En los desplazamientos vacacionales, muchos usuarios se llevan su smartphone, su consola de videojuegos, el ordenador portátil y, si tienen, su tableta. Ello entraña la posibilidad de accidentes, caídas o robos, ya que el usuario presta menos atención al estar relajado. Ya de por sí, adquirir un teléfono de última generación, una tableta o un ordenador portátil supone un riesgo en su uso cotidiano en movilidad, puesto que una caída puede implicar en el aparato una fractura que lo inutilice, sobre todo, si dispone de una pantalla táctil al descubierto. Esto obliga a trámites incómodos para gestionar su reparación, o sustitución, con el consiguiente desembolso, que en ocasiones supera el valor original del dispositivo. Por este motivo, en ocasiones resulta interesante contratar a fabricantes y empresas, o en tiendas, un seguro que cubra una serie tipificada de daños e, incluso, el robo.
Antes de decidirse, hay que fijarse en las cuotas de la póliza, el coste del aparato y las condiciones generales para cerciorarse de que no es una mera réplica de las garantías mínimas que protegen a todos los consumidores. La Ley sobre Garantías de Bienes de Consumo fija un plazo de dos años, desde la fecha de compra, para que los usuarios reclamen cualquier defecto de fabricación. En este tiempo, cuentan con un mínimo asegurado, si bien solo cubre aspectos muy localizados, ya que el desgaste por uso, propio de todo dispositivo, o un manejo inadecuado, están fuera de la cobertura estandarizada. Por otro lado, en algunos casos, la cobertura mínima no afecta a todo el coste de reparación del aparato. ¿Qué hacer en estas situaciones? Contratar un seguro se antoja ser beneficioso, siempre que la ponderación entre las cuotas y el coste del aparato sea equilibrada.
Un accidente fortuito puede inutilizar un dispositivo informático de consumo. Fabricantes, distribuidores y minoristas, es decir, las tiendas y grandes superficies de tecnología, proponen a los consumidores diversos contratos de ampliación de garantía a un precio adicional, así como pólizas de seguros que cubren diferentes aspectos, como el robo o la rotura por golpes de alguno de los componentes.
Según la Ley sobre Garantías de Bienes de Consumo, los usuarios tienen un plazo cubierto de dos años desde la fecha de compra
Antes de contratar un seguro o ampliación de garantía, sin embargo, es necesario leer la letra pequeña sobre las condiciones en las que se presta el servicio, ya que podría darse el caso de que muchas de las acciones que el usuario pensaba que estaban cubiertas en las condiciones generales, queden luego limitadas por las cláusulas del contrato. En otras ocasiones, estos seguros son meras réplicas de las garantías fijadas por la ley, por lo que no resultan interesantes.
AppleCare
El fabricante Apple dispone del producto AppleCare, con asistencia técnica y tres años de garantía en ordenadores y monitores de la marca de la manzana, y dos años para reproductores iPod, dispositivos Apple TV, tabletas iPad y teléfonos iPhone. Este plan solo se puede adquirir en el primer año desde la fecha de compra del aparato. Cada producto tiene un contrato ajustado a sus requerimientos y diversos tipos de limitaciones, por ello hay que leerlo bien.
Apple también dispone de «pago por incidencia» mediante consulta telefónica para sus diferentes productos. En el caso de que la cobertura gratuita no estuviera contemplada para la incidencia del usuario, Apple permite acceder a su servicio de asistencia tras el pago de 35 euros, en el caso de un iPhone, iPod o iPad.
Los particulares deben tener en cuenta que las condiciones son en general menos ventajosas que si se contrata el seguro como empresa
Dell es otra de las empresas fabricantes de ordenadores que dispone de diversos tipos de coberturas y ampliación de garantías para sus equipos. Esta marca de ordenadores para el ámbito laboral ofrece una amplia gama de planes de ampliación de garantía dentro de su paquete de productos profesionales. Los particulares deben tener en cuenta que las condiciones resultan menos ventajosas que si se contrata el seguro como empresa. Otras opciones que pueden contratarse son la cobertura de asistencia técnica de hardware entre uno y cuatro años, la protección frente a accidentes como caídas o vertidos e, incluso, la asistencia técnica en domicilios y oficinas para configurar redes o instalaciones sencillas.
Seguros para móviles
Es un tipo de garantía muy interesante en el caso de dispositivos inteligentes, ya que según datos de un estudio del operador Orange, cada año se roban en España unos 250.000 móviles, con el problema que conlleva para el usuario: perder los contactos de la agenda, las fotos de familiares y amigos, los mensajes, etc. Incluso, exponerse a que se haga un uso fraudulento del teléfono, con llamadas de alto precio que deberá pagar. El daño es mayor si se tiene en cuenta que el móvil es para muchos usuarios su reproductor MP3, agenda personal, reloj o cámara de fotos. El estudio destaca que es sobre todo durante el periodo de vacaciones de Semana Santa y en verano cuando menos atención se presta al móvil y más accidentes, pérdidas y robos se computan.
Cada año se roban en España unos 250.000 móviles, con el problema que conlleva para el usuario
En España, el operador de telecomunicaciones Movistar tiene un seguro denominado «A Salvo«, con tres modalidades según el grado de cobertura: la modalidad Oro tiene un precio de 37,99 euros al año, la Plata cuesta 24,99 euros al año y la Diamante tiene una cuota anual de 88,99 euros.
Este seguro tiene una cobertura limitada para roturas, pérdidas y robos (ver tabla). En caso de daño accidental, la variedad Oro cubre los primeros 90 euros del coste de reparación, mientras que la cobertura Diamante llega hasta los 250 euros. La empresa responsable de la póliza es la aseguradora Altair Assurances, por lo que para cualquier tipo de incidencia o siniestro es necesario acudir a la misma en un teléfono que debe figurar en el contrato que firma el cliente.
Orange, por su parte, propone el servicio Orange Care, mediante el cual se sustituye en 24 horas un móvil roto o sustraído. Su coste varía en función de la modalidad de teléfono. Para los móviles de gama baja es de 3,5 euros al mes (Seguro Móvil Esencial), para los de gama media sube a 4,5 euros al mes (Seguro Móvil Óptimo) y para los terminales de gama alta asciende a 7,5 euros al mes (Seguro Móvil Plus). La cobertura varía según el tipo de seguro, por lo que conviene consultar las condiciones. En otros países, Vodafone también ofrece productos de cobertura para sus dispositivos inteligentes, pero no en territorio español.
La Ley 23/2003 sobre Garantías de los Bienes de Consumo otorga un plazo de dos años de garantía desde la fecha de compra de un producto, siempre que se conserve el justificante de pago y aunque el fabricante, distribuidor o vendedor quiera otorgar una garantía comercial de mayor duración a la prevista en esta legislación.
Durante los seis primeros meses de la garantía, el vendedor debe asumir todos los gastos de reparación del producto. Por otro lado, el coste del tiempo empleado para la reparación no se contabiliza como tiempo de garantía. Desde el séptimo mes hasta los dos años, se deberá demostrar que el defecto de fabricación era tal desde la venta del producto.
En un principio, el responsable directo del producto es el vendedor, pero el consumidor puede acudir al distribuidor y al fabricante para reclamar la reparación en el periodo de garantía. El consumidor puede optar entre la reparación o la sustitución, siempre que sea posible y no resulte desproporcionada con respecto al valor en uso, es decir, cuando el defecto sea de fácil reparación o cuando el coste de ésta sea de mayor cuantía que el valor del producto.