El cambio climático agudiza la crisis humanitaria en África oriental
En países como Burundi, Kenia, Somalia y Tanzania, las inundaciones repentinas han dejado un rastro de destrucción y desplazamiento. El acceso a alimentos y necesidades básicas se ha vuelto cada vez más difícil, debido a los altos precios del transporte y la interrupción de las infraestructuras.
🔴 Kenia
En Kenia, las lluvias e inundaciones han dejado más de 103 personas muertas, 29 heridas, 21 desaparecidas, 150.365 (30.073 familias) desplazadas y casi 191.000 afectadas por todo el país. Se ha visto afectado uno de los campos de población refugiada que alberga a más de 380.000 personas, muchas de ellas llegadas en los últimos años desde Somalia huyendo de la grave sequía que sufría el país. Las instalaciones han sufrido daños y varias letrinas han colapsado causando el aumento del riesgo de contraer enfermedades mortales transmitidas a través del agua.
🔴 Burundi
En Burundi, desde septiembre del 2023 hasta el 7 de abril del 2024 los efectos de “El Niño” han causado que más de 98.000 personas se hayan visto obligadas a desplazarse, ya que ha destruido más de 19.250 viviendas y 209 aulas, y dañado más de 40.000 hectáreas de cultivos.
Familias locales y refugiadas ya han tenido que mudarse varias veces por la subida del nivel de agua, agravada por el aumento de los precios de los alquileres en la zona, lo que hace que muchas personas se queden en sus casas pese a los daños causados por la inundación. A esto se le suma la dificultad de acceder a alimentos y necesidades básicas por el incremento del coste del transporte de estos.
🔴 Tanzania
En Tanzania las lluvias y corrimientos de tierra han afectado a más de 200.000 personas refugiadas, alojadas en los campos de Nyarugusu y Nduta, además de dejar 155 personas muertas y 236 heridas hasta el 25 de abril.
🔴 Somalia
Somalia tiene más de 46.000 personas desplazadas internamente, y muchas se han visto obligada a reubicarse de nuevo. Más de 124.155 personas se han visto afectadas en todo el país hasta el 28 de abril, con más de 5.130 desplazadas. La inundación de carreteras y pistas de aterrizaje como en los distritos de Dhobley y Afmadow, en el estado de Jubaland, las ha inutilizado temporalmente.
La respuesta de ACNUR
Ante las previsiones del empeoramiento de las condiciones climáticas es necesario el envío de ayuda. Las precipitaciones aumentarán durante junio en algunas partes de Kenia (sobre todo Nairobi y Machakos), Uganda, Ruanda, Burundi, Tanzania, el este de Sudán del Sur, el sur y sureste de Etiopía y Somalia, a causa de la combinación de dos factores:
- Por un lado, tenemos a «El Niño».
- Por otro, el fenómeno conocido como dipolo del océano Índico (IOD). Este es un exceso de energía atrapada en la atmósfera y el océano unido a los gases de efecto invernadero que empeora la situación.
Como siempre, ACNUR colabora con las autoridades locales y sus socias para proporcionar ayuda y protección a las personas refugiadas, desplazadas y comunidades afectadas por las inundaciones.
- En Kenia, además de reubicar a las familias en lugares seguros, distribuye artículos básicos como lonas, mosquiteras, bidones, artículos de higiene y jabón a las personas refugiadas, especialmente a las mayores y personas con discapacidad.
- Por otra parte, en Burundi, se está atendiendo a los miles de personas refugiadas burundesas que han regresado a su país.
- En Tanzania se están rehabilitando albergues para acoger a las personas refugiadas que necesiten un refugio.
- Mientras que en Somalia se proporciona ayuda humanitaria y protección a las familias desplazadas internamente.
Fondo de Resiliencia Climática: ayuda a largo plazo
El cambio climático seguirá afectando a todo el planeta, y de manera más grave en puntos sensibles ya afectados por conflictos. Esto hará que la vida resulte más complicada a largo plazo; de ahí la importancia de la resiliencia climática de estas comunidades. La ayuda inmediata es completamente necesaria para resistir los primeros golpes, pero adaptar las comunidades a las inclemencias del clima resulta indispensable.
Para ACNUR es importante que las personas desplazadas que huyen de zonas de conflicto y las comunidades que las acogen estén protegidas, tengan acceso a recursos sostenibles y sean resilientes a los efectos del cambio climático. Por eso, recientemente ACNUR ha creado el Fondo de Resiliencia Climática.
➡️ Cómo funciona
Los países más afectados y que más sufren las consecuencias del cambio climático son los que menos contribuyen a él. También son los que menos preparados están para hacer frente a su impacto, sin medios económicos ni materiales.
Gracias a este nuevo fondo se podrá invertir en proyectos que desarrollen la resiliencia, mitiguen riesgos y promuevan soluciones sostenibles en los países más vulnerables al clima. A largo plazo, estas iniciativas proporcionarán mejores medios físicos y económicos para prepararse, resistir, recuperarse y protegerse de los impactos del cambio climático a las personas refugiadas, desplazadas por la fuerza, apátridas y las comunidades de acogida.
Algunos ejemplos de estos proyectos son, entre otros, los siguientes:
- crear refugios resilientes al clima para resistir fenómenos meteorológicos extremos.
- aumentar el acceso a la energía solar.
- incorporar soluciones limpias de cultivo y agricultura resiliente al clima para hacer frente a la inseguridad alimentaria.
- crear oportunidades de subsistencia.
- gestionar los bosques de manera sostenible.
Pero el objetivo que se busca conseguir, sobre todo, es que el Fondo de Resiliencia Climática tenga un impacto duradero en las poblaciones desplazadas y sus comunidades de acogida. Porque el cambio climático ya no es una amenaza distante; constituye una realidad devastadora que está cobrando vidas y destruyendo comunidades en todo el mundo.
La respuesta de ACNUR es un paso en la dirección correcta, pero se necesitan acciones más audaces y urgentes para proteger a las personas más vulnerables y construir un futuro más seguro y sostenible para todas y todos.