenta que nuestro país cuenta con más de 100.000 plazas de amarre y cerca de 320 puertos deportivos repartidos en casi 8.000 kilómetros de costa. La licencia autoriza a dirigir embarcaciones a motor y a vela, que lleguen hasta 12 metros de eslora y no se alejen más de 12 millas de la costa. Para obtenerla, es necesario haber cumplido 18 años -o 16 años con consentimiento paterno-, pasar un examen teórico y otro práctico, y superar un reconocimiento médico.
Titulación requerida
El título de PER permite gobernar embarcaciones de hasta 12 metros de eslora en la zona de navegación comprendida entre la costa y la línea paralela trazada a 12 millas, así como entre islas de un archipiélago. También da permiso para conducir cualquier tipo de moto náutica en las zonas delimitadas. El órgano competente para la expedición de esta licencia es la Dirección General de la Marina Mercante, salvo en las comunidades autónomas que tengan las competencias transferidas (las que cuentan con litoral).
Los aspirantes deben aprobar un examen teórico y otro práctico. El primero, tipo test, cuenta con un total de 75 preguntas sobre temas de tecnología naval, seguridad, navegación, meteorología o comunicaciones y balizamiento. Sólo se admiten 22 fallos.
El título permite dirigir embarcaciones de hasta 12 metros de eslora que se alejen, como máximo, 12 millas de la costa
Para obtener la titulación también se puede acreditar la realización de prácticas básicas de seguridad y navegación a motor. Si se desea la licencia para pilotar embarcaciones a motor, es obligatorio realizar cuatro prácticas de cuatro horas cada una; para manejar las embarcaciones de motor y vela, son necesarias cinco prácticas de vela de cuatro horas.
Modalidades de cursos
Los cursos para superar los exámenes se imparten en escuelas homologadas en las que se emiten también los certificados de prácticas exigidos para la expedición del título. Antes de decidirse por una u otra es conveniente visitar las instalaciones para comprobar el tipo de embarcación que se pilotará, así como el número de alumnos que irá a bordo. Además, el curso debe incluir servicios de gestión de matrícula y ofrecer material didáctico, diversos horarios y la posibilidad de recuperar clases perdidas.
Hay varias opciones para los cursillos:
La más adecuada para preparar con garantías la prueba teórica es el curso presencial de PER. Durante dos o tres meses, un profesor explica el temario completo. Las escuelas náuticas prevén una programación compatible con las convocatorias, incluyen todo el material didáctico y realizan la gestión de la matrícula de examen.
En los cursos a distancia, la escuela entrega el material didáctico y resuelve cualquier duda al alumno. Además, gestiona la matrícula del examen. Este tipo de estudio está dirigido a las personas que no pueden asistir a clase o a quienes tienen conocimientos previos sobre náutica de recreo.
Las videoconferencias han cobrado fuerza debido a la comodidad, y ahorro de tiempo y dinero, que suponen. Para realizar el curso en esta modalidad, sólo es preciso disponer de un ordenador con conexión ADSL y conocimientos elementales de usuario doméstico de informática.
El curso a bordo consiste en la realización conjunta de las prácticas de mar y la preparación del examen teórico en un barco-escuela durante varios días. Es intensivo y requiere tener nociones sobre navegación en este tipo de embarcaciones.
Navegar sin título
Algunas personas saben navegar pero carecen de título. Si desean obtenerlo, porque pretenden dirigir embarcaciones que requieren licencia, deben superar un examen teórico y acreditar sus conocimientos ante la Administración. Este trámite es obligatorio, incluso, cuando se haya navegado desde hace tiempo.
Respecto a la parte práctica, cabe la posibilidad de examinarse, pero la mayoría de los aspirantes a PER prefieren hacer un cursillo básico de seguridad y navegación a motor.
Las matriculaciones de embarcaciones de recreo descendieron un 50% en el primer trimestre de este año, como recoge el Informe sobre el Mercado de Embarcaciones de Recreo en España realizado por la Asociación Nacional de Empresas Náuticas.
Barcelona se encuentra a la cabeza de este tipo de vehículos, aunque el número de matriculaciones cayó un 39,5%. Mallorca ocupa el segundo puesto en cuanto a cuota de mercado, pero es la provincia que más ha acusado el descenso -del 70,1% con respecto al mismo periodo de 2008-. En Madrid, la tercera provincia en ventas, el registro de matrículas cayó un 55%. Por detrás se sitúan Alicante, Tenerife, Las Palmas, Pontevedra, Murcia, La Coruña, Gerona y Málaga.