Las ofertas para poder acceder a Internet a través del móvil han bajado su precio y han aumentado el ancho de banda. En cierta forma, se han convertido en una alternativa a los accesos convencionales para las personas que no tienen línea de teléfono fijo o que están constantemente en viaje de negocios. Pero hay un freno para los usuarios residenciales: mientras el ADSL o el cable enlazan varios dispositivos de manera muy sencilla gracias a los routers inalámbricos de estos servicios, el acceso móvil se ha vinculado hasta ahora a un único ordenador. ¿Cómo compartir la conexión de datos del móvil con portátiles, tabletas y videoconsolas? Este artículo se centra en las soluciones Mifi, que convierten los módem USB en puntos de acceso wifi.
Imagen: Balazs Gal
El Mifi es una mezcla de teléfono móvil y pequeño router, ya que recibe la señal de datos de las redes móviles y la expande en forma de red wifi. Conecta con las redes de las operadoras móviles a velocidades HSDPA, es decir, a máximos teóricos de 7,2 megabits por segundo (mbps) en sentido descendente y 5,4 mbps en sentido ascendente. Al mismo tiempo, proporciona cobertura wifi simultánea a un máximo de cinco ordenadores o dispositivos próximos (móviles, tabletas o reproductores portátiles, entre otros).
Mifi es pequeño, portátil y se alimenta de baterías de litio, por lo que sustituye por completo a los módem USB convencionales
En España, de momento, solo lo comercializa Vodafone, con precios que dependen del plan de precios de Internet elegido para el móvil, ya que funcionan con la misma tarjeta SIM de este. También se puede comprar una nueva tarjeta SIM independiente e introducirla en el dispositivo Mifi, lo que implicará contratar una nueva línea de teléfono, por más que solo se facture como tráfico de datos.
Hace años Movistar también ofreció dispositivos Mifi como servicio, pero tuvieron una fría acogida, por lo que la compañía ha optado por ofrecer el acceso a los emisores wifi que tiene en aeropuertos y estaciones a sus clientes, como forma de fidelizarlos.
Pequeño y portátil
Resulta un sistema interesante porque es pequeño, portátil y se alimenta de baterías de litio, como los móviles, que duran cargadas hasta cuatro horas como máximo. El modelo que propone Vodafone, el Vodafone Mifi 2353, sustituye por completo a los módem USB convencionales. Este aparato los supera en prestaciones y crea pequeñas redes locales allí donde se necesiten, con muchas de las características de los routers inalámbricos, como elegir el método de cifrado.
Su movilidad se acentúa al tener una antena GPS que permite aprovechar las numerosas aplicaciones de localización de la Web, como Google Latitude o las diferentes redes sociales para móviles. Igual que otros módem USB, tiene una ranura para tarjetas MicroSD, que pueden dotarle de más de 32 gigabytes de memoria para guardar datos. Además, posee una memoria interna propia.
La Fonera y otras soluciones
Los routers tradicionales adaptados para la señal 3G de los operadores móviles constituyen otra posibilidad. Esto sucede con el equipo Huawei HG553, que cuenta con una ranura para un módem USB, de modo que transforma el tráfico de datos entrante por el módem en señal wifi.
De igual forma sucede con el dispositivo D-Link en la serie Dir-450, uno de los pioneros en este segmento. Compartir la conexión en estos equipos es tan sencillo como si proviniera del par de cobre telefónico. La contrapartida radica en que no ofrecen la misma movilidad, dado su mayor tamaño respecto al Mifi y puesto que carecen de batería.
FON, la empresa que promueve una red de personas que comparten su conexión inalámbrica a cambio de acceso gratuito en desplazamientos, lanzó en su día un router compatible con los módem USB 3G, denominado La Fonera 2.0N. Cuesta 59 euros y, con solo enchufar el módem USB, crea una red local. Otras características interesantes son la descarga de datos en redes P2P sin necesidad de encender el ordenador.
A efectos prácticos, todas las alternativas para crear redes wifi a partir de una conexión móvil a Internet se encuentran con el mismo problema: las tarifas de las operadoras suelen limitar la velocidad en el momento en que se traspasa un umbral de transferencia de datos (de 3 a 5 gigabytes en ambos sentidos). El límite varía entre los 384 kilobits por segundo (kbps) hasta los 128 kbps, que se antojan muy escasos para compartirlos con más de un dispositivo en uso simultáneo.
La opción más sencilla para compartir una conexión a Internet que provenga de un módem USB móvil consiste en configurar el ordenador para que facilite la conexión a otros PC, es decir, que realice la función que se encomienda al router en las demás alternativas. Esta característica se habilita en las opciones avanzadas de la conexión en Windows. El inconveniente está en que ese ordenador debe permanecer encendido para que los demás accedan, algo que en ocasiones resulta poco práctico.