Los pacientes entre 6 y 16 años, incluso con 17 ó 18, que estén hospitalizados por un largo periodo de tiempo o que reciban tratamiento médico diario tienen derecho a mantener su escolarización a efectos de evaluación y promoción en sus respectivos centros. Para ello se habilitaron las aulas hospitalarias, reconocidas por Ley, desarrolladas por Real Decreto y gestionadas por las comunidades autónomas.
Imagen: Liz Henry
La Ley Orgánica de Educación (LOE) vigente desde 2006 señala de forma expresa que «los poderes públicos deberán desarrollar las acciones necesarias y aportar los recursos que permitan compensar los efectos de situaciones de desventaja social que pongan obstáculos a la consecución de los objetivos educativos». En este artículo, se enmarcan los pacientes menores de edad que viven un periodo largo de su etapa escolar obligatoria ingresados en un hospital o en un centro sanitario. Tal como señala el Real Decreto 696/1995, el Ministerio de Educación promoverá, en los centros hospitalarios y de rehabilitación, la creación de servicios escolares. Se intenta que el desarrollo del proceso educativo de los alumnos de infantil, primaria y secundaria se mantenga.
Estas unidades atienden en los centros a alumnos de infantil, primaria y secundaria
Una vez transferidas las competencias a las comunidades autónomas, los encargados de gestionar y cumplir este mandato son sus organismos. Ponen en marcha y dotan de recursos a las aulas hospitalarias. La principal característica de estas unidades es que han de estar ubicadas en los propios centros hospitalarios para que, cuando reciba el alta, el estudiante puede acogerse a la atención educativa domiciliaria.
Un sistema educativo adaptado
En la actualidad, la mayor parte de los centros hospitalarios de España cuenta con una o varias aulas donde se atiende a los niños y niñas obligados a pasar un tiempo en el hospital lejos de sus centros escolares. Los años comprendidos en esta atención van de los 3 a los 16 años, aunque en ocasiones puntuales se atiende a jóvenes que estudian bachillerato.
La atención que recibe cada escolar es personalizada, adecuada a su edad y a su nivel escolar
El objetivo de las aulas hospitalarias es atender la escolarización de los pacientes menores de edad para que puedan continuar con su proceso educativo con normalidad. Tanto el profesorado como la estructura de contenidos están adaptados a unas circunstancias especiales, por lo que el aula es un espacio abierto y flexible, atento a las necesidades individuales de cada alumno, que puede acudir libremente ya que siempre que lo requiera su asistencia médica y sanitaria puede ausentarse.
En ocasiones, el estado de salud del paciente aconseja que sea el profesor quien se desplace hasta la habitación. La finalidad es siempre la misma: evitar o reducir en lo posible las consecuencias negativas de la estancia en el hospital, en especial, cuando los niños permanecen hospitalizados durante largos periodos. La atención que recibe cada escolar es personalizada, adecuada a su edad, a su nivel escolar y a sus condiciones afectivas y de salud.
Aprendizaje y enseñanza adaptados
El paciente debe sentirse en un ambiente de normalidad. El niño y el adolescente tienen que mantener su aprendizaje, se han de encontrar en el aula felices y relajados, sin tensiones. Conviene que sigan el currículo establecido con carácter general en el nivel correspondiente a su edad.
El niño y el adolescente tienen que mantener su aprendizaje, se han de encontrar en el aula felices y relajados
El programa de trabajo lo marca el propio colegio donde el paciente está matriculado, de manera que puede seguir el mismo ritmo. Las aulas hospitalarias son una oportunidad para potenciar la creatividad, por lo que se habilitan más tiempo del reglado para la expresión artística. Apoyarse en el arte ayuda a la concentración y el aumento de la autoestima, colabora en la relajación y mantiene el equilibrio emocional.
Evaluación y seguimiento
Al igual que en un centro escolar, la actividad educativa del aula hospitalaria debe llevar a cabo la evaluación de sus alumnos. Se parte del trabajo diario y se tienen en cuenta los objetivos específicos que han de conseguir. En sus notas, se refuerzan cada uno de sus logros y se minimizan los errores, con el fin de motivarles. Cuando el paciente recibe el alta, se comunican al centro escolar los datos objetivos del aprendizaje, pero sin olvidar las características cualitativas que ayudan a situar de nuevo al alumno en un aula reglada.Cuando el paciente recibe el alta, se comunican al centro escolar los datos objetivos del aprendizaje
El aprendizaje en las aulas hospitalarias tiene un carácter continuo, formativo e integral. Los padres, familiares, personal sanitario y médico influyen en todo su proceso de recuperación. Son los progenitores quienes actúan de vehículo transmisor y coordinador entre el centro y el aula del hospital; los profesores, durante el tiempo de hospitalización y en la convalecencia en el domicilio, apoyan la faceta escolar con el objetivo de que el alumno no pierda la continuidad en sus estudios. La vuelta al colegio debe ser tranquila y respaldada por los recursos de apoyo con los que cuentan los centros.
Las nuevas tecnologías se han convertido en un aliado para los niños y adolescentes hospitalizados. Son una herramienta de comunicación global. Internet les relaciona con otros niños de otros hospitales que viven una situación análoga, y las páginas de encuentros les acercan a sus compañeros de colegio.
En 1997, con la finalidad de que las aulas hospitalarias contasen con unos medios capaces de comunicarlas entre sí, se puso en marcha el proyecto “Teleeducación en las Aulas Hospitalarias”, que marcó un hito y convirtió a estas aulas en pioneras en cuanto a la utilización de Internet. Al proyecto se incorporación una serie de colegios colaboradores, cuya filosofía consistía en establecer lazos de unión entre los alumnos de las aulas hospitalarias y sus respectivos centros educativos, siempre que dispusieran de videoconferencia. Estas relaciones se programaron entre los profesores de los hospitales y los tutores responsables de los colegios.