Aire acondicionado: cómo contamina al medio ambiente y qué alternativas sostenibles hay

Usar otros gases refrigerantes y fuentes de energía renovable, además de diversos sistemas sostenibles y eficientes, son algunas de las alternativas al aire acondicionado tradicional
Por Sonia Recio 5 de junio de 2024
aire acondicionado edificios
El calentamiento global ha llevado a la década de 2011 a 2020 a convertirse en la más cálida registrada, con un incremento de 0,2 °C respecto a la anterior. La necesidad de hacer frente a estas condiciones climáticas, con aumento de temperaturas y olas de calor cada vez más frecuentes, ha supuesto la instalación de sistemas de refrigeración en hogares, empresas e industrias en muchos lugares. Pero el aire acondicionado ¿es un refrescante aliado o un enemigo del planeta? Lo vemos a continuación.

Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en 2020 se empleaban alrededor de 3.600 millones de aparatos de refrigeración en todo el mundo. Si todas las personas que los necesitan pudieran adquirirlos, la cifra ascendería a 14.000 millones de aparatos.

Cómo contamina el aire acondicionado

Sin embargo, los aires acondicionados suponen un importante peaje para la salud del planeta. Esta industria tiene un impacto significativo en el calentamiento global a través de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el consumo de energía.

Los aires acondicionados funcionan utilizando un refrigerante, el hidrofluorocarbono (HFC). Este compuesto químico fue adoptado después de la firma del Protocolo de Montreal en 1987, que prohibió el uso de productos que dañaban la capa de ozono, como los clorofluorocarbonos (CFC) y los hidroclorofluorocarbonos (HCFC).

Sin embargo, con el tiempo, los científicos descubrieron que, aunque los HFC no dañaban la capa de ozono, sí contribuían a las emisiones de gases de efecto invernadero: tiene un potencial de calentamiento miles de veces mayor que el del CO2. Este asunto está siendo abordado en un acuerdo internacional conocido como la Enmienda de Kigali, que tiene como objetivo ayudar a los países a eliminar gradualmente los HFC y a adoptar tecnologías más eficientes.

Nuevos refrigerantes para el aire acondicionado

“A lo largo de la historia se han probado diferentes alternativas y no es sencillo encontrar un fluido de refrigeración que sea seguro, que no afecte a la salud de las personas, que no tenga impacto ambiental y que permita refrigerar con un requerimiento limitado de energía”, señala Alberto Vizcaíno, consultor en sostenibilidad y gestión ambiental y colaborador del Instituto Superior del Medio Ambiente. Los hidrocarburos (HC) y el dióxido de carbono (CO2) son dos alternativas a los gases refrigerantes tradicionales que tienen un menor impacto ambiental.

  • Los HC son gases naturales con un bajo potencial de calentamiento global (GWP) y no dañan la capa de ozono. Sin embargo, son inflamables y requieren precauciones adicionales durante su uso. Se están utilizando cada vez más en refrigeración comercial e industrial.
  • El CO2 también es un gas natural con un bajo GWP. Es eficiente en la refrigeración a baja temperatura y no es inflamable. Sin embargo, puede ser corrosivo y requiere materiales especiales. Se utiliza en supermercados y otras aplicaciones comerciales.

Energía renovable para el aire acondicionado

Además, hay que considerar la importante demanda energética de estos dispositivos. Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA), el uso de aparatos de aire acondicionado y ventiladores eléctricos representa aproximadamente el 10 % del consumo total de electricidad en los edificios. La mayor parte de esta energía tiene origen en fuentes fósiles como el carbón y el gas natural, lo que redunda en una mayor emisión de gases.

aire acondicionado residencial
Imagen: MUHAMMED TARIK KAHRAMAN

Optar por fuentes de energía renovable (solar, eólica, hidráulica o biomasa) para la producción de electricidad pueden ser una buena solución. Sin embargo, para Vizcaíno, la generación mediante fuentes renovables tiene inconvenientes: “Podría ser una forma de conseguir electricidad reduciendo las emisiones de efecto invernadero, pero requiere de materias escasas y críticas cuya minería está generando impactos y conflictos en distintos territorios. La ocupación de terreno agrícola o paisajes naturales por macroinstalaciones fotovoltaicas y eólicas tiene su propia problemática asociada. La energía renovable para climatización tiene sentido si se genera en el punto de consumo, con superficies fotovoltaicas en los propios edificios”.

Alternativas sostenibles y eficientes al aire acondicionado tradicional

Las proyecciones de la Agencia Internacional de la Energía indican un aumento del 25 % en la necesidad de aire acondicionado en todo el mundo en 2050, lo que equivale a que alrededor de dos tercios de los hogares estén equipados con estos aparatos. Por eso, es necesario buscar alternativas sostenibles y eficientes al aire acondicionado tradicional.

  • Un ejemplo es la ventilación mecánica controlada, como la ventilación de doble flujo, que consiste en el uso de un ventilador que extrae el aire viciado del interior del edificio y lo reemplaza por aire limpio y fresco y sin emitir aire frío.
  • Otra alternativa es el sistema aerotérmico de ventilación, que destaca por su eficiencia energética y consiste en extraer la energía ambiental contenida en la temperatura del aire de la calle mediante una bomba de calor. Este sistema es ideal para viviendas unifamiliares y edificios inteligentes.
  • El aire acondicionado solar, tanto híbrido como por absorción, aprovecha la energía solar para su funcionamiento. El primero climatiza la vivienda y regula la temperatura del aire, mientras que el segundo, por absorción, utiliza un líquido refrigerante para mayor eficiencia energética y consumo responsable.
  • La refrigeración evaporativa, por su parte, utiliza agua como refrigerante, tiene una alta eficiencia energética y es respetuosa con el medio ambiente. Esta alternativa, que puede utilizarse tanto en viviendas familiares como en locales comerciales, resulta rentable a largo plazo debido a su bajo consumo de energía y agua.

Estrategias para reducir el uso de aire acondicionado

Pero para asegurar un futuro sostenible es vital implementar estrategias que vayan más allá de la eficiencia energética y la sostenibilidad de los equipos y también es necesario adoptar diferentes estrategias que reduzcan la necesidad de climatización artificial. “Aplicar el conocimiento técnico y científico a la edificación y la planificación urbanística son las claves que nos permitirán adaptar las ciudades y mantenerlas habitables en un escenario de olas de calor cada vez más intensas”, apunta Vizcaíno.

árboles refrescan las ciudades
Imagen: Артем Дворецкий

✔️ Soluciones bioclimáticas

Para el técnico medioambiental, lo más eficaz para adaptarnos al cambio climático es aplicar medidas estructurales en la planificación de las ciudades. “Una buena gestión de arbolado y espacios verdes es una medida que tiene impactos positivos y reduce la necesidad de climatización. Igual que los edificios con buen comportamiento térmico, en los que el aislamiento, la ventilación y la iluminación se diseñan considerando el entorno y las necesidades de temperatura del edificio”, enumera.

Los edificios bioclimáticos se integran armoniosamente con el entorno natural y aprovechan las condiciones climáticas para mantener un confort térmico adecuado sin depender excesivamente de tecnologías de climatización. Cuentan con un diseño solar (el edificio se orienta para aprovechar la luz solar en invierno y minimizar su incidencia en verano), protección solar mediante elementos como toldos y vegetación, maximizan la ventilación natural, utilizan materiales y aislamiento específicos e integran vegetación para proporcionar sombra y mejorar la calidad del aire.

✔️ Gestión energética inteligente

La gestión energética inteligente desempeña un papel crucial. Esto implica adaptar la demanda de climatización a las necesidades reales mediante el uso de sistemas de control inteligentes para ajustar la temperatura y el funcionamiento de los equipos de manera eficiente. La implementación de tarifas de energía que fomenten el consumo responsable (por ejemplo, con descuentos a los hogares con menor consumo) puede ayudar a reducir la carga energética en áreas urbanas, al igual que promover la concienciación sobre el uso de la energía.

✔️ Otros

“Es difícil competir contra la inmediatez que ofrecen los equipos de refrigeración, pero históricamente las personas han habitado zonas con temperaturas extremas. A título individual podemos combatir el calor a través de una dieta adaptada a los requerimientos nutricionales, manteniéndonos convenientemente hidratados y evitando el consumo de sustancias que dificultan la termorregulación o contribuyen a la deshidratación. Prácticas sencillas como pulverizar agua sobre las sábanas pueden ayudar a bajar la temperatura del dormitorio. Además, hay costumbres que nos ayudan a convivir con el calor, desde la forma de vestir hasta adaptar espacios públicos para disfrutar de sombras y elementos naturales que contribuyen al confort térmico”, concluye el experto.

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