La cooperación es un estímulo para el aprendizaje. Cada proyecto de este tipo no sólo intenta prestar ayuda, sino transmitir una información práctica y valiosa que asegure la continuidad de los logros alcanzados. En el ámbito educativo, una de las experiencias más recientes ha permitido la formación profesional de directivos y gestores universitarios africanos.
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El proyecto ha estado abanderado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en colaboración con la Associació Catalana d’Universitats Públiques (ACUP). En él han tomado parte durante un año cinco universidades africanas.
El Programa de desarrollo institucional y de formación en gestión universitaria (DIGU) se inició en enero del año pasado y se ha dividido en dos fases. Tras su puesta en marcha, directivos de las universidades Cheikh Anta Diop (Senegal), Eduardo Mondlane (Mozambique), Yaoundé I (Camerún), Université d’Antananarivo, (Madagascar) y Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial (Guinea Ecuatorial) viajaron a Cataluña para recibir formación en gestión universitaria y, a continuación, docentes y especialistas de ACUP se desplazaron a estos centros para ahondar en las necesidades de cada uno.
Las principales deficiencias se detectan en el área de la investigación
El objetivo a largo plazo se fija una colaboración permanente con universidades de África subsahariana, en especial en el área de la investigación, ya que en este ámbito se han detectado las principales deficiencias. La cooperación en este campo es un pilar para su desarrollo. Iniciativas similares implantadas por Alemania y Francia ya han dado resultados, aunque en España se ha puesto en marcha por primera vez, con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional, la Agencia Catalana de Cooperación para el Desarrollo y Casa África.
Plataforma común
Del 18 al 20 de enero se celebró en Dakar (Senegal) un seminario que, entre otras cosas, se aprovechó para concretar varios proyectos de colaboración en el futuro relacionados con la formación (becas posdoctorales), la investigación y la gestión universitaria. Tambien se aprovechó para constituir un consorcio encargado de impulsar la «Spanish-African Higher Education Management Platform». Esta plataforma servirá para extender el proyecto a otras universidades africanas y «situar a España como un referente internacional en este ámbito de la cooperación universitaria«, explica la UOC.
La plataforma establecerá un foro permanente de intercambio y formación, aseguran sus responsables, e impulsará las capacidades institucionales de las universidades africanas. Se espera que estos centros actúen como «agentes esenciales» en el desarrollo económico y social de sus países. Está previsto el desarrollo de materiales específicos de formación y se marcarán una serie de buenas prácticas en la relación entre las universidades de ambos continentes.
La primera fase de desarrollo de esta plataforma culminará en julio de 2011 y se centrará en la organización de una conferencia a la que está previsto que acudan expertos internacionales. Será el acto que dé visibilidad al proyecto y destaque las prioridades de los centros de educación superior de África.
A continuación, se pondrán en marcha otras cinco fases en las que se realizarán estudios, definirán e identificarán ejemplos de buenas prácticas y se elaborará el material correspondiente para la formación. En este periodo, además, se organizará una segunda conferencia internacional, se creará un curso on line y se formará a directivos de universidades africanas -que se desplazarán luego a España para consolidar la formación-, y se iniciará una plataforma virtual para instruir en nuevas áreas de conocimiento.
Este proyecto ha supuesto que, por primera vez, se sienten las bases para la colaboración entre universidades españolas y africanas, “pero al mismo tiempo ha permitido que se conozcan entre sí”, explica la UOC. Hasta ahora, el único precedente lo había marcado el grupo G9, una asociación sin ánimo de lucro formada por las universidades públicas de Cantabria, Castilla La Mancha, Extremadura, Islas Baleares, La Rioja, Navarra, Oviedo, País Vasco y Zaragoza. Su iniciativa se centró el pasado verano en la organización de un seminario en Uganda sobre género, salud y liderazgo en África. En el evento tomaron parte docentes de cuatro universidades del este de África -Etiopía, Kenia, Tanzania y Uganda- para “fortalecer” sus capacidades institucionales y recibir formación especializada sobre un programa de tutorización y empoderamiento para mujeres de 16 a 25 años.
El sistema universitario de los países africanos “tiene todavía un largo camino por recorrer”
El sistema universitario de los países africanos “tiene todavía un largo camino por recorrer”. El proyecto en el que han participado este año les ha permitido aprender tareas tan básicas como crear una base de datos de estudiantes. Otra iniciativa del Banco Mundial permitió la creación en 1997 de la Universidad Africana Virtual (AVU), considerada una “universidad sin muros”, que recurre a las tecnologías de la información y la comunicación “para dar a los países de África al sur del Sáhara acceso directo a recursos académicos y de aprendizaje de primera calidad de todo el mundo”. Se imparte formación para futuros científicos, ingenieros o técnicos, entre otros.
Un informe del Banco Mundial sobre la situación de la educación en varios países (“Differentiation and Articulation in Tertiary Education Systems”) destaca el escenario en diversas regiones que colaboran con los centros catalanes. Subraya cómo en Camerún se distingue entre universidades, colegios profesionales e institutos y escuelas dedicadas a la formación de las carreras que se cursarán en el futuro.
En Mozambique, desde la década de los noventa funcionan varios institutos y universidades, a los que se han unido otros centros privados con altas tasas de matriculación “como resultado de la gran demanda social y la inhabilidad del sector público para responder”. En Senegal, el sistema universitario se divide en tres ciclos. El primero dura tres años y permite obtener un título de primer grado; el segundo tiene una duración de dos años y equivale a un título de maestría; mientras que durante el primer año del tercer ciclo se obtiene un diploma (DEA), que es un certificado previo a un programa doctoral de tres años (PhD).
En la Conferencia Mundial sobre Educación Superior 2009, celebrada en París el pasado mes de julio bajo el auspicio de la UNESCO, se prestó una atención especial a los desafíos y oportunidades para la revitalización de la educación superior en África. Los asistentes consideraron, de manera unánime, que ésta es una herramienta fundamental para el desarrollo del continente. Por ello, en la Declaración final, apostaron por la colaboración institucional, nacional, regional e internacional como medio para alcanzar “la evolución y la calidad de la educación superior y el área de investigación”.
Se espera que el próximo mes de octubre surjan nuevas propuestas en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, sede del “III Encuentro Internacional de Universidades con África”. En anteriores ediciones de este foro académico, promovido por las universidades públicas madrileñas, han participado representantes de 46 instituciones de educación superior africanas y españolas. Las sesiones plenarias y los grupos de trabajo de los encuentros centran sus esfuerzos en la definición de un plan viable de cooperación universitaria española en el continente africano, que impulse el desarrollo de sus enseñanzas superiores. La universidad estaría así, cada día más, al alcance de todos.